Severo Moto firmando en el Libro de autoridades de una importante Catedral española
Por Severo-Matías MOTO NSA, Presidente del Partido del Progreso y Gobierno en el exilio de Guinea Ecuatorial.
Lo que sucede en Guinea Ecuatorial, especialmente desde que el presiente Obiang Nguema Mbasogo se deshiciera matando (por envenenamiento) al Excelentísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo de Guinea Ecuatorial, Dr. Rafael María NZE ABUY, C.M.F. no tiene más calificativo que la frase que venimos repitiendo en nuestros artículos: El cielo se ha pedido en el infierno de la Guinea Ecuatorial de Obiang Nguema.
MACIAS DIJO “NO”, A DIOS Y A ESPAÑA
(Antes, Francisco) Macías Nguema Biyogo, cabreado con la Iglesia, cerró todos los templos e iglesias del país, convirtiéndolos en almacenes estatales de productos chinos. Ordenó que los nombres de bautismo (él creía que eran todos nombres españoles) fueran borrados de los documentos oficiales y solo se utilizaran los nombres de la autenti-SI-dad africana. Metió en la cárcel a todos los sacerdotes que pudo. Durante su truculenta égida tuvo que exiliarse nuestro gran Arzobispo, Rafael María NZE ABUY (“Heriré al Pastor y se descarriarán las ovejas…”) Macías era todo un símbolo inequívoco de sinceridad violenta, y brutal transparencia. (Antes Francisco) Macías Nguema Biyogo, dijo un absoluto y rotundo “NO” a Dios y al Cielo. También a España.
OBIANG NGUEMA CONCILIA EL CIELO, EL INFIERNO Y ESPAÑA
Su sobrino (antes, Teodoro) Obiang Nguema Mbasogo, se llevó por delante a su tío Macías en un sangriento y traidor golpe de estado. Pero, conocedor de lo exitoso que había sido el sistema de gobierno de su tío Macías Nguema para subyugar al pueblo indefenso guineo, no dudó en heredar y dar continuidad al sistema (dictatorial-socialista-comunista) de su tío. Como esos ofidios, esas culebras venenosas, que muerden e inyectan su veneno en la herida; y soplan, de inmediato un aire frío, para evitar que la víctima se entere de la mordedura, Obiang Nguema, dotado de esa característica de hombre taimado, falso y mentiroso, dio a la dictadura de su tío Macías, ese soplo de aire frío que hace a sus víctimas (guineanos, españoles y otros extranjeros) no enterarse, o, muy tarde, del veneno inyectado. Con ese carácter taimado, con esta treta, Obiang Nguema Mbasogo ha conseguido conciliar en Guinea Ecuatorial al cielo y al infierno. Si Macías, simple y directamente ordenó el silencio a Dios, cerró las puertas de las Iglesias, y rompió con España; su sobrino, no solo ha abierto las Iglesias cristiano-católicas sino que ha franqueado las puertas, y colma de regalos, corruptelas y dones envenenados (coches lujosos, mujeres y lascivia) a todas las Iglesias y sectas de toda ralea; es ese soplo de aire frío que les permite olvidarse del profundo odio o desprecio que Obiang Nguema tiene a Dios, después de que sus medios de comunicación no han dudado en llamar, con absoluto consentimiento y gozo del propio Obiang Nguema, el “dios” de Guinea Ecuatorial
Obiang Nguema ha establecido una especie de convenio, en el que pide a Dios, a través de la Iglesia, su clero y su feligresía que, a cambio de construir una catedral, perdonarles la vida y acercarlos a su forma de vida y de maltrato al país; ellos, a su vez, le respeten su deidad en Guinea Ecuatorial, dándole la comunión, pidiendo por su larga vida y reservándole un lugar de preferencia en el Cielo. “…Yo te doy el infierno en la tierra (Guinea Ecuatorial) y tú me das la gloria, en el Cielo...” Obiang Nguema cree, incluso, que puede engañar a Dios.
La España atea que, como boa constrictor, ha enrollado el cuerpo y voluntad de Obiang Nguema Mbasogo durante los últimos años, tiene mucho de que alegrarse y que explicar…
No le faltan a Obiang Nguema, entre sus lobbies, quienes se alegran y se sienten a gusto, con esa deriva atea, con esa burla de Dios, que, evidentemente, nunca hubiera aguantado el llorado y venerable Arzobispo guineo, Rafael María NZE ABUY, C.M.F., mártir de la democracia y la libertad de Guinea Ecuatorial. Su muerte, por envenenamiento, lo explica TODO.
En ese terrible cataclismo, en ese “no vas más” del dislate, pérdida de horizontes y absoluta debacle social, religiosa, política y económica, no puede extrañar que un Obispo pida a Dios que alargue la vida al “dios” de Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema; en un proyecto de conciliar la larga coexistencia, en nuestro país, del Bien y el Mal.
La noticia recién aparecida de un posible descubrimiento del Arca de Noé, en el Monte Ararat, debía haber inspirado al Obispo guineano para pedir a Dios que nos salve de la condena eterna a todos los guineanos que no tenemos la capacidad de deshacernos, sino de ayudar a alargar, el infierno de Obiang Nguema Mbasogo, en Guinea Ecuatorial
Recuerdo el cariñoso recibimiento y acogida de que fui objeto, con mi esposa, de parte de un gran Arzobispo español, en mi desesperado exilio, en España:
- ¿Qué podemos hacer (me preguntó el Arzobispo) por vosotros?
- Monseñor, pido que el Vaticano se interese por la Iglesia de Guinea Ecuatorial, y la salve y proteja. Obiang Nguema tiene a la Iglesia guineana metida en un pozo imposible de miedo.
