lunes, 8 de enero de 2024

2024: ESPERANDO EL FIN DE LA DICTADURA CRIMINAL


Por Juan Cuevas


Las condiciones de vida en el interior de Guinea Ecuatorial no pueden ser peores. No hay comparación con ningún país del mundo; incluso en las dictaduras más crueles, como la de Corea del Norte, la población al menos puede alimentarse. En Guinea Ecuatorial, lamentablemente, la situación es diferente; la gente sufre de hambre. 

Nuestra nación está bajo el control de una banda de individuos salvajes, violentos e inhumanos. Lo más preocupante es que la resignación fatalista ha invadido las vidas de nuestro pueblo, sin vislumbrar un fin a esta situación.

Podríamos estar describiendo uno a uno los terribles hechos que están ocurriendo día tras día en el interior de Guinea, mientras se nos hiela la sangre. Es como un mal sueño del que no podemos despertar, una locura colectiva. 

La tarea más urgente que nos espera es librar a nuestro pueblo cuanto antes del yugo impuesto por la dictadura de los Obiang, del gran peso que han echado sobre nosotros y que nos aplasta. 

El hecho de que el PPGE, junto o otros partidos políticos opositores con cierta relevancia estén decididos a explorar la fórmula de la transición, que ha dado buenos resultados en los cambios políticos hacia la democracia en muchos países, es un buen punto de partida y un escenario para alejar a aquellos que desean instaurar a un nuevo dirigente sin modificar la estructura dictatorial en absoluto.

Después de más de 55 años de dictaduras y años perdidos para el desarrollo, los guineanos, especialmente los partidos políticos opositores, tenemos la gran responsabilidad de no errar en cuanto al modelo de país que queremos instaurar.

Creo que no podemos perder de vista los avances que han tenido los países de los continentes menos desarrollados durante la segunda mitad del siglo XX y la primera década del siglo XXI para generar la riqueza que les ha permitido salir del estado secular de postración que afectaba a la mayoría de los habitantes de la Tierra, una vez descartada definitivamente la falsa alternativa socialista. 

Tanto en países de Asia, como en algunos de África, el desarrollo se ha podido iniciar una vez que se han cumplido una serie de premisas fundamentales. 

Bajo mi punto de vista existen tres factores claves y fundamentales para el  inicio del desarrollo de un país: 

1°. Un sistema económico de mercado y libre empresa que se derivan de la existencia de derechos de propiedad, bien definidos y debidamente protegidos por la ley. La economía de mercado constituye la forma más eficaz, eficiente y moral de combatir la pobreza y crear riqueza, empleo y bienestar. 

2°. Un sistema político democrático, basado en la separación de poderes, la igualdad ante la Ley y el respeto de los derechos constitucionales  de las minorías. A ello se suman, el derecho a la propiedad, a la vida y a las libertades personales (expresión, educación, religión, desplazamiento, residencia, etc), que derivan del derecho universal. 

3°. Un sistema moral y cultural pluralista, -tolerante y respetuoso-, basado en los principios de la civilización Cristiana. Estos principios definen el sistema de valores que actúan como marco en el que se desenvuelven todos los demás principios democráticos.

Estos tres puntos han constituido las palancas que han permitido la democracia y con esta el desarrollo económico y social en muchos países del mundo. 

Estoy convencido de que si los guineoecuatorianos hacemos las cosas bien, obtendremos los mismos buenos resultados.