martes, 8 de julio de 2008

Severo Moto, la fuerza de la verdad


Armengol Engonga, Vicepresidente del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, está ofreciendo constantes entrevistas a medios españoles e internacionales con el fin de llamar la atención de la Comunidad Internacional ante el acoso descarado y sinvergüenza de la dictadura con la no poca complicidad de gobiernos de países democráticos.


Los exiliados son cada vez más contestarios y reaccionan contra la injusticia del encarcelamiento de Severo Moto en una cárcel española. Moto cuenta con la simpatía de un pueblo que no duda en tomar buena nota de como están tratando a su máximo exponente de la oposición a la dictadura y de la lucha por la libertad y la democracia.



El trabajo callado y discreto del Gobierno en el exilio


El Vicepresidente del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, Armengol Engonga, no para de trabajar desde hace algo más de una semana. Se nota en el ambiente que los acontecimientos se precipitan y que la resistencia pasiva del maltratado pueblo guineano empieza a enseñar los dientes y cada vez son más las adhesiones al proyecto que lidera el disidente Severo Moto, preso de manera inexplicable en una cárcel española.

Engonga lleva varias entrevistas en una tarde y es que, no en vano, el trabajo de todo el equipo –como le gusta recalcar al Vicepresidente- hace que la voz de la disidencia y del exilio desborde los complicados mecanismos de la censura y la intoxicación informativa.

En los últimos días se reciben cartas de exiliados repartidos por todo el mundo que ven en el grupo del Gobierno en el exilio una plataforma sólida para responder a los retos del futuro en Guinea Ecuatorial. Armengol Engonga destaca que ha sido un camino muy complicado el de esta formación “política-práctica”, como denomina al Gobierno de Moto, que ha sufrido todo tipo de reproches e incomprensión por parte, incluso, del resto de formaciones y colectivos de la oposición exiliada. El Vicepresidente, respondía así a un periodista “al principio invitamos a muchos a participar de este proyecto porque si de algo estamos convencidos es del modelo democrático. Sin democracia no hay progreso y nosotros no somos, precisamente, excluyentes”.

Armengol se lamenta que muchos exiliados han puesto más empeño en desacreditar a Severo Moto que ha trabajar por la democracia y al final, como él dice, “La realidad es muy tozuda, muy machacona, y ahí está Severo Moto… que ha sufrido lo que nadie por llevar la paz y la justicia a su pueblo”.

Severo Moto y el largo camino del exilio





“La historia hará justicia con este hombre”, dice el ministro portavoz, Manuel Bang, al referirse al Presidente Moto.

No es para menos. Severo Moto ha sido y es un incansable luchador por la libertad y la democracia de Guinea Ecuatorial y ha sufrido persecución, malos tratos, amenazas de muerte y prisión por enfrentarse a las distintas dictaduras que han asolado el país.

Si hacemos una breve retrospectiva lo situaremos en la primera dictadura con Macias en la que le encargan la responsabilidad de “Infotur”, una especie de Información y Turismo que empieza con éxito, le siguen las envidias y acaba apaleado en una cárcel del régimen despótico. Le sacan de ahí tres años más tarde en 1979 el mismísimo Obiang que tras el Golpe de Estado pretende emprender el camino de la democracia y todos le creen.






Severo Moto es llamado para convertirse en la figura mediática del nuevo gobierno y lo nombran Secretario de Estado de Información y es el encargado de presentar la nueva cara de Guinea Ecuatorial a la comunidad internacional hasta que descubre que no hay solución con Teodoro Obiang, sobrino del anterior sátrapa.

Severo Moto no está de acuerdo y decide presentar su dimisión…posiblemente sea la primera dimisión que se produce en el continente africano por no estar de acuerdo con las prácticas despóticas de su jefe.






En 1981 se despide y comienza a trabajar para la Agencia Española de Noticias EFE y para Televisión Española bajo la dirección de Luis María Ansón que será el que le ayude a salir de Guinea Ecuatorial cuando las cosas se ponen feas de verdad.

Severo Moto se ha fijado un proyecto en su cabeza y es por el que había dado su apoyo a Teodoro Obiang, llevar a Guinea Ecuatorial a convertirse en la “Estrella de África” y para eso se tiene que democratizar.

En el año 1983 presenta su partido “El Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial” en el Club Internacional de la Prensa en Madrid (España) y en 1985 ingresa como miembro de pleno derecho en la Internacional Demócrata de Centro (IDC) lo que le obliga a radicar su nueva formación política en el interior del país y es lo que hace en 1988 que viaja a Malabo y se hace acompañar por el mismísimo Secretario General de la IDC , el belga André Lui, y reclama, ante el estupor de muchos y la cólera de Obiang, tres decretos:

La apertura democrática.
La legalización de su partido.
La puesta en libertad de los presos políticos.

En 1992 vuelve a Guinea Ecuatorial con los mismos objetivos y es acosado hasta el extremo.






Severo Moto sufre todo tipo de extorsiones, persiguen a su gente y asaltan las sedes de su partido político, el Partido del Progreso.






Son tres años insoportables que aguanta y resiste hasta que es arrestado de una manera brutal y encarcelado en la siniestra penitenciaria de “Black Beach” (Playa Negra). Empieza la farsa de acusarle de ser el cabecilla de una intentona golpista, un argumento recurrente que siempre usará el dictador contra él.




Las paradojas de la vida, el golpista Obiang acusa de Golpe de Estado al demócrata Moto.





La Comunidad Internacional considera inaceptable este arresto y este atentado contra la libertad de expresión política y democrática y la ONU, los Estados Unidos y el presidente del gobierno español, Felipe González que venía apoyado por la oposición liderada por José María Aznar, consiguen liberar a Moto y traerlo de vuelta a España.

Severo Moto ya no puede parar y meses más tarde, en 1996, se embarca en un intento frustrado de plantarle cara a la dictadura y termina en la cárcel pero ahora en Angola. En esta ocasión el presidente del gobierno de España es José María Aznar que con la ayuda de Estados Unidos logra que vuele en el avión Presidencial del Gobierno de Angola, que lo repatría hasta las Islas Canarias.

Severo Moto no deja de ser una obsesión del tirano Obiang que hace lo posible y lo imposible para acabar con su vida y no contento con conseguir que toda la clase política y empresarial le den la espalda a los exiliados intenta matarlo con la ayuda, dicen, de los Servicios Secretos de algunos países aliados y lo secuestran en Croacia pero, milagrosamente, salva la vida y vuelve a España.

Ni que decir tiene que el gobierno socialista español no lo quiere ni en pintura pero ha conseguido que el Partido Popular (liberales y conservadores) no quieran importunar a los socialistas y le den la espalda de manera cobarde y servil.

Severo Moto nunca ha tirado la toalla y cuando el Gobierno socialista le retiró la condición de refugiado político este recurrió a la justicia española que, tres años después, obligó al gobierno a rehabilitarle.

Los socialistas están en deuda con Obiang y han vuelto a la carga y ahí tenemos a Moto, de nuevo penando por luchar contra una dictadura aberrante pero ahora, tristemente y de manera inexplicable, en una cárcel española.

Severo Moto está más cerca que nunca de la Presidencia de Guinea Ecuatorial. Su gabinete particular recibe cientos de cartas de exiliados y de nacionales que piden que no se rinda. Son muchas las llamadas y los mensajes que animan a Moto y a su equipo a seguir en la lucha y cada vez son más las voces y cada día que pasa es uno menos en este injusto exilio.