Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
La dictadura de Teodoro Obiang Nguema y su familia ha sumido a Guinea Ecuatorial en una larga noche de opresión que ya supera las cuatro décadas. Este régimen, sostenido por un patrón sistemático de abuso de poder, corrupción y violencia, ha violado los derechos humanos de los guineanos de forma implacable. Es momento de romper las cadenas, construir un futuro digno y establecer los pilares de una democracia real.
El Sistema de Represión: Cárceles como
Símbolo de Miedo
El aparato represivo del régimen se refleja en
la proliferación de cárceles por todo el país: Black Beach en Malabo,
Guantánamo Malabo, la prisión de mujeres en Bata, y las de Evinayong, Oveng
Anzem y Teguete. Estas instalaciones son lugares donde se anulan los derechos
humanos, se sofocan las voces disidentes y se castiga la conciencia de los
guineanos.
En ellas languidecen inocentes, líderes
políticos y ciudadanos comunes, encarcelados sin juicio y sometidos a torturas
inhumanas. Estos presos rara vez tienen acceso a abogados y dependen de
familiares con recursos limitados para alimentarse. El silencio del régimen
frente a los informes de la ONU y Amnistía Internacional no hace más que
evidenciar su desprecio por la dignidad humana.
Un Dictador en Decadencia
Recientemente, hemos sido testigos de la
imagen de un Teodoro Obiang visiblemente deteriorado durante una visita oficial
a Angola. Su incapacidad para caminar sin ayuda refleja más que su estado
físico: es un símbolo de un régimen en decadencia. Desde fuentes internas,
sabemos que el dictador está buscando un refugio en el extranjero donde pueda
atender su salud, alejándose de las responsabilidades que ha evadido durante
décadas.
Le reiteramos nuestro aviso: es hora de
jubilarse, de abandonar el poder junto con su familia y permitir que Guinea
Ecuatorial inicie una transición política pacífica. Su tiempo ha terminado.
La Esperanza de un Futuro Libre
A pesar de la opresión, el pueblo guineano se
mantiene firme. Los legítimos representantes de los partidos políticos, la
sociedad civil y los activistas estamos preparados para asumir el reto de
construir una Guinea Ecuatorial libre, justa y democrática.
La transición no será sencilla, pero contamos
con una visión clara:
- Establecer un Estado de derecho
donde todos los ciudadanos sean iguales ante la ley.
- Reconstruir las instituciones
desde la transparencia y la eficacia.
- Garantizar los derechos humanos y
cerrar para siempre los centros de tortura.
- Promover la educación cívica para
que cada ciudadano sea dueño de su destino.
- Fomentar la reconciliación nacional para
sanar las heridas de décadas de opresión.
Un Compromiso con la Modernidad y la
Justicia
Nuestra lucha no es solo contra un tirano,
sino contra todo un sistema de miedo y corrupción. Proponemos una herramienta
modernizadora, basada en el respeto mutuo y el aprendizaje colectivo, que
permita a los guineanos caminar con paso firme hacia el futuro.
A los ciudadanos les decimos: el poder de
transformar Guinea Ecuatorial está en tus manos. A los exiliados y activistas,
les pedimos que no desfallezcan, que sigan alzando la voz. Y a la comunidad
internacional, les recordamos su deber de apoyar la causa de la libertad en
nuestro país.
El Momento del Cambio es Ahora
La democracia no es un regalo; es un derecho.
Es nuestra responsabilidad conquistarla juntos, con determinación, esperanza y
unidad. Guinea Ecuatorial merece un futuro donde cada niño crezca con
oportunidades, cada joven pueda soñar sin miedo y cada adulto viva con
dignidad.
El fin de la dictadura está cerca. Nuestro
compromiso es claro: llevar la democracia, el respeto y la dignidad a nuestro
pueblo. Porque solo así construiremos una Guinea Ecuatorial libre y próspera,
una nación que honre su historia y abrace su futuro con valentía.