martes, 19 de enero de 2010

Preparados para la Democracia




Armengol Engonga, en primer plano y el Presidente, Severo Moto




Hablar de Guinea Ecuatorial es contar una historia de rapiñas y robos que afectan a todo el patrimonio de sus habitantes. A pesar de ser un territorio bendecido por su indiscutible belleza, también, nos encontramos con petróleo, pesca en abundancia y productos y frutos de su exultante bosque tropical. A nuestro país, casi no le falta de nada… en todo caso le sobra una pandilla de matones y violentos que, comandados por el tirano Teodoro Obiang Nguema, dilapidan toda la riqueza sin el más mínimo pudor. Mientras algunos han de guardar el dinero en bolsas, otros viven con menos de dos euros/día.

Recientemente se ha celebrado una escenificación, más grosera imposible, para hacer creer, si es que alguien se lo cree (al margen del diputado español Arístegui, del PP) que Guinea Ecuatorial es un lugar paradisíaco donde vivir e invertir. Una nueva estafa al pueblo que seguirá instalado en su miserable pobreza mientras los bandidos que los gobiernan se llenan los bolsillos a manos llenas.

El drama de Guinea Ecuatorial es que se gobierna a golpe de violencia y a golpe de talonario. No saben otra cosa que golpear y destruir todo aquello que no entienden.

Teodoro Obiang Nguema ha vuelto desoír las recomendaciones de todo el mundo civilizado, incluido el ministro español Moratinos, de que levante la presión a la que somete al pueblo. No ha escuchado a nadie. En su arrogancia, el tirano, ha anunciado que se perseguirá la corrupción de su gobierno y claro, le ha faltado decir que va a ordenar su propia detención y él mismo se juzgará. No se puede ser más incompetente e infame.

Nada se ha dicho de la aplastante abstención y faltas de ganas, de los guineanos, de ser comparsas de semejante personaje. El pueblo guineo ecuatoriano no quiere servir de escudo humano para una de las tiranías más abyecta de la Tierra.

Estoy seguro que la historia no nos hará ningún favor y que hasta los alemanes, los del Este, los que se decían o se hacían llamar República Democrática de Alemania, hubieron de esperar décadas antes de que el muro que le impedía mirar otros horizontes, fuera demolido por la fuerza de la razón. En Guinea Ecuatorial esperamos la caída de nuestro muro y el compromiso de los países democráticos para salir de esta terrible pesadilla que tanto daño y retraso ha producido en el futuro de nuestro país.

Desde hace cerca de seis años, venimos trabajando por presentar ante el mundo la verdad sobre nuestro país. En el exilio, si medios y con una más que palpable persecución por parte del Gobierno español hemos creado una alternativa que representa los beneficios de las cosas bien hechas. El Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, es la clara representación de la voluntad de muchos guineos ecuatorianos que están dispuestos a trabajar por el bien común. A partir de esta plataforma política, hemos recabado datos, redactado informes y proyectos y consultado con técnicos de experiencia y profesionalidad contrastados. En seis meses podíamos poner en marcha un Proyecto de Reanimación socio económico que ilusionaría a todo el país. Nuestros protocolos de actuación casi nos garantizan el pleno empleo en un periodo no superior a los tres años. Estamos trabajando para tener todo bien ajustado y poder presentarlo a los ciudadanos con la esperanza de que nos otorguen su confianza.

Desde el Gobierno en el exilio trabajamos por un país que redistribuye sus beneficios entre todos los ciudadanos. Como responsable político y como Vicepresidente del Gobierno en el exilio, aspiro a ver a las generaciones más jóvenes formándose para aportar esos conocimientos para el bien común. Los distintos ministerios ya tienen planes, muy avanzados, para salir de la tragedia en la que nos ha sumido Obiang y su banda. Queremos trabajo para nuestra gente y futuro para nuestros hijos.

El Gobierno en el exilio es una experiencia de lo que puede ser posible en nuestra Patria. Queremos transparencia y eficacia. Trabajamos para gobernar con éxito nuestro país.

Cada vez que me reúno con el Presidente Moto y con mis compañeros, los Ministros; siento un sano orgullo por pertenecer a este equipo. Hombres y mujeres de Guinea Ecuatorial que creen en sus posibilidades y que saben que el pueblo elegirá a sus representantes con criterios objetivos. No me cabe duda que la Libertad y la Democracia serán infinitamente mejor que este tipo de tiranía barriobajera que administra el sátrapa Obiang Nguema. Los Guineo ecuatorianos, necesitamos una administración que sirva para dignificar nuestras vidas y poner en valor todo el potencial de nuestra gente.

Todo está listo para poner a funcionar el país y lo único que hace falta es acabar con la tiranía y marcar un rumbo que vaya, inexorablemente, hacia la democracia plena de nuestro querido pueblo.