viernes, 18 de noviembre de 2011

LAS EXPLOSIVAS RELACIONES, JOSÉ OLÓ OBONO- TEODORO OBIANG NGUEMA.



 
(A CARA DE PERRO)

Nuestras fuentes, desde el Palacio presidencial de Obiang Nguema, en Malabo, nos hacen llegar nuevos datos esclarecedores, sobre el asunto del dinero robado a Obiang Nguema en Beirut (Líbano) entre José Oló Obono y  Tueni, el abogado libanés de Obiang Nguema. Este robo constituye hoy la espoleta que ha reventado una larga amistad oculta entre Oló y Obiang.

Es, en definitiva, la historia del “ladrón robado…”   en la que en este caso Oló Obono, corre el natural peligro de llevarse las de perder, al tener cogido, por donde más le duele, a Obiang Nguema Mbasogo.


Nuestros lectores recordarán la historia:

Obiang Nguema Mbasogo  que ha  perdido, hace unos años  todas las querellas y juicios en su intento de abrir causas judiciales en varias partes del mundo en el contexto del supuesto intento de golpe de estado de 2004, a la espera de conseguir alguna ventaja del acuerdo entre José Oló y Simon Mann, cabeza del supuesto golpe,  quien en aquellos momentos estaba encarcelado en Black Beach. Obiang Nguema desplazó a Oló Obono a Beirut para ver la posibilidad, con el abogado libanés TUENI, de iniciar una investigación judicial, a través de la oficina del Fiscal General libanés.

Tueni presentó a Obono al Fiscal General de Líbano, Sr. Sayyed MIRZA. Después de una larga reunión, Mirza aceptó ayudar, e informó a Oló Obono que iba a comunicarle  sus ideas y deseos a través de Tueni. Cuando este comunicó a Obono que Mirza pedía, (solo), 1 millón de Euros, Obono y Tueni decidieron proponer a Obiang Nguema un precio  muy superior (5.000.000  de Euros) y se repartieron y embolsaron la diferencia, como ya hemos contado en otra ocasión. Tueni recibiría el dinero, se haría responsable del pago a Mirza y repartir el resto con Oló Obono. Mirza, por su parte, procedió a iniciar la investigación judicial.


El tío de Obiang Nguema, Manuel Nguema Mba, entra en escena


Un año después, José Oló presidió una delegación para visitar al Ministro de Justicia libanés, acompañado del General Manuel Nguema Mba, Secretario de Estado de la Seguridad de Guinea Ecuatorial y tío de Obiang Nguema Mbasogo. Durante esta visita Nguema Mba descubrió el apaño entre Tueni y Obono y propuso ser incluido en el reparto del robo. José Oló se negó en rotundo. A su regreso a Malabo, Nguema Mba, se chivó a su sobrino Obiang sobre el pufo. Y aunque Oló Obono, a su vez, acusó al Secretario de Estado de Seguridad de haber participado en el fraude, Obiang Nguema creyó –naturalmente- en su tío; y Oló fue a dar  con los huesos en la cárcel de Black-Beach, tras haber sido fulminantemente expulsado de su cargo de Ministro de Justicia.


Oló Obono se declara culpable, pero implica al libanés TUENI


Tras haber estado en Black-Beach en el pasado, conociendo el peligro, Oló Obono decidió reconocer su culpabilidad y procedió a devolver el dinero defraudado, no sin antes inculpar a su socio Tueni de haber sido el que inventó el pufo. Así, Oló perdió su alto cargo; pero no fue reducido de nuevo a la prisión. Las fuentes aseguran que Obiang Nguema decidió no devolver a la prisión a Oló, porque sabe  que Oló es un perfecto conocedor de muchos asuntos delicados de la familia de Obiang Nguema y sus secretos.


Un pacto mutuo de silencio.


En estos momentos Obiang parece estar reconsiderando la historia de Beirut, siempre  que Oló  guarde silencio y se porte bien… 

Obiang Nguema, de todos modos cree que José Oló Obono, en su situación actual, pude estar detrás de la información, de primerísima mano, ofrecida al Departamento de Justicia Norteamericano, y que acabó en la acusación del hijo de Obiang Nguema,  Teodorín Nguema Obiang. Pasa -dicen  las fuentes- que como Obiang no tiene las pruebas para acusar a Oló Obono directamente de ello, está utilizando el comportamiento fraudulento de  Oló en Beirut para tenerlo controlado.


Y quien con Obiang Nguema, se acuesta, Oló Obono se despierta…


Cualquier análisis o resultado final que tenga esta larga historia de amistades rotas, lo incuestionable es que Obiang Nguema Mbasogo abrió el camino de los fraudes y “delitos”, al usar a Oló Obono para sobornar (en su clásico estilo) a Mirza, en Líbano. No menos jugó Oló al quedarse la mayor parte del dinero, cuando lo pidió a Obiang para pagar, con él, a Mirza. Obiang, evidentemente vuelve a entrar en su modo clásico, al intenta cerrar, por este hecho, la boca de Oló, asegurándose de que este no va a abrir la boca sobre tantos otros actos ilegales cometidos por Obiang  y su entorno.

La broma y la ironía macabra  de estas relaciones entre Obiang Nguema y José Oló, es que  se basaran en el deseo de Obiang de hacer Justicia en Guinea Ecuatorial confundiendo sus deseos con sus métodos dictatoriales.  Pudo sentirse Oló agasajado por su amigo Obiang al ser puesto en sublimes puestos de una justicia al estilo de Obiang Nguema. Pudo igualmente pensar que su preparación académica le serviría para escaquearse del control de Obiang Nguema y burlarse de él. Posiblemente se olvidó de que para eso de sisar, quedarse dinero, robar y esconder lo robado, ni hace falta haber estudiado en una Universidad, ni nadie puede superar a su amigo Obiang Nguema. Los jugueteos con la Justicia al estilo de Obiang Nguema están llevando a José Oló a ser perseguido (quizás no precisamente en Guinea Ecuatorial…) y corre peligro de ser conducido a su punto final, junto a Obiang Nguema.

El difícil, pero inapelable dilema de Oló Obono, no es otro que eso: O permanece en silencio, callado, mudo y muere bajo esa losa, en fidelidad y complicidad con Obiang Nguema; o se salva colaborando con la Justicia, contando tanta verdad y tantos delitos contra la Justicia, como sabe y conoce de su peligroso amigo, Obiang Nguema Mbasogo.