martes, 5 de abril de 2011

LA UA ENSANGRENTADA, LA CAÍDA DE GADDAFI Y LA AGONÍA DE OBIANG

Daniel Oyono


Como todo los déspotas, los dictadores terminan siempre como empiezan, derramando cada véz más la sangre de los Pueblos que han tenido la desgracia de encontrarse atrapados en sus crueles telarañas.

Armados y protegidos de antaño por las potencias industriales, democráticas o no, con la excusa de preservar sus intereses económicos en la mayoría de las veces, éstos gobiernos hacen la vista gorda en todo cuanto se refiere a la violación sistemática de los derechos humanos y a la imposición de una política irracional de restricción total de las libertades fundamentales de los Pueblo.

Al encontrarse en éste estado de máxima pobreza, sin acceso a la educación, a la sanidad, a agua potable, encerrados dentro de un régimen de desigualdades y de injusticia sectárea cruel en su propio País, sin un presente ni un futuro para sus hijos, con la única alternativa de cárcel o exilio, los Pueblos finalmente se explotan y salen a la calle para exigir sus derechos secuestrados violentamente durante largas décadas y deciden romper las cadenas de la explotación y de la exclavitud y expulsar del poder a éstas corruptas familias mafiosas.

Ante éstas evidencias categóricas, los gobiernos protectores de los dictadores, les muestran la otra cara, la más féa y los abandonan a su suerte. Éstos, que se exibian de dioses intocables, pero que en realidad a la hora de la verdad, son sólo unos cobardes frente a los Pueblos, sólo tienen dos rutas; huir como cualquier ladrón o morir matando.
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Estamos asistiendo en éstos dias a la caída inminente del Coronel Muammar Gaddafi, incapaz de ver la realidad del Pueblo libio sometido a cuarenta años de ausencia de libertades y de democrácia, de justicia social y de igualdad, impuestas por su régimen, decide silenciar al Pueblo sembrando el terror, destruyendo y matando, cuando era más fácil responder positivamente a sus preocupaciones en un País que les pertenece.

La mayoría de los dictadores, toman el poder mediante golpe de Estado, (caso de Libia y Guinea Ecuatorial), secuestran la soberanía de los Países, sus riquezas naturales  que consideran propiedades privadas suyas, los Pueblos son sus rehenes y ejercen el poder arbitrariamente para beneficio personal, de sus familias y los partidarios del régimen impuesto, concentrados siempre en torno a un Partido político totalitario. Se proclaman grandes nacionalistas patriótas cuando en realidad  se dedican a esquilmar frenéticamente las riquezas de los Países llevando todo el dinero en los Países de sus protectores, mientras que la inmensa mayoría de la población se halla en la miseria más absoluta.

Para los guineanos que luchamos por la instauración de las libertades democráticas en Guinea Ecuatorial, no nos ha sorprendido la reacción del dictador Teodoro Obiang, reclutando y pagando merecenarios con dinero guineano que participan de lleno al lado del coronel Gaddafi en su determinación de masacrar al Pueblo libio y de paso, amenazar a sus protectores y a la Otan que se abstengan de intervenir en Libia.

Simplemente se ha anticipado a prestarle servicios vitales, esperando recibir la misma generosidad diabólica del coronel libio cuando él se encuentre dentro de muy poco en la misma situación, pero es una cáusa perdida; ya nada y nadie puede salvar ni permitir salvar a su amigo de la caida, está haciendo un servicio inútil que sin embargo, las nuevas autoridades revolucionarias libias tendrán en cuenta muy pronto.

La Unión Africana ha quedado avergonzada y humillada internacionalmente con la crisis de Libia, no se la ha tenido en cuenta, sus representantes, ni el Presidente de la Comisión ni el Presidente en ejercicio, coronel Teodoro Obiang han sido invitados en las reuniones de París y Londres, convocadas respectivamente por el Presidente galo Nicolas Sarkozy y el Primer Ministro británico David Cameron.

La última cumbre de la Unión, al designar Presidente en ejercicio
 al dictador Teodoro Obiang con sus archiconocidos antecedentes, cerró la puerta a África. (Hace poco, en Agosto del pasado año, fusiló públicamente a cuatro compatriotas opositores políticos, entre otras crueldades).

