sábado, 14 de enero de 2023

GUINEA ECUATORIAL: NUEVOS TIEMPOS, NUEVAS FORMAS DE HACER POLÍTICA

Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial

 


Los políticos que tenemos son los que han fallado en Guinea Ecuatorial. No cabe duda de que somos un pueblo amable, trabajador, solidario, así como con mucho ingenio y talento. La sociedad guineana sabe lo que quiere para el futuro de sus hijos y cuales han de ser las necesidades básicas que piden tener. Los hombres y mujeres de Guinea Ecuatorial saben adaptarse a las circunstancias, crear negocios y están dispuestos a trabajar duro a cambio de garantizarse una vida digna.



Se fueron los españoles y lo que pudo ser el despegue de nuestra tierra se convirtió en una cárcel a cielo abierto. Dirigentes analfabetos, caprichosos, corruptos y viciosos se hicieron con el poder. La gente con una mínima formación ya era sospechosa y a muchos no nos quedó otra que marcharnos para nunca volver. Lo perdimos todo.  Más de la mitad de la población está, todavía, sometida a los vaivenes de estos políticos impredecibles que se hicieron los dueños del país.

El dictador Francisco Macías

El enemigo de nuestro pueblo no ha sido nunca un país vecino y belicoso. Nuestra pesadilla de los últimos cincuenta años ha sido ejercida por compatriotas nuestros a los que no les ha importado vivir a cuerpo de rey a costa de los recursos de todos los guineanos. Es de una vergüenza extrema que el país esté peor que cuando lo administraba España. Han dilapidado todo el talento, las ganas de construir una buena sociedad y el deber de todo gobernante de dejar la Nación mejor que cuando te la entregaron. Se hizo una transición a la independencia sin una brutal guerra civil, pero entre guineanos se sembró el terror y hasta desaparecieron opositores víctimas de la violencia sectaria del dictador de turno.

El dictador Teodoro Obiang Nguema

Ayer decían que el dictador estaba enfermo y que había muerto mientras intentaban sanarlo en Francia. En Guinea Ecuatorial la sanidad no vale para esta gente que prefiere la de otros países ¿por qué será? Ahora es el régimen el que está enfermo, herido de muerte y todos corren como pollos sin cabeza.

El mejor desmentido a la cascada de noticias sobre la muerte del dictador es que aparezca. Así de sencillo. Hace ya una semana sin saber de él.  Desde que empezaron los rumores, se convirtió en noticia y esta corrió por las redes sociales sin que el régimen supiera como atajar esta corriente de informaciones, no han ofrecido una explicación creíble.  No se les ocurre otra cosa que amenazar con cortar los servicios de mensajería, como si eso resolviera algo.



Está claro que la clase política de nuestro país, las dos trágicas y nefastas dictaduras, son las culpables de la situación que vivimos en estos momentos. Espero que, desde la oposición, la disidencia y el exilio sepamos reconducir la necesidad de ofrecer a los guineanos la posibilidad de expresarse. Yo tengo gran confianza en los hombres y mujeres que apuntalan la tan necesaria democracia. Tengo, honestamente, mucha fe en estas generaciones de buena gente que militan en las diferentes formaciones políticas. Creo que entre todos debemos construir esa Guinea Ecuatorial de nuestros sueños.



Los nuevos políticos tenemos que hacer el esfuerzo de cumplir las normas y las leyes que nos demos. Hay que cumplir y hacer cumplir la ley. Nuestro compromiso no es enriquecernos o parasitar el Estado. Tenemos que firmar un contrato social con nuestros compatriotas. Tenemos que comprometernos a no mentir al pueblo. Nos vamos a convertir en servidores públicos y no en una casta que ha venido a servirse del pueblo.

Juntos tenemos que trabajar por conseguir una sociedad participativa y exigente. Hay que ser intransigente con la corrupción, el expolio y la violencia. No debemos dar la espalda a los hombres y mujeres de Guinea Ecuatorial.



Está en nuestras manos. Juntos podemos hacer una transición a la democracia sin violencia. Es responsabilidad de todos. Tenemos que trabajar por un país seguro, tolerante, respetuoso y moderno. Hay que trabajar con estándares medibles para luchar contra la corrupción, el nepotismo, la falta de garantías personales, el poder absoluto del Gobierno y la opacidad.

Todos y cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de trabajar por una Guinea Ecuatorial donde vivir con dignidad.