martes, 22 de febrero de 2011

La ´realpolitik´ occidental

 

FUENTE:  http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=649173

La ´realpolitik´ occidental

Los europeos si hacemos negocio nos parece irrelevante que un país tenga una despiadada y larga dictadura.

21/02/2011 CÁNDIDO Marquesán 

Resulta cuando menos sorprendente que el mismo día que se ha producido la caída de un dictador, como Hosni Mubarak en Egipto, una representación diplomática española encabezada por José Bono, presidente del Congreso de los Diputados, con parlamentarios del PSOE, PP y CIU y los consiguientes empresarios visiten y agasajen a otro dictador africano de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, este último especialmente sanguinario. España a través de la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha calificado de "histórico" que el pueblo egipcio haya tomado "las riendas de su propio destino" tras la marcha de Hosni Mubarak, ya que "facilitará una transición más rápida hacia la democracia"; y a la vez ha declarado que la visita a Guinea Ecuatorial es "un viaje bueno para los intereses de España". Parecen difíciles de compatibilizar ambas afirmaciones.



La actuación de la diplomacia española tampoco es novedosa, ya que es la misma que practican el resto de los países de la Unión Europea. Es la realpolitik. Todos hemos apoyado a toda la retahíla interminable de dictadores del Norte de África y de Oriente Medio con razones de carácter económico, tales como el abastecimiento energético y el control de movimientos migratorios; y de estrategia política, ya que así nos veíamos algo más libres del fundamentalismo islámico, mientras que hacíamos la vista gorda a las violaciones de los derechos humanos y a una corrupción impresionante. La actuación de los Estados Unidos es semejante y conocida por todo el mundo, ya que Egipto ha sido el mayor receptor de su ayuda económica por décadas. Solo superado por Israel. El Cairo ha percibido en los últimos años 1.550 millones de dólares de los cuales, 1.300, han sido destinado a fines militares, para asegurar el status quo. Apenas 250 millones para programas sociales. Ahora cuando los pueblos de Túnez, Egipto, Argelia además de otros, se han lanzado a la calle para conseguir la democracia, la Unión Europea y Norteamérica descubren la conveniencia de las libertades políticas en estos países. A buenas horas mangas verdes. Este problema no lo tiene China, seguidora de la doctrina Estrada. Como muy bien señala Marcos Peckel "Este dilema diplomático y político no lo tiene nunca China, que desarrolla una diplomacia puramente de intereses, independiente de quién está en el poder, sin descalificar a nadie, ya sean dictadores, demócratas o terroristas, calibrando únicamente qué tantos negocios se pueden hacer con este o aquel régimen, qué tanto petróleo tienen y qué tantos productos chinos pueden comprar. Las crisis regionales no afectan a China, que en Oriente Medio mantiene excelentes relaciones comerciales y de otra índole con Israel, Irán, Siria, Arabia Saudita y Turquía. Los chinos ni se han manifestado frente a la crisis egipcia ni nadie espera que lo hagan. Harán negocios con el que suceda a Mubarak, sea quién sea".

Retornando a Guinea Ecuatorial, Bono le ha dicho a Obiang "Es muchísimo más lo que nos une que lo que nos separa". Es cierto, el idioma, pero también el petróleo y los intereses comerciales. España es, tras Estados Unidos y China, el tercer socio comercial del país africano. En 2009 España vendió a Guinea un montante de 194 millones de euros en maquinaria, automóviles, bebidas y material eléctrico. Ese mismo año, España importó productos de Guinea por valor de 458 millones de euros, básicamente petróleo y derivados. Hoy están allí empresas españolas: Unión Fenosa (con una participación del 5% en el consorcio de explotación de gas natural 3G Guinea Gas Gathering), Repsol (se adjudicó en 2009 los derechos mineros sobre un bloque de exploración), y Enbasa (dedicada al envasado de agua, vino y refrescos y que posee la principal planta industrial agroalimentaria del país). Por ende, parecen muy apropiadas para el hecho que estamos comentando lo que dijo hace ya más de un siglo el Conde Romanones "Buscar el fundamento de las amistades internacionales en la afinidad de las razas, en la identidad de la sangre y del lenguaje, es una falacia engañosa. Todo lo antedicho sólo sirve como tropos para los juegos florales. En la política exterior sólo tienen primacía los intereses".

Esa aspiración tan tiempo anhelada por nosotros los españoles de incorporarnos a Europa, la hemos conseguido plenamente. Ya somos europeos. Actuamos en nuestras relaciones internacionales igual que los franceses, los alemanes, los británicos- No hay diferencia alguna. Si hacemos negocio y firmamos acuerdos comerciales, nos parece irrelevante que un país tenga una despiadada y larga dictadura, en la que no se respeten los derechos humanos, como está ocurriendo en Guinea Ecuatorial o que la corrupción llegue a unos límites intolerables, que ha permitido que Obiang sea una de las mayores fortunas del continente. La actuación española actual con Obiang, es la misma que la que mantuvieron los Estados Unidos con el régimen de Franco, en el contexto de la Guerra Fría, al firmar en 1953 unos acuerdos por los que a cambio de la ubicación de las bases americanas el régimen de Franco recibió cuantiosas ayudas de carácter militar y económico, además de un reconocimiento internacional. Este el mundo que entre todos hemos forjado. Y luego los europeos, no tenemos inconveniente alguno en considerarnos los herederos de los principios de la Ilustración y la Revolución Francesa. Y además nos lo creemos. Profesor de Instituto