lunes, 16 de septiembre de 2019

LA PRESENCIA ESPAÑOLA EN GUINEA ECUATORIAL (1778-1969) “Historia y Sentimiento”




Armengol Engonga y Severo Moto

La semana pasada se desarrolló un ciclo de conferencias sobre Guinea Ecuatorial en el salón de actos de la Biblioteca Central Militar y que contó con una importante afluencia de público.



El programa hacía un recorrido por la historia del país que fue colonia española, provincias de ultramar, autonomía y terminó alcanzando la independencia el 12 de octubre de 1968.


Grupo de disidentes junto a uno de los ponentes. Partido del Progreso y Unión Popular.

Los ponentes, la mayoría de ellos militares que vivieron esa época y que hablaban en primera persona sobre sus experiencias y vivencias en el territorio.

Entre los asistentes se encontraban una delegación de la dictadura guineana, encabezada por su embajadora en Madrid, Purificación Angue Ondo y un numeroso grupo de exiliados que asistieron los tres días que duró el seminario. Severo Moto y Armengol Engonga, encabezaban el grupo disidente del Partido del Progreso y Faustino Ondo Ebang Nchama como presidente de Unión Popular ( U.P. ).

Juan A. Fernández Mena,  profesor de Severo Moto en Magisterio, junto a Armengol y al propio Severo. 

Las intervenciones se centraron en la actividad militar que se desarrolló en Guinea Ecuatorial. Se habló de historia, pero también de sentimientos. 

Muchos de los españoles que estaban en la sala de conferencias habían nacido en sus tierras y guardaban recuerdos de una época que, para ellos, eran inolvidables.

Los militares y ponentes no quisieron entrar en ninguna discusión sobre política y trataron protocolariamente a la embajadora como si se tratase de la legitima representación de los guineanos, aunque en más de una ocasión se expresó torpemente o intentando confundir al auditorio con historias que no tenían nada que ver con la realidad.

Moto y Pablo Esema junto a la embajadora de Obiang en Madrid,Purificación Angue Ondo

En una de las intervenciones de esta señora, la embajadora guineana, comentó que cuando la independencia se había derribado la estatua de Barrera, un General español, que representaba al militar recibiendo una cesta de fruta de un niño nativo y que, lo que era intolerable, decía la embajadora, es que al pequeño lo habían representado con rabo, como los monos … “y los guineanos no tenemos rabo”, sentenció la diplomática. 

Faustino Ondo Ebang Nchama
Presidente de Unión Popular ( U.P. ) junto a Pablo Esema, Juan Cuevas, Armengol Engonga y Severo Moto del Partido del Progreso.

Todos los que estábamos escuchando la historia nos quedamos un tanto consternados ¿cómo era posible que un escultor hubiera realizado semejante burla al pueblo originario del lugar? ¿cómo las autoridades habían permitido tan tremendo insulto en un monumento público? A ninguno de los presentes nos cuadraba nada semejante historia cuando del fondo de las gradas levantó la mano el compañero opositor Santiago Campaña,  para replicar que él había pasado su niñez jugando en torno a la estatua y jamás le vio el rabo o la cola de mono al niño que hacia el ofrecimiento al General.
Intervención de S. Moto durante el acto

El último día, se permitió que los invitados pudieran participar y aunque hubo intervenciones de todo tipo que supo moderar el Coronel que dirigía el seminario, habría que destacar las palabras del presidente del Partido del Progreso, Severo Moto.



A Moto se le notaba emocionado tras haber escuchado a los altos responsables militares y Guardias Civiles que habían servido en su país. Sentía afecto por aquellos hombres que lo habían dejado todo y que incluso junto a sus familias habían aceptado el reto de trabajar en una tierra que nada tenía que ver con la española salvo en el idioma.

Severo Moto mirando las fotos que traía el viejo profesor y en las que estaba él

Severo Moto estaba al límite de la emoción pues hasta se había encontrado con Juan Antonio Fernández Mena, su profesor de la Escuela de Magisterio, que recordaba los nombres y apellidos de cada uno de sus alumnos y hasta traía consigo una foto en la que estaba un jovencito Severo Moto de aquellos tiempos en los que estudiaba para ser maestro.

Sentimientos, emociones e historia era el eje y argumento de estas conferencias. Cuando pidió la palabra, Moto, apeló a lo que nos unía y agradeció que tuvieran esos recuerdos tan nítidos de un tiempo que degeneró en lo que hoy es Guinea Ecuatorial.

No cabe duda de que los guineo-ecuatorianos están cómodos con los españoles. La presencia española en Guinea Ecuatorial no tiene nada que ver con otros procesos de colonización en el continente africano. Está claro que el vínculo es muy fuerte y fue eso lo que puso de manifiesto el disidente guineano. Su intervención fue muy aplaudida por los asistentes.

A pesar de que los guineo ecuatorianos estaban encuadrados en frentes antagónicos no se faltaron al respeto en ningún momento. Se puede decir que, si hay educación, que la hubo, todo es posible. El problema es cuando tienes que negociar, hablar o convivir con auténticos animales.

Tras estas sesiones de conferencias y narraciones de vivencias, se ha inaugurado esta semana una exposición muy interesante sobre la presencia española en Guinea Ecuatorial y que puede verse esta semana en la Biblioteca Central del Ejército, en la calle Paseo Moret, 3, cerca del Metro Moncloa y el parque del oeste.