lunes, 19 de diciembre de 2022

CON OBIANG NGUEMA, SU FAMILIA Y SU PDGE EN EL PODER GUINEA ECUATORIAL NO ES PAÍS NI ES REPÚBLICA.


Por Juan Nze Eson Avaur, Presidente del Consejo Geográfico del Partido del Progreso en Bioko.
Yo pude conocer a mis abuelos paternos y a mis padres. Logré de la misma forma, recibir de ellos una formación familiar, tribal, regional y nacional. Y según nuestros abuelos, una familia, un poblado, una región y un país deben ser defendidos por sus integrantes. Una de las preguntas que yo hacía a mis abuelos y padres era: ¿cómo se defiende a la familia, al poblado, a la región y al país?. La contestación a esta pregunta nos la daban tras unos relajantes suspiros en los siguientes 
“Se defiende a la familia, a la tribu, al poblado, a la región y al país, trabajando por el bien de todos; procurando llevarse bien con los integrantes del pueblo, tribu y con los de la familia”. Y continuaban, “!hijo!, una familia, una tribu, un poblado, una ciudad, región o país,  son realmente fuertes  cuando sus integrantes saben defender el honor, las libertades, los derechos, el prestigio de los integrantes y saben trabajar para la buena reputación del pueblo en general”.
Todo buen hombre debe defender su honor, el de su tribu, el de su pueblo y el de su país.
Para nuestros mayores, defender el honor de un individuo supone defender el del colectivo del que forman parte. Esta defensa del honor en nuestro pueblo era un rol que cada individuo debía desempeñar por su bien individual y por el bien de la comunidad a la que pertenecía.
Por estas y otras razones era casi imposible pasar hambre en un poblado fang, porque para el mencionado pueblo, era motivo de mucha vergüenza despedirse de un extraño o visitante sin haberle invitado a compartir algo con los lugareños o autóctonos. En el pueblo fang bantú era casi imposible encontrar a un hombre o mujer comiendo solo en el Abee o Casa de la palabra.
Las razones sobre esta última realidad se daban porque el fang clásico asegura que comer bien y vivir bien sólo se consideraban como tales en la medida en que lo hacían todos los comunitarios, todos los componentes de la sociedad. Esta forma de entender la vida comunitaria hacía imposible la existencia de gente sumergida en la inanición en los clásicos pueblos bantú porque cuando se registraba un muerto de hambre en un poblado, se consideraba a los integrantes del poblado y a cada individuo del poblado, familia o ciudad afectado/a como espiritualmente miserables, por lo que hacían todo lo posible para no caer en la bajeza de tener gente abandonada en la inanición en sus comunidades o poblados.
En esto último, nuestros mayores basaban la siguiente frase: “en un pueblo o país se precisa ser pueblo o país cuando sus dirigentes son verdaderos humanos.

