domingo, 30 de agosto de 2020

GUINEA ECUATORIAL NO ESTÁ CONDENADA A SER POBRE (V)


Las claves del éxito: clase media y sociedad civil fuerte. 

Como en España y como en muchos otros  países que abandonaron la dictadura, la democracia y el posterior desarrollo económico-social de su población, fue posible gracias a que contaban con una clase media y, consecuentemente, con una sociedad civil estable y fuerte. Dentro del  territorio de Guinea Ecuatorial no existe clase media ni sociedad civil, porque la dictadura se ha encargado de liquidarla, pero si existe una clase media y una potente sociedad civil en el exilio. El exilio es la verdadera fuerza  de Guinea Ecuatorial y será  la palanca que forzará el cambio.
El exilio, voluntario o forzado, está formado por unos 300.000 guineanos, casi un tercio de la población de Guinea, una buena parte de ellos disidentes al régimen dictatorial de Teodoro Obiang Nguema, que se reparten en países como: Gabón, Camerún, España, Estados Unidos, Francia, Alemania, Canadá, Reino Unido..... Hay que anotar, sin que ello suponga desdoro alguno hacia los que se encuentran dentro del país, que el exilio acoge a los hombres y mujeres mas preparados y también a los mas dinámicos y emprendedores, todo ello por razones obvias.  
El Partido del Progreso lleva muchos años defendiendo ante las instituciones internacionales la necesidad de que los exiliados retornen a Guinea Ecuatorial. De forma paralela ha estado solicitando a Obiang la promulgación de una ley de amnistía general que permita el ansiado retorno en libertad de aquellos  guineanos que tuvieron que abandonar nuestro país huyendo de la brutal represión que la dictadura desató contra todos los que se declaraban contrarios a su régimen.
Los exiliados serán el revulsivo y la fuerza necesaria para revertir la situación en Guinea Ecuatorial y conquistar la plena democracia. El conocimiento que tienen (tenemos) los exiliados del funcionamiento de las instituciones democráticas de occidente, junto a la preparación intelectual y a la capacidad de emprendimiento, serán condiciones imprescindibles para infundir al resto de guineanos la confianza y la seguridad para involucrase juntos en la construcción de un régimen democrático y de derecho en nuestro país.
La historia ha demostrado que se puede transformar un país si se tiene fe en las personas y si trabajamos unidos. Ahí tenemos el ejemplo de Ruanda, que es recordada hoy por las guerras que la destrozaron a finales del siglo XX, sobre todo por el genocidio de 1994, la realidad actual de Ruanda, veintiseis  años después, es la de un país seguro y libre de corrupción. 
Ruanda tenía tres millones de exiliados en Tanzania y en Uganda, incluso habían formado un Gobierno de Transición en el exilio compuesto por tutsis, hutus y twa. Con todo y con el espantoso genocidio tutsi Ruanda creció durante el resto de la década y después, hasta ahora mismo. Todas las variables económicas y sociales se recuperaron con fuerza. Grandes reformas económicas e institucionales dieron a Ruanda los mas bajos indices de corrupción de Africa. El Estado de Derecho y los esfuerzos para eliminar la burocracia han generado un buen entorno para los negocios. 
El caso de Ruanda es el ejemplo de lo que suponen las transformaciones institucionales positivas en el devenir de un país que se haya en paz interior. 
Por otra parte, el caso de Ruanda nos enseña como el odio y la venganza pueden incendiar a toda una sociedad y producirse los crímenes mas horrendos. (El 7 de abril de 1994, se inició la masacre, en lo que se conoce como el genocidio de Ruanda, fueron asesinadas un millón de personas). Pero también la misma Ruanda nos enseña de nuevo como mediante el perdón y la reconciliación, en el marco de un estado democrático y de derecho, se puede producir el gran milagro.