Desde Guinea Ecuatorial
Hemos repetido en multitud de ocasiones que el pueblo guineano nunca ha sido un pueblo libre y, por consiguiente los guineanos nunca hemos conocido la libertad, ni la verdadera prosperidad, ni hemos disfrutado de nuestros derechos como hijos de esta nación. Por el contrario cada día nos torturan, nos condenan, nos privan del trabajo remunerado y, cuando parece que nos permiten tener alguna ocupación, nos imponen salarios miserables.
Todos nos hemos estremecido al ver a unas excavadoras derribar un conjunto de casas, que algunos guineanos de pocos recursos habían construido para poder cobijarse. Y lo mas sangrante ha sido ver al hijo de Armengol, el hermano del dictador, dirigir personalmente las operaciones de demolición, como si de un deporte se tratara. No voy a entrar a valorar el hecho de la existencia de unas construcciones, quizá en sitios no ordenados para ello, pero si en la competencia de las autoridades de cualquier país, que antes de derribar unas viviendas, se les ha de buscar una solución habitacional a esas familias. Esta forma de proceder (la de buscarle alternativas a los asentamientos de casas irregulares) las hemos visto principalmente en todos los países de Europa y en muchos de Africa, como han proporcionado viviendas sociales para alojar a estas familias desahuciadas.
Por otra parte, no entendemos como el clan de los Obiang ha acaparado y despilfarrado el dinero procedente de los ingresos de las materias primas de nuestro país, cuando tenía que haberlo destinado a solucionar los problemas de los guineanos, especialmente el de la vivienda.
Derribar las casas de la gente sin ninguna otra alternativa que no sea la de dormir en la calle, supone un auténtico atentado contra los mas elementales derechos del hombre (el derecho a tener un techo para cobijarse). Así lo ha manifestado de manera tajante el Presidente del Partido del Progreso Armengol Engonga: "no solo es incomprensible, sino que es lacerante, que con los monumentales ingresos de petróleo, gas y minería, el gobierno de Obiang no haya querido solucionar de forma adecuada el problema de la vivienda en Guinea Ecuatorial y podamos asistir atónitos e impotentes a estos graves atropellos contra los guineanos mas desfavorecidos".
Quizá porque ya estamos resignados a vivir en dictadura, no valoramos el principal problema que es la falta de libertad que tenemos los guineanos bajo la dictadura de Obiang Nguema. No podemos votar libremente a nuestros dirigentes; no somos libres para opinar sobre los problemas de nuestro país; ni tampoco nos encontramos seguros, pensando que si cualquier día nos van a detener, o simplemente ser extorsionados, incluso atacados por cualquiera elemento de la seguridad. Tampoco no podemos dar de comer a nuestros hijos, si antes no le rendimos culto a Obiang y a su familia. En Guinea Ecuatorial aunque los dirigentes de la dictadura trabajan mal; aunque nos privan de todos los derechos, tenemos que cantarles para que no nos condenen o maten.
Como se puede comprobar en nuestro país no nos dejan luchar ni siquiera por nuestro propio bienestar. La madera, el petróleo, el gas, los minerales, los terrenos, los bienes muebles e inmuebles de nuestro país, son para los OBIANG.
Os aseguro que no es nada fácil vivir en nuestro país con personalidad e ideas propias. Vivir en Guinea manteniendo los valores humanos, como la lucha por el bien y la libertad del pueblo, supone un enorme sacrificio. El que en nuestro país se declara opositor, (opositor de verdad) tiene que saber que quedará señalado por todo el clan dictatorial y los del PDGE y tiene que estar dispuesto a asumir el sacrificio y el riego que supone trabajar por la libertad y la prosperidad del hoy sufrido pueblo de Guinea Ecuatorial.
Los directivos y militantes del Partido del Progreso, con Armengol Engonga a la cabeza, estamos trabajando muy duro y con mucha ilusión con el objetivo de revertir la situación en Guinea Ecuatorial, a fin de instaurar la democracia y estado de derecho en nuestro país.
Los directivos y los militantes del PPGE, estamos dispuestos a seguir luchando para que una vez que retornen todos los opositores exiliados a Guinea podamos formar un Gobierno de Unidad Nacional, e inaugurar entre todos la nueva era de la democracia, de la libertad, del derecho y del desarrollo económico.
