Por Armengol Engonga Ondo
Hace algunos meses que pronosticamos aquí el inexorable y triste final del dictador guineano Teodoro Obiang Nguema y de su régimen sanguinario y corrupto. Está claro que el tiempo nos está dando la razón. En la actualidad, este dictador se encuentra en la misma encrucijada que, cíclicamente se les ha ido presentando a todos y cada uno de los dictadores africanos en los últimos 50 años: dejar el poder, para responder ante la justicia, por todos los crímenes que ha cometido, o, en una huida hacia adelante, mantenerse en el poder, aceptando un futuro no exento de violencia y muerte.
Guinea Ecuatorial, nuestro querido país, vive actualmente un tiempo político de incertidumbre, de desorientación y de vacío de poder, ya que su Presidente, Teodoro Obiang, su familia y todo su régimen, están siendo examinados por la justicia internacional, por el asunto conocido como, "los bienes mal adquiridos". Conocemos desde hace mucho tiempo la trayectoria de corrupción, de robos y de apropiación de bienes del estado, que la dictadura viene perpetrando desde hace más de 30 años. Ante este espectáculo de corrupción, expuesto a plena luz pública, el pueblo guineano ha quedado atónito, asombrado y perplejo, al comprobar como la familia del dictador, sus parientes, sus amigos y su clan de Mongomo, despilfarran a manos llenas el dinero y el patrimonio nacional de todos los guineanos, sin ningún tipo de pudor y sin cortarse. La justicia internacional está avalando las denuncias, que venimos haciendo desde hace mucho tiempo contra el régimen de Obiang, por corrupción, tráfico de armas, tráfico de drogas y violación continuada de los derechos humanos de nuestro pueblo.
La historia de los dictadores africanos, siempre termina de la misma forma: en la cárcel, respondiendo por sus muchos crímenes, o en el mejor de los casos, exiliados. Existen muchos dictadores que han tenido un mal final, como; Mengistu Hanle Marian (Etiopia), Idi Amin (Uganda), Zine el Abizine Ben Ali(Tunez), Charles Taylor (Liberia), Jean Bedel Bokasa(Rep.Centroafricana), Sekou Taore (Guinea Conakri), Hissène Habré (Chad), Lauren Gbagbo (Costa de Marfil), Mobutu Sese Seko (Congo Belga),Hosmi Mubarak (Egipto), Muamar el Gadafi (Libia), Francisco Macías Nguema (Guinea Ecuatorial), Omar al-Bashir (Sudán), perseguido este último por el Tribunal Internacional de la Haya, y un largo etcétera.
Africa es un continente regado por tristes leyendas, innumerables historias de abusos perpetrados por sus gobernantes, que erigidos en autoridades supremas, deciden sobre los bienes y las vidas de sus pueblos. La forma más común de ejercer su domino sobre su pueblo, en dictadores como Teodoro Obiang, es la aniquilación sistemática de la oposición, mediante los encarcelamientos, la tortura, la intimidación y los asesinatos.
A la oposición exiliada, nos parece una gran torpeza política, las últimas manifestaciones que la dictadura está organizando contra Francia. Es la respuesta a la desesperada de un régimen noqueado por los escandalosos episodios de corrupción salidos a la luz, de Teodorín, el hijo mayor de Obiang, precisamente el elegido para sustituirle en la Presidencia (¿hereditaria?) de la República de Guinea Ecuatorial. Obiang debe saber que no puede lanzar a su pueblo contra Francia y contra sus intereses, cuando en realidad ha sido la justicia francesa, independiente, la que le está pidiendo cuentas a Teodorín, por las escandalosas apropiaciones de bienes del pueblo guineano.
El Gobierno en el Exilio, el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial y sus miembros, felicitan a la justicia francesa por atreverse a juzgar estos delitos, que por otra parte, eran un secreto a voces para el pueblo guineano, y le animamos a que siga trabajando para meter "entre rejas" a sus culpables. Animamos también a las potencias con intereses en Guinea, como España, Francia y Estados Unidos de América, para que sigan presionando a la dictadura de Obiang, a fin de que este abandone el poder, para que los guineanos podamos llegar a un pleno desarrollo económico y conquistemos la libertad y la democracia.
!¡ Queridos compatriotas en el exilio ¡¡, el retorno en libertad de todos, es un hecho cada día más cercano. Y el post Obiang, una realidad que está a nuestro alcance.
