Armengol Engonga y Severo Moto
La semana pasada se
desarrolló un ciclo de conferencias sobre Guinea Ecuatorial en el salón de
actos de la Biblioteca Central Militar y que contó con una importante afluencia
de público.
El programa hacía un
recorrido por la historia del país que fue colonia española, provincias de
ultramar, autonomía y terminó alcanzando la independencia el 12 de octubre de
1968.
Grupo de disidentes junto a uno de los ponentes. Partido del Progreso y Unión Popular.
Los ponentes, la mayoría
de ellos militares que vivieron esa época y que hablaban en primera persona
sobre sus experiencias y vivencias en el territorio.
Entre los asistentes se
encontraban una delegación de la dictadura guineana, encabezada por su
embajadora en Madrid, Purificación Angue Ondo y un numeroso grupo de exiliados
que asistieron los tres días que duró el seminario. Severo Moto y Armengol
Engonga, encabezaban el grupo disidente del Partido del Progreso y Faustino Ondo Ebang Nchama como presidente de Unión Popular ( U.P. ).
Juan A. Fernández Mena, profesor de Severo Moto en Magisterio, junto a Armengol y al propio Severo.
Las intervenciones se
centraron en la actividad militar que se desarrolló en Guinea Ecuatorial. Se
habló de historia, pero también de sentimientos.
Muchos de los españoles que
estaban en la sala de conferencias habían nacido en sus tierras y guardaban
recuerdos de una época que, para ellos, eran inolvidables.
Los militares y ponentes
no quisieron entrar en ninguna discusión sobre política y trataron
protocolariamente a la embajadora como si se tratase de la legitima
representación de los guineanos, aunque en más de una ocasión se expresó
torpemente o intentando confundir al auditorio con historias que no tenían nada
que ver con la realidad.
Moto y Pablo Esema junto a la embajadora de Obiang en Madrid,Purificación Angue Ondo
En una de las
intervenciones de esta señora, la embajadora guineana, comentó que cuando la
independencia se había derribado la estatua de Barrera, un General español, que representaba al militar recibiendo una cesta de fruta
de un niño nativo y que, lo que era intolerable, decía la embajadora, es que al
pequeño lo habían representado con rabo, como los monos … “y los guineanos no
tenemos rabo”, sentenció la diplomática.
Faustino Ondo Ebang Nchama
Presidente de Unión Popular ( U.P. ) junto a Pablo Esema, Juan Cuevas, Armengol Engonga y Severo Moto del Partido del Progreso.
Presidente de Unión Popular ( U.P. ) junto a Pablo Esema, Juan Cuevas, Armengol Engonga y Severo Moto del Partido del Progreso.
Todos los que estábamos escuchando la historia
nos quedamos un tanto consternados ¿cómo era posible que un escultor hubiera
realizado semejante burla al pueblo originario del lugar? ¿cómo las autoridades
habían permitido tan tremendo insulto en un monumento público? A ninguno de los
presentes nos cuadraba nada semejante historia cuando del fondo de las gradas levantó la mano el compañero opositor Santiago Campaña, para replicar que él había
pasado su niñez jugando en torno a la estatua y jamás le vio el rabo o la cola
de mono al niño que hacia el ofrecimiento al General.
Intervención de S. Moto durante el acto
El último día, se
permitió que los invitados pudieran participar y aunque hubo intervenciones de
todo tipo que supo moderar el Coronel que dirigía el seminario, habría que destacar
las palabras del presidente del Partido del Progreso, Severo Moto.
A Moto se le notaba
emocionado tras haber escuchado a los altos responsables militares y Guardias
Civiles que habían servido en su país. Sentía afecto por aquellos hombres que lo
habían dejado todo y que incluso junto a sus familias habían aceptado el reto
de trabajar en una tierra que nada tenía que ver con la española salvo en el
idioma.
Severo Moto mirando las fotos que traía el viejo profesor y en las que estaba él
Severo Moto estaba al
límite de la emoción pues hasta se había encontrado con Juan Antonio Fernández Mena, su profesor de la
Escuela de Magisterio, que recordaba los nombres y apellidos
de cada uno de sus alumnos y hasta traía consigo una foto en la que estaba un
jovencito Severo Moto de aquellos tiempos en los que estudiaba para ser
maestro.
Sentimientos, emociones
e historia era el eje y argumento de estas conferencias. Cuando pidió la
palabra, Moto, apeló a lo que nos unía y agradeció que tuvieran esos recuerdos
tan nítidos de un tiempo que degeneró en lo que hoy es Guinea Ecuatorial.
No cabe duda de que los
guineo-ecuatorianos están cómodos con los españoles. La presencia española en
Guinea Ecuatorial no tiene nada que ver con otros procesos de colonización en
el continente africano. Está claro que el vínculo es muy fuerte y fue eso lo
que puso de manifiesto el disidente guineano. Su intervención fue muy aplaudida
por los asistentes.
A pesar de que los
guineo ecuatorianos estaban encuadrados en frentes antagónicos no se faltaron
al respeto en ningún momento. Se puede decir que, si hay educación, que la
hubo, todo es posible. El problema es cuando tienes que negociar, hablar o
convivir con auténticos animales.
Tras estas sesiones de
conferencias y narraciones de vivencias, se ha inaugurado esta semana una
exposición muy interesante sobre la presencia española en Guinea Ecuatorial y
que puede verse esta semana en la Biblioteca Central del Ejército, en la calle
Paseo Moret, 3, cerca del Metro Moncloa y el parque del oeste.