Y nos seguían diciendo..!”Hijos míos, nunca le deis la oportunidad a un desconocido o huésped que nos haya visitado a que vaya a decir por allá que nosotros, los de nuestra familia o pueblo no somos buenos; al huésped o visitante debemos dejarle disfrutar de nuestra acogida tratándole bien, procurando que lleve buena impresión y reputación a favor de nuestra familia, de nuestro poblado, de nuestra región y de nuestro país!”. 
El amor que profesamos entre nosotros, el buen trato que damos a los que nos visitan; todos frutos del buen entendimiento y del trabajo por el bien de todos (nos decían los mayores) harán que las otras familias, tribus, poblados, ciudades y países nos tengan como modelo a imitar. Nuestros mayores nos enseñaban con el ejemplo para respetar y para valorar a la familia; nos enseñaron a luchar por el bien de la comunidad y a respetar la vida de la persona humana muy por encima de cualquier interés individual y, por esa razón, no sólo fomentaban el trabajo en grupo y la lucha por la buena reputación, sino que también velaban por la mejora en el nivel de vida de todos los ciudadanos.
Llegados a este punto, yo entendí que nuestra vida sólo tiene sentido en la medida en que hacemos vivir mejor a nuestros Conciudadanos, es decir, “vivir es hacer vivir a los demás”.
Si tuviésemos que resumir lo dicho hasta aquí, llegaríamos a la conclusión de que el pueblo bantú en general y, el fang en particular, luchaba permanentemente por la mejora en el nivel de vida, por la mejor convivencia y por la buena reputación de su familia, tribu, poblado y, por extensión, el pueblo bantú guineoecuatoriano siempre procuraba la buena convivencia, las buenas relaciones con los demás pueblos y la mejora en el nivel de vida para todos.
Todos los que son mayores y los que hemos tenido la oportunidad de conversar con mayores de excelente voluntad, sabemos que el pueblo guineo valoraba la vida, valoraba la familia (base fundamental de nuestra nación), y velaba por el interés general al menos hasta que llegamos a la fallida independencia.  Antes de la independencia, en el pueblo guineo se respetaba la vida de la persona, la corrupción y demás actos delictivos eran sumamente repudiados y, por consiguiente, evitados por parte de casi el conjunto de toda la ciudadanía.
La GUINEA ECUATORIAL de OBIANG NGUEMA y de su tío Macías Nquema no podía haber existido ni puede existir con los valores que nos inculcaron nuestros padres y nuestros formadores españoles. Por lo que, para la existencia de las dos dictaduras que hasta hoy nos machacan en nuestro país, los dos dictadores tuvieron y tienen que hacer todo lo posible para aniquilar todo el tesoro de valores que habíamos aprendido de nuestros padres, a lo largo de la colonia y del período autonómico en nuestro país.
Y, puesta en marcha la liquidación de los mencionados valores, los NGUEMA: Macías NGUEMA, OBIANG NGUEMA y la familia OBIANG NGUEMA empezaron a romper, a destruir las familias dividiendo a sus componentes. Los asesinatos y los envenenamientos; las detenciones, encarcelamientos, torturas, secuestros y matanzas (todas arbitrarias) por ser disidentes, se han institucionalizado en la GUINEA ECUATORIAL dirigida por OBIANG, sólo para silenciar a la gente y seguir en el poder hasta que la santa sepultura le separe del bastón de mando y de la silla presidencial.
Todo, casi todo el pueblo guineoecuatoriano vive en la más absoluta miseria; GUINEA ECUATORIAL es de los pocos países del mundo en los que la gente reza para no encontrarse con una autoridad militar en una esquina y, la gente llega a esto porque el que gobierna nuestro país ha enseñado a los militares a despreciar a la persona y a su vida. 
Matar en la GUINEA de OBIANG es menos grave que picar,sin permiso, la mangüeña o papaya de la Primera Dama.
Muchos en nuestro país han muerto y otros están en la cárcel por haberse encontrado cerca de los terrenos de la familia OBIANG o por haberles pillado recolectando (picando) fruta en la finca de la sobresaliente Primera Dama.
Obiang lleva cuarenta y tres larguísimos años en el poder en GUINEA ECUATORIAL y, a lo largo de todo este tiempo ha hecho de todo para seguir malgobernando el país:
El tirano para mantenerse en el poder ha disuelto partidos políticos que no aceptan actuar según su voluntad; ha prohibido a la gente hablar, ha detenido, secuestrado, torturado, condenado y, para colmo, el señor dictador ha matado a los ciudadanos guineos sólo por haber cometido el enorme delito de ser de la oposición.
Hermanos; ¿un dirigente que sólo permite concurrir a las elecciones convocadas por él a los que, tras cuarenta y cuatro años en el poder, le siguen consintiendo presentar su candidatura a unas elecciones, puede procurar el bienestar de todos?
Un dirigente que aprovecha la extrema miseria de los ciudadanos comprando voluntades fuera y dentro del país para que salgan a la calle a defender su rayadísima candidatura, ¿puede respetar las normas de un estado republicano?
Sobre todo, un hombre que responde violentamente al pueblo cuando éste le exige abandonar el poder por violar reiteradamente la constitución que en su día él mismo impuso al pueblo, ¿puede procurar que un país o República sea de verdad un país o República?
Y como en GUINEA ECUATORIAL OBIANG margina, secuestra, encarcela, tortura, divide a las familias fomentando la discriminación y el odio entre sus miembros y mata a los ciudadanos, a los que antes suele empezar amenazando con un “si no hacéis lo que os imponga, me veré obligado a aniquilar la paz reinante”. 
Obiang amenaza al pueblo por aniquilar una paz que nunca ha vivido en GUINEA ECUATORIAL sólo porque, según parece, si levantamos la cabeza para exigirle dimisión, acabaría liquidando nuestra esperanza de verle fuera del poder (lo que es lo mismo decir que “matará al que se oponga a sus arruinadas sabías orientaciones).
Ante un hombre y una familia con las características y actitudes egoísta como OBIANG NGUEMA y su familia no puede ser bajo ningún concepto un error aseverar que nuestro país no es país ni nuestra república se precisa ser República en nada, es decir, sabiendo que un país o República es país o República cuando los que lo llevan saben luchar por la buena reputación, por la buena convivencia y por la mejora en el nivel de vida de todos los ciudadanos, afirmamos aquí que CON OBIANG NGUEMA, SU FAMILIA Y SU PDGE GUINEA ECUATORIAL NO ES PAÍS NI REPÚBLICA.
QUE TRABAJEMOS TODOS JUNTOS PARA QUE OBIANG, SU FAMILIA Y SU PDGE ABANDONEN EL PODER Y NUESTRA PRESIDENCIA.
Después del dictador OBIANG nos tocará a todos trabajar para la recuperación de nuestros valores y para la restauración de un verdadero Estado de Derecho en nuestro país, en el que el respeto a la persona y a su vida puedan volver a ocupar el centro de nuestros corazones, de nuestras vidas y de nuestras acciones.
 
!!!ABANDONEMOS A OBIANG Y A SU PDGE.!!!