jueves, 27 de enero de 2011

SITUACION DE EMERGENCIA EN LA AGRICULTURA DE GUIENA ECUATORIAL





Por Juan Cuevas

No se puede entender, que  los ingentes ingresos procedentes del petróleo, en estos últimos años, no hayan servido para mejorar la agricultura, por el contrario, esta se ha ido abandonando año tras año, hasta entrar en una situación de marginalidad y subsistencia.

¿Cómo es posible que la contribución de la agricultura a la economía, suponga actualmente solo el 3 % del PIB y que la población dependiente directamente de ésta, se eleve al 68 %?. Estos datos tan escandalosos, avalan lo que en el Gobierno en el Exilio, siempre hemos estado denunciando: que un alto porcentaje de la población esté totalmente marginada, en favor de una minoría 
privilegiada. 

Otro dato que evidencia la situación de abandono en la agricultura, es que sólo se encuentran bajo cultivo el 26 % (220.000 Has.)  de las 850.000 Has. potencialmente agrícolas. Y  de esta superficie en cultivo, cerca del 20%, corresponden a las plantaciones de cacao y café, en manos de compañías extranjeras, principalmente españolas.

Pese al potencial agrícola descrito, el balance comercial de este sector es claramente deficitario. Se estima que la producción  nacional agrícola no satisface más del 30%, de la demanda interna, el resto se cubre con importaciones, principalmente de Camerúm. Por ejemplo, GE importa alimentos básicos como: arroz, trigo, leche, carne de pollo, azúcar, etc. Según datos de estudios serios, el déficit agrícola se ha multiplicado por 3, en los últimos 10 años.

La mayor parte de esta agricultura es de subsistencia, muy atrasada, sin  la utilización de fertilizantes y con pocas técnicas modernas de cultivo. Se trata de una agricultura extensiva,  con cultivos tradicionales como, yuca , ñame, cacahuete, malanga, etc. Sus suelos sólo son productivos un máximo de 2 años y han de dejarse de 5 a 10 años de barbecho.

Al entrar en la página Oficial del Gobierno de Guinea Ecuatorial, y  examinar toda la cantidad de altos cargos que engloba a este sector, quedamos atónitos. Existe el correspondiente Ministro de Agricultura y Bosques; el de Medio Ambiente y Pesca; el Viceministro de Agricultura y bosques; el otro Viceministro de Medio Ambiente y Pesca; el Consejero de Pesca y Medio Ambiente; el otro Consejero de Agricultura y Montes; ocho Directores Generales de agricultura y un Inspector General del Ministerio de Agricultura.

Si lo comparamos con España, cuya agricultura es 15 veces superior a la de Guinea Ecuatorial, comprobamos la existencia de un solo ministerio, que engloba a la Agricultura, el Medio Marino y el Medio Ambiente, con sus correspondientes Directores Generales.

Toda esta sobredimensión de altos cargos dedicados a la agricultura no ha solucionado para nada el problema, bien al contrario, sigue empeorando. Esto evidencia  el  fiel reflejo de la ineficacia e incompetencia, de un gobierno en declive, que sólo piensa en la forma de enriquecerse ellos  mismos  y su entorno próximo.

Frente a todo este cúmulo de despropósitos, existe un trabajo callado y minucioso por parte del
Gobierno en el Exilio, que ve en la agricultura y en la ganadería, la más eficaz forma de cubrir las necesidades básicas alimentarias de los ecuatoguineanos, con productos de calidad y sin 
tener que depender de terceros países. Para poder conseguir estos objetivos, hay que tomar medidas como:

- La introducción de nuevas técnicas de cultivo y explotación de ganado (fertilizantes, riego por goteo, nuevas variedades, empleo de grandes cantidades de materia orgánica y el
engorde intensivo de animales), que lleven a la modernización de todas las explotaciones.

- Poner en manos de los ecuatoguineanos, mediante una reforma agraria profunda, las tierras de cultivo abandonadas y aquellas otras que les fueron arrebatadas injustamente.

- Dedicar un porcentaje importante, de los ingresos del petroleo, a la mejora del sector agrario.

- Creación de plantas de compostaje, que aprovechen los resíduos orgánicos industriales, los domésticos, los de la actividad agrícola y los detritus del bosque, para convertirlos en abono orgánico, necesario para los cultivos.

- Una labor sería de investigación y divulgación de nuevas técnicas y cultivos, al servicio del agricultor.

- Disponer de créditos bancarios y subvenciones estatales, destinadas a los agricultores.

- Creación de un mercado de productos, al alcance del agricultor (semillas, abonos, maquinaria,
herramientas y aparatos diversos), para mejorar la actividad agrícola.

- La  creación de mercados en origen y en destino, que den salida a los productos agrarios ,
poniéndolos fácilmente a disposición de la población.

Con todas estas medidas, se prentende que los guineanos se incorporen a la agricultura como
auténticos empresarios, y no como simples braceros de grandes plantaciones dirigidas por otros empresarios extranjeros.