Severo Moto se asoma, una vez más, a esta pequeña pantalla que pretende ser un embrión de la transparencia y honestidad informativa del Gobierno en el exilio.
Desde la pureza de las cosas sencillas, Moto, habla para quien quiera escucharle. Mientras en el país rige la brutalidad como una seña de identidad de los detentadores del poder, Moto abre un canal de expresión, humilde pero efectivo, con el que comunicarse con su pueblo.