miércoles, 14 de mayo de 2008

Moto, posiblemente, el primer preso político en España



España retrocede en derechos ante la perpleja cara de los que escuchan esta afirmación. España se ha convertido en una paradoja, en el país de los despropósitos y en la antesala del “atropello” de Estado, dicho esto suavemente.

Mientras los ciudadanos españoles asisten con incredulidad a la puesta en libertad del criminal y terrorista, Ignacio De Juana Chaos, asesino convicto de 25 personas y que gozará de la libertad que les es imposible a los muertos, tras cumplir escasos 20 años de encierro; mientras el Gobierno de la esquizofrenia negocia con los mismos etarras que hoy asesinaban a un funcionario y hacían volar una casa cuartel en las Vascongadas; mientras que un pederasta violador sistemático de su hija sale a la calle tras cumplir cuatro años de condena a pesar del eterno trauma de la niña …mientras esto sucede en esta España que no aprende de sus errores, Severo Moto clama en el desierto de su prisión a la espera de que alguien le explique cual es el mal que ha hecho a esta sociedad enferma para someterle a tan desproporcionado castigo.

Severo Moto está acusado de intentar sacar de Guinea Ecuatorial al mayor delincuente del continente africano. Dicen que decomisaron tres armas viejas y descatalogadas y que nadie ha visto, que estaban en un viejo coche de desguace y que iban a ser utilizadas para darle “matarile” al gran sátrapa de Guinea Ecuatorial.

Severo Moto está acusado, así lo dice un papel con membrete de la justicia española, que apareció en una edición del periódico gubernamental El País (antes que supiera de su encarcelamiento el propio interesado y ni que decir su abogado), de un delito de planificación para el traslado de estas dos viejas escopetas y la pistola a Guinea Ecuatorial con el fin de que alguien, no sabemos quién o quienes, le metieran un par de tiros en la cabeza o donde le quepan al grandísimo torturador y violador de los Derechos Humanos, Teodoro Obiang Nguema.

Fuentes de la máxima solvencia nos confirman que Severo moto no puede pagar ni una pistola de agua como para andar con eso del tráfico de armas, aunque ganas no le falten, suponemos.

Expertos en la materia nos dicen que esto de la detención de Moto es absolutamente irregular, sobre todo en un país como España en el que, por el momento, impera eso que se llama Estado de Derecho y un sistema de Garantías Jurídicas. Todo muy raro y que huele a petrodólares a borbotones.

Severo Moto lleva camino de convertirse en el primer preso político de la tan maltratada “democracia” española. Hay quien nos recomienda, a través del correo electrónico, que se interponga una queja formal ante el Consejo del Poder Judicial o ante las asociaciones de juristas y hay quien no entiende como los policías corruptos de Coslada están siendo puestos en libertad condicional, con imputaciones delictivas sin punto de comparación con Moto y el opositor guineano sigue encerrado y tratado como un peligro público.

Esto es una vergüenza para España y su sistema judicial.






espacioseuropeos.com (14/5/2008)


Después de un periplo de 5 días en huelga de hambre Severo Moto ha conseguido que su abogado, Francisco Fernández Goberna, se haga cargo de su defensa. Según nuestras informaciones, el letrado del opositor guineano ya tiene en sus manos el sumario y ha comenzado a preparar la defensa de Moto. Es de esperar que, tras la presentación de las alegaciones correspondientes, el líder opositor quede en libertad a la espera de juicio.


No obstante, algunos pormenores de este asunto nos llaman poderosamente la atención. Por ejemplo, las dificultades que ha tenido su letrado para hacerse cargo del caso, y obtener la “venia” del abogado de Oficio designado en el trámite de la detención y encarcelamiento; segundo, que la Procuradora de Oficio tenga su despacho profesional en el mismo edificio, “puerta con puerta” -nos cuentan- con el de los abogados de Obiang Nguema en Madrid; tercero, que a Severo Moto se le ubicase en el centro penitenciario de Navalcarnero junto a los sicarios que intentaron asesinar al opositor Pedro Germán Tomo Mangue.


Ya resueltas algunas de estas “situaciones”, Moto ha abandonado la huelga de hambre que comenzó para tratar de “regularizar” su situación.


A pesar de todo, continúa clasificado como FIES (Ficheros de Internos de Especial Seguridad), a la vez que, desde la Dirección General de Prisiones, se trata de obstaculizar la visita de sus allegados. Ha sido el caso, de Armengol Engonga, que tras cumplir los trámites requeridos, le vuelven a pedir más documentos: “me han pedido la factura de mi móvil; el recibo de la propiedad de mi casa. Pues bien, cuando lo mando, me vuelven a pedir otros. Ahora, es el nombre de mis padres -nos comenta Engonga visiblemente molesto-; llevo en España casi toda mi vida; he hecho la “mili” aquí, ¿qué es lo que quieren que les entregue ahora? ¿Acaso es que no quieren que visite en la cárcel a mi Presidente y amigo?”.