miércoles, 11 de enero de 2012

EL RETORNO DE LOS CORDEROS




Por Estudiante Guineano en España 

Guinea Ecuatorial ha sufrido desde hace más de 40 años uno de los éxodos más numerosos que se ha conocido en  el continente africano. Cerca de la mitad de sus habitantes hemos tenido que salir del país huyendo de la dictadura, de Macías Nguema, primero y de la de su sobrino Obiang, después.  

Cuando abandonamos el país no nos imaginábamos que nuestro exilio iba a ser tan prolongado. Todos hemos ido viendo como Obiang Nguema con el tiempo, en vez de debilitarse, se iba  afianzando más en su poder. El círculo de dominio sobre nuestras indefensas gentes, se iba cerrando cada vez con más fuerza, hasta terminar siendo asfixiante. Nadie podía imaginar las grandes cantidades de dinero que el dictador iba a ingresar  por la explotación petrolífera, la pesca, la madera y sobre todo, el tráfico de armas y drogas. Junto a esto la mirada complaciente y hasta cómplice, de los principales países que operan en Guinea, comenzando por España y terminando por las grandes petroleras norteamericanas.

Junto a este prolongado exilio, hemos soportado las cada vez más duras y difíciles condiciones de vida en los diferentes países. No es siempre fácil arraigar en un sitio, donde sabes que estás de paso. Por eso las dificultades para encontrar trabajo y las penurias económicas, han sido compañeras de viaje de la mayoría de los guineanos en el exilio. El desasosiego y la inquietud sobre la suerte de nuestros seres queridos en el interior de Guinea Ecuatorial y las noticias de fallecimientos y asesinatos de familiares nuestros, han ido haciendo cada vez más mella en nuestro ánimo.

Otro elemento que se ha añadido a la ya penosa situación de nuestro exilio, ha sido la persecución en los propios países de exilio por parte de el régimen de Obiang,  dispuesto a gastar todo el dinero que fuere necesario (y cuenta con mucho) para aplacar, comprar, aislar y hasta asesinar a los líderes opositores. Han sido muchos guineanos los que han muerto a manos de Obiang en el exilio. Uno de los primeros fue Bonifacio Ondó Edú, extraditado por Bongó desde Gabón en tiempos de Macías  y asesinado después en Guinea Ecuatorial por Obiang. Posteriormente, el presidente gabonés volvió a extraditar 50 disidentes más, que fueron de nuevo asesinados, entre los que se encontraba Francisco Javier. 

En realidad,  nunca han parado las extradiciones y secuestros, sobre todo desde Gabón y Camerún. Todos recordamos los últimos secuestros y posterior asesinato de José Abeso Nsue, Manuel Ndong Asema, Jacinto Michá Obiang y Alipio Ndong Asema. Se puede decir que en Camerún y sobre todo en Gabón, no se puede hacer críticas muy sonoras al régimen de Obiang Nguema y es imposible que cualquier líder opositor destacado, pueda hacer oposición en estos dos países.

Si desde los países periféricos de Guinea Ecuatorial, el régimen no ha permitido que se consolide una oposición seria, nos podemos imaginar el tipo de oposición que ha podido existir en el interior de nuestro país: sencillamente nula. Un auténtico camelo; una farsa engañosa, que ha llevado a la confusión de muchos guineanos y sobre todo, que ha lavado la imagen en el exterior de este régimen asesino, durante mucho tiempo. 

En España, también hemos sentido el frío aliento de Obiang Nguema, aunque el hecho de la pertenencia de este país a la Unión Europea, nos ha librado a muchos de la acción directa de los asesinos de Obiang, salvo algunas excepciones. Aquí en España, la principal forma de actuación de Obiang sobre la oposición ha estado marcada por el soborno y la compra de voluntades de algunos opositores, que se han prestado a minar a los principales partidos de oposición, sembrando la discordia y la división entre ellos. 

Casi todos los partidos hemos tenido entre nuestras filas, Bakales, Mocaches, Genovebas...., traidores, que sobornados con el dinero de Obiang, han querido atraer a muchos guineanos  incautos hacia el régimen, para que después de ser bien recibidos y sobornados por el dictador, ser eliminados posteriormente por este. Y si no han podido sobornar o engañar a algunos dirigentes, se han dedicado a sembrar cizaña entre sus seguidores, a crear divisiones y a cuestionar su autoridad. Estos casos también los hemos sufrido en el Partido del Progreso. Viendo Obiang, como el intento de asesinato, cárcel, aislamiento, etc, sobre su principal y temido rival político, Don Severo Moto, no había dado resultado, ha intentado, y a veces lo ha conseguido, comprar a algún que otro traidor o infiltrar en el Partido a algún elemento, con el objetivo de dividirlo.

Hay que reconocer que el Partido del Progreso siempre ha salido indemne de estos embates y como muchas veces repite nuestro Presidente: "he tenido muchas oportunidades de hacerme  rico (mediante el soborno por parte de Obiang) y todas las he rechazado, porque a mí solo me mueve y me moverá siempre, la democracia y la libertad de mi pueblo"). Esta es el mismo espíritu que anima a todos los militantes del Partido del Progreso, fuera y dentro de Guinea Ecuatorial; la lucha por la libertad de nuestro pueblo y la inquebrantable unión a nuestro fundador y líder, Don Severo Moto Nsa.

Y ha sido nuestro Presidente, el que ha alertado siempre de todas las trampas que ha ido poniendo la dictadura al pueblo guineano, bien mediante las elecciones amañadas, o los referéndum engañosos y sobre todo, mediante sus llamadas  a regresar a Guinea Ecuatorial,utilizando siempre la voz de los traidores, para una vez en nuestro país, ser sacrificados como a indefensos corderos.