domingo, 17 de mayo de 2020

EL PRESIDENTE OBIANG, HA VUELTO A TOMAR EL PELO A TODOS LOS GUINEANOS


Por mucho que haya pasado el tiempo, Obiang Nguema sigue exhibiendo la misma cobardía que durante el golpe de estado del 3 de agosto de 1979, en el que permaneció escondido hasta que definitivamente se produjo el desenlace, con la detención de su Tío Macías. Obiang no ha cambiado, sigue siendo el mismo cobarde, el mismo oportunista, que solo aparece para colgarse las medallas, o cuando no tiene mas remedio que dar la cara, como en este caso, en el que se ha visto obligado a salir a la palestra, debido a la gran avalancha de críticas que se le ha venido encima por haberse escondido una vez mas, dejando a su pueblo abandonado y a la deriva, en unas circunstancias dramáticas para su existencia, debido a la pandemia del coronavirus, sumada a los efectos propios de de la dictadura.

En su ultima comparecencia, forzada por los acontecimientos, el Presidente no ha ofrecido ninguna medida que ayude a aliviar el sufrimiento de un pueblo que está soportando una terrible carga y una gran agonía. Un Obiang hierático, tembloroso y jadeante, sujetado al plató a base de fármacos que le suministran los mejores médicos, se ha dedicado a  relatar el daño que está haciendo la pandemia en otros países y lo bien que lo ha hecho él en Guinea, gracias a la rápida intervención de su gobierno, sin comprometerse en nada y pasando olímpicamente del sufrimiento de su pueblo, del que parece no querer saber nada. 
No es cierto que la pandemia haya tenido poca incidencia en nuestro país. Por lo pronto ya hay una decena de muertos reconocidos y una tasa de infectados que ronda los 600, datos que ha suministrado el propio gobierno a la OMS y que según las informaciones de personas muy cercanas al entorno del Vicepresidente no tiene nada que ver con la realidad, ya que se están ocultando descaradamente los datos. Desde luego, viniendo de un régimen mentiroso y manipulador, nadie se cree estas cifras, todos están seguros que el número de contagiados es muchísimo mayor. Sabemos además, que hay 16 altos cargos infectados por coronavirus. Nos informan que Victoriano Bibang Nsue Ocomo, alias Efamba, hermano de la Primera Dama, fue ingresado hace unos días en estado crítico a la UCI de la Clínica de la Paz de Bata. También han tenido que ser ingresados por la misma causa, Anacleto Olo Mibuy, Presidente de CICTE y el senador Anastasio Ela Ntugu. 
Siguiendo el ejemplo del Presidente todos los gerifaltes y altos cargos del gobierno se han recluido en sus grandes mansiones o en lujosos hoteles, para permanecer a salvo del contagio, olvidando sus obligaciones de gobierno y la atención que merecen nuestro indefenso pueblo. 
Según las informaciones que nos suministran militantes del Partido del Progreso en el interior, el Director General de Seguridad Presidencial y de la Guardia de Honor, han obligado al aislamiento en los hoteles a todo el personal a su cargo, tras haberse producido varios positivos por coronavirus. 
Las informaciones que nos llegan de Guinea son alarmantes, ya que nos dicen que las UCI´S están colapsadas hace semanas y existe un gran confusión sobre la extensión de la pandemia, así como por la poca información sobre los medios de prevención contra la misma, que está suministrando el gobierno. También nos cuentan que el propio Vicepresidente se está atiborrando con litros de la cura malgache, el CVO, al que se le atribuyen efectos curativos frente al virus. Esta circunstancia les lleva a pensar sobre la posibilidad de que el Vicepresidente haya sido también contagiado.  
Las dramáticas consecuencias que esta pandemia está teniendo en la sociedad guineana, le ha ayudado al pueblo a tomar conciencia sobre el comportamiento delictivo que ha estado tenido la familia Obiang y todos sus allegados. Todos los guineanos conocen ya como han estado utilizando el dinero de todos para su propio enriquecimiento y para comprar voluntades, con el objetivo de seguir afianzando su dominio sobre nuestro pueblo. 
Está claro que la pandemia del coronavirus ha venido a abrir definitivamente los ojos a los guineanos, sobre la maldad de Obiang Nguema y su régimen. El pueblo ha tomado conciencia de que debe acabar con esta dictadura y  que ya no existe marcha atrás. Solo quedan dos salidas: la rebelión y la violencia generalizada hasta acabar con la dictadura, con las dramáticas consecuencias de muertes que este camino puede llevar consigo, o el abandono voluntario del poder, pactando con la oposición.
Tenemos información de que altas personalidades del régimen están aconsejando a Obaing sobre la conveniencia de abandonar el poder y pactar con toda la oposición una transición pacífica hacia la democracia para nuestro país. Conocemos también la gran ambición de poder de la Primera Dama, Constancia Mangue, que sigue maniobrando para perpetuar la dictadura en manos de su hijo Teodorín y la guerra soterrada por el poder que se está produciendo dentro del clan.
La vía pacífica, ya la planteó el Presidente del Partido del Progreso en 1992 a algunos hombres fuertes del régimen, que la vieron como la única salida para no entrar en el odio, en la violencia y en la muerte. 
En estos momentos, quizá con mayor motivo, esa salida se le vuelve a plantear a Obiang Nguema, como la alternativa mas viable y menos traumática para nuestro pueblo. Tanto los opositores como los grandes jerarcas del régimen tienen muy claro  que la opción Teodorín llevaría consigo la violencia y la muerte para muchos,  también para ellos, y que la salida negociada, es la no violencia y la reconciliación entre todos. 
Como se suele decir en el argot futbolístico, la pelota está en su tejado. Les toca a ellos decidir.