martes, 8 de septiembre de 2020

HOY SIN PETROLEO, MAÑANA SIN ARBOLES

                                       Madera rizada del bubinga


Exilio del Partido del Progreso en España, 8 de septiembre de 2020.- La tala clandestina e indiscriminada de la madera del oveng (Guibourtia spp.) en la Región Continental se está convirtiendo, ademas de un extermino masivo de este emblemático árbol,  en un escándalo de corrupción mas de la familia Obiang. Así nos lo ratifican militantes del Partido del Progreso en el Interior que están comprobando con asombro como se está esquilmado el bosque primario sin atender a las prohibiciones, tanto de la legislación de Guinea Ecuatorial (en la que está terminantemente prohibido la tala de oveng), como en la legislación internacional, que también lo prohibe.

A pesar de que el Primer Ministro, Pascual Obama, tachara esta práctica "como escándalo de abuso extremo", incluso  llevó a cabo una reunión el 21 de octubre de 2018 con la cúpula del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Bosques y Medio Ambiente, la tala del oveng se ha descontrolado de tal manera que ponen en peligro la propia existencia del mítico árbol.

En Guinea todos conocemos las cualidades excepcionales de la madera de oveng o bubinga, con excelentes cualidades para la fabricación de instrumentos musicales, para ebanistería, tarimas suelos, en la fabricación de puertas, muebles, etc. 

Todos los miembros de la familia Obiang y también los de la primera mujer, han "metido las manos" en este ilegal y delictuoso negocio con la anuencia del propio dictador, que como en el caso del petróleo, anima a sus allegados a que "aprovechen el maná" de la abundancia de esta madera para enriquecerse.

Las empresas que reciben las concesiones son generalmente chinas y de Malasia y que se encuentran además participadas por algún familiar del dictador. Estas empresas, sin ninguna observancia medioambiental,  no sólo arrasan con la madera noble del oveng, sino además con las otras especies valiosas, como la ceiba, el ébano  etc. Quizá lo peor de estas prácticas, que se hacen la mayoría en secreto y con nocturnidad, es el daño irreparable que causan al bosque primario, ya que para acceder a los codiciados ejemplares arrasan completamente el bosque, dejando los arboles menos valiosos tumbados en el suelo. 

El grado de destrucción que se está llevando a cabo en el bosque continental es muy preocupante, ya que al disminuir los ingresos del petróleo la familia Obiang ha visto en este recurso otra forma rápida y limpia de enriquecerse. 

Si continua así el ritmo de deforestación, dentro de 10 años disminuirá de forma drástica la cobertura vegetal de la zona litoral y central, con lo que se rompería el equilibrio, llegando a la total desertización del suelo.

La cobertura forestal de Guinea Ecuatorial en el año 2000 ascendía a 2.500.000 hectáreas; es decir, el 93% de la superficie total del país. En 2017 esta superficie descendió hasta las 1.498. 000 hectáreas, 55% de la superficie total. Nos podemos imaginar en que quedarán los bosques en Guinea Ecuatorial, si se aumenta considerablemente el ritmo de explotación y además esta se lleva a cabo de forma alocada. 

Como en este y en muchos otros asuntos, la familia Obiang y el resto del clan que les acompañan, no tienen otro objetivo que la rapiña, sin mostrar ningún miramiento sobre el perjuicio que están causando a la gran mayoría de guineanos, ni menos el daño que causarán a las generaciones venideras.