Además se está produciendo una gran crisis de abastecimiento de combustible en todo el país. Una situación esta última, que está dificultando el normal movimiento de la población y paralizando la actividad económica de Guinea Ecuatorial.
No suficiente con todo lo anterior, la crisis económica provocada por la deslocalización de muchas empresas extranjeras y la falta de actividad de las empresas que se encuentran en el país, junto con la elavadísima tasa de paro, están provocando estragos en la economía familiar y por ende en toda la sociedad guineana.
Por otra parte la violencia institucionalizada, añadido a los robos con violencia de muchos malhechores que campan por sus respetos, muchos de ellos amparados por el régimen, están sumiendo a la sociedad guineana en un auténtico caos.
Estamos viviendo momentos muy difíciles en Guinea Ecuatorial. Tenemos por una parte, un Presidente que ya no está en condiciones de gobernar y que deja que otros -su propia mujer y su hijo- vayan ejerciendo sus funciones. Por otra parte muchos que han estado formando parte del clan gubernamental, aquellos que se han estado aprovechando de la cercanía a Obiang, cuando han visto que su dictadura ya no es viable y que el barco se hunde, han decidido irrumpir en el exilio, no solo para luchar contra la dictadura, sino también -y de forma prioritaria- para atacar de forma violenta e inmisericorde a la genuina oposición exiliada, con el objetivo de acabar con esta.