Ningún Jefe de Estado o de Gobierno democrático del Mundo, hoy por hoy, le hace gracia recibir o fotografiarse con el que es considerado el más grande depredador de las libertades y de los derechos humanos, mucho menos, con la actual corriente histórica de rebellón y liberación de los Pueblos oprimidos y explotados por las tiranías corruptas, apesar de los fuertes intereses energéticos que pudieran existir, la libertad y la democrácia se imponen frente a la atracción del dinero robado por los autócratas y la corrupción que les rodea.

¿Quiénes son realmente los asesores nacionales e internacionales de Teodoro Obiang, cuando irrumpe y amenaza con el casquete de la Unión Africana (UA) a los gobiernos democráticos de la Otan sobre la no intervención militar en Libia?, ¿acaso no conoce o no le han aleccionado sus asesores, sobre el contenido de la carta fundacional de la UA y  el papel del presidente en ejercicio?, ha sido realmente patético; la escena internacional no es la local, hace falta tener madurez y dominar sus mecanismos. El coronel dictador saltó para mostrar sus pequeños músculos, y ya está arrepentido por las bofetadas que está recibiendo de sus amos junto al abuchéo de sus colegas africanos, responsables de su designación al frente de la UA.


El presidente de turno no tiene poderes ejecutivos, es portavóz  de las decisiones colegiadas de la conferencia cumbre de Jefes de Estado o de Gobiernos, o en su caso de una reunión extraordinaria convocada por un probléma de urgencia que afecta principalmente a África y asus intereses (conjunto de los Estados miembros), decisiones casi siempre tomadas por unanimidad, de las cuales  el Presidente en ejercicio, es un simple portavóz, pero no puede pronunciarse en nada que pueda comprometer a la Unión sin el acuerdo prévio de todos.

Para empezar, antes de proferir amenazas contra la Otan o enviar tropas mercenarias en la guerra de Libia para defender al coronel Gaddafi que lucha contra su Pueblo, debía convovar primero una reunión extraordinaria de ministros de asuntos exteriores para abordar el tema, seguida de otra de sus homólogos para tomar una decisión.

El dictador Teodoro Obiang, sin ninuga experiencia en grandes temas de política internacional, debe dejar de fanfarronerias y ser un poco más prudente y reservado para ser el Portavoz del Continente; le falta inteligencia para poder discernir y disociar sus acciones y posicionamientos con la UA y su condición de Jefe de Estado en su ejercicio actual.

 Con ésta confusión de papeles, la Unión Africana, debería volver al sistema de la elección por votación de los Presidentes en ejercicio entre diferentes candidaturas, en lugar de designarlos por rotación y evitar así que ciertos personajes de los que los africanos nos sentimos avergonzados, puedan acceder a la alta representatividad de la Madre Patria África y mancillar su dignidad internacionalmente.

 Los pocos Presidentes democráticos, elegidos democráticamente, deberian reivindicar el respeto internacional de África, designando siempre al frente de la Unión a un Jefe de Estado respetado local e internacionalmente. Con el coronel dictador Teodoro Obiang al frente de la UA, África no tendrá un interlocutor a nivel muncial durante todo el año. África estará ausente sin voz durante la próxima Asambléa General de la ONU y en los foros internacionales, en un año en continuo movimiento, de trascedentales acomntecimientos y de cambios.

Con la continuada deserción de los más íntimos colaboradores del coronel Gaddafi, los ministros de soberanía (asuntos exteriores, justicia, interior, servicios especiales y servicios de seguridad, generales de la guardia presidencial, embajadores, ONU, Washington, Londres, Francia, etc.etc., hombres de negocios testaferros), y el reconociemto oficial con intercambio de embajadores con el Consejo revolucionario (gobierno provisional), por las potencias occidentales, sus antiguos aliados que le combaten en la actualidad, su suerte está echada, su caída es inminente.

El panorama es francamente desolador para el dictador Teodoro Obiang, no tendrá la reprocidad que esperaba con su apoyo al dictador libio. Lo único que le queda, después de más de tres décadas de confiscación de poder utilizandolo contra nuestro Pueblo y para su beneficio personal, el de su familia y su régimen, y de haber secuestrado a nuestro País y su soberanía nacional, es abrir ya una gran apertura política general y establecer el proceso de transición con la verdadera Oposición política mediando la alternancia de poder, caso contrario, nuestro Pueblo decidirá.

 Éste año es el de la recuperación de la soberanía de los Pueblos aún bajo la dominación y explotación de las dictaduras mediante la revolución nacional y entre éstos, Guinea Ecuatorial.

Daniel M. Oyono
danieloyono@gmail.com
Madrid, 3 de abril de 2011