viernes, 4 de febrero de 2011

¡DON VICENTE, MARQUÉS DE DEL BOSQUE, FELCIDADCES!



¡DON VICENTE, MARQUÉS DE DEL BOSQUE, FELCIDADCES! 
Severo-Matías MOTO NSA, Periodista hispano-guineano

Acabábamos de estrenar una sede para el recién nacido Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio; en el corazón del Barrio del Pilar. Salimos, a la hora del almuerzo, a un restaurante cercano a nuestra sede. Y mientras nos hallamos compartiendo mesa entre varios miembros del Gobierno en el exilio de Guinea Ecuatorial, lo vi entrar por la puerta del restaurante; (mudez sonora, férrea personalidad arrolladora y fecundo carisma humanista) y se sentó justo en la mesa cercana a la nuestra.

  • Creo que es Vicente Del Bosque –alerté a mis compañeros-
  • No creo –me respondió el Vicepresidente del Gobierno en el exilio- Luego volvió la vista y casi gritó: Pues sí, dices la verdad. Es el mismo.
  • ¡Qué raro y qué coincidencia!-añadí yo- Le saludamos después, concluí.
Al final de nuestro almuerzo, y como si fuera una apuesta, me acerqué a Don Vicente:
  • Hola, señor –Le di la mano- Usted es Don Vicente, seguro
  • Sí, sí
  • Yo soy Severo Moto, de Guinea Ecuatorial
  • Ah, sí. ¿Qué tal todo?
  • Muy bien. Era solo para saludarle y felicitarle por lo bien que lo hace Usted en el futbol.
  • Muchas gracias.
Ocho años después de este encuentro, y de seguir admirando la estela fulgurante de un Entrenador del Real Madrid; a un Seleccionador Nacional español de un triunfador del futbol mundial, me he despertado hoy temprano animado por la noticia, en la COPE, del título de Marqués de Del Bosque, a Don Vicente; otorgado por Su Majestad, Don Juan Carlos, Rey de España.
Nacido español y de raigambre cultural hispana, nada español me resulta ajeno. Por eso he invitado al Gobierno en el exilio y al Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial; para que, en vez de estrecharle, solo, la mano, celebremos, de pié, con una ovación a este nuevo Noble de España, Don Vicente Marqués de Del Bosque; y a Su Majestad el Rey de España, Manantial de la grandeza de la Hispanidad, a la que pertenecemos tantos millones de hispanohablantes.