martes, 10 de marzo de 2020

GENTE INCREIBLE. LOS IRREDUCTIBLES


Una tarde de primeros de año, me invitaron para que asistiera al aniversario del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, una formación política liderada por el histórico disidente africano, Severo Moto. Me pareció una oportunidad única para ver cómo se organizaba un grupo de africanos exiliados, sin medios, sin apoyos gubernamentales en una España en donde hasta los amigos de los Elfos (siempre que sean de izquierdas) tienen subvenciones a cargo de los Presupuestos Generales del Estado.  




La historia y trayectoria del Partido del Progreso es la respuesta más contundente que existe para una transición a la democracia en este pequeño país africano en manos de un siniestro clan familiar que dirige Teodoro Obianga Nguema. 



Guinea Ecuatorial, a pesar de haber sido parte de España, es una gran desconocida para la inmensa mayoría de los españoles, entre los que me incluyo. Antes de acercarme a este evento, al que había sido invitado, intenté informarme de la realidad guineana, su forma de gobierno, sus costumbres, los recursos con los que cuentan y descubrí cosas interesantes que están al alcance de cualquiera pero que nadie te advierte. 



Descubrí, nada más ponerme a investigar un poco por Internet, que los políticos españoles, sobre todo del Partido Socialista, se convertían en “padrinos” de la tiranía y hablaban y hablaban de democratizar el país mientras eran recibidos y agasajados por el dictador y sus secuaces. Como ocurre en otros lugares, Venezuela, Argentina, Cuba, la Bolivia de Evo Morales o el Ecuador de Correa, estos socialistas están, como muchas empresas y oenegés, viviendo a la sombra del dinero que les dan para blanquear y mantener estos desastrosos modelos de gobierno.  No me lo podía creer, pero cuanto más leía más me repugnaba el papel de nuestros representantes políticos abrazados, por pura avaricia, a estos torturadores, narcotraficantes, criminales y violadores de todo tipo. 



Me imagino que los africanos vivían en su isla, hoy llamada Bioko, hasta que fueron descubiertos por barcos españoles, ingleses y portugueses. Nada pudieron hacer. Me imagino que los habitantes originarios, antes de que llegaran las potencias colonizadoras, mantenían sus existencias frente a las amenazas que conocían. Los que llegaron a sus costas venían de territorios en los que se habían tenido que emplear a fondo para sobrevivir. Muchas tribus antes que la de los bubis, originarios de la zona, cayeron ante la fuerza de diversas y variopintas civilizaciones. Mientras en lo que hoy conocemos como Guinea Ecuatorial se vivía de una manera en otras partes del mundo se vivía la historia de forma muy diferente. La humanidad es increíble.



En América, los ingleses y luego los propios norteamericanos, acabaron con tribus enteras de las que no dejaron ni el recuerdo. España derrotó a los hegemónicos imperios Maya y Azteca gracias a la política de alianzas que suscribieron con las tribus sometidas. Los franceses han hecho de las suyas por dónde han pasado no solo con la Revolución, las guillotinas sino con sus guerras de expansión que los llevaron de España hasta Rusia. No hablemos de los alemanes o los belgas. Está claro que en el mundo hemos sufrido ideologías que aún hoy asoman la patita y guerras mundiales con tal cantidad de muertos y desgracias que deberían avergonzar al mismísimo Dios, nuestro creador.

Escudo de la ciudad de Santa Isabel, actual Malabo (Antigua Guinea Española).

Tras esos periplos de conquista por parte de las potencias de la época y de su posterior periodo colonial, le siguió otro que me llamó mucho la atención. Guinea Ecuatorial paso a formar parte de España como provincias de ultramar terminando como la que podríamos llamar primera comunidad autónoma después de las que existieron en América. A finales de los años 60 se independizaron y su camino ha sido un desastre sin paliativos por culpa de los dos dirigentes que se han sentado en el sillón presidencial.



Cuando España se vio obligada a otorgar la independencia a Guinea Ecuatorial debió pensar que el poder recaería en gente preparada, que la había y muy sensata pero no; quien se hizo con los resortes del Gobierno fue un grupo violento, pintoresco y básicamente asilvestrado al mando de Francisco Macias Nguema que sumió al país en una férrea y cruel dictadura. Este personaje se definía como marxista hitleriano. Este analfabeto está considerado como un siniestro personaje hasta tal punto que tuvo que ser derrocado por un Golpe de Estado que encabezó su sobrino, Teodoro Obiang Nguema y que lo uso para sentarse él en la poltrona presidencial. 



Desde entonces se han vivido episodios variopintos, pero nadie ha molestado al sátrapa, es más, muchos se han beneficiado de su cercanía.



De Severo Moto me sorprende la cantidad de referencias que salen de él en los buscadores de Internet casi tres veces más que las que se reflejan cuando pones el nombre del tirano, Obiang. Luego, me pongo a leer artículos suyos, iniciativas y el calvario que ha sido su vida desde que decide no participar con los que maltratan a su pueblo.



Llegó el día, el sábado 29 de febrero y no lo dudé. Me apetecía conocer a ese grupo de hombres y mujeres que formaban el Partido del Progreso. El hecho de que la mujer participe en igualdad con los hombres tanto en la dirección del partido como en la militancia es algo que deberían aprender muchos partidos y sindicatos en España. Por lo que he leído, me parece todo un ejemplo a seguir.



Habían elegido un céntrico hotel madrileño, cómodo, pero nada ostentoso. Cuando entré ya había un nutrido grupo de afiliados, simpatizantes y también gente blanca, como yo, amigos de los responsables del evento. Me acerque a los blancos que se estaban tomando un café acompañados por algunos guineanos que hacían las veces de grupo de relaciones públicas para que los recién llegados no nos sintiéramos desplazados y me acogieron como a uno más. En la mesa a la que me acerqué estuve hablando con un hombre que había intentado emprender un negocio en Guinea Ecuatorial y salió escaldado de la experiencia. Empezaba a contar y no paraba. Los niveles de corrupción eran escandalosos y parecería un chiste sino fuera por la desgracia que siembra semejante manera de actuar. Este señor me contaba que si con él, que era español, hacían eso … que no harían con los que vivían ahí. Los problemas de este buen hombre empezaron en el aeropuerto y no paró de contar barbaridades hasta que por fin volvió a subir al avión dirección Madrid.



El Partido del Progreso, me decía uno de los guineanos, es una formación con una nítida vocación democrática y de servicio al pueblo. Nosotros, me dice mi interlocutor, creemos en las personas, somos democristianos y profundamente respetuosos con lo que decida la mayoría y por eso apostamos por un escenario en el que podamos presentarnos a unas elecciones y que el pueblo decida en quién confía y cual es el mejor proyecto para el país.

Me di cuenta que en el hall había familias enteras. Los niños jugaban en la puerta del hotel y vi a muchas chicas jóvenes. Luego me dijeron que eran de otra formación política de oposición que habían sido invitadas al aniversario.



Los dirigentes, hombres y mujeres, estaban reunidos desde un par de horas antes aprovechando la ocasión. Muchos no eran de Madrid y se habían desplazado desde sus lugares de origen como Valencia, Andalucía, Murcia, Cataluña, Aragón o de la Comunidad Vasca … bueno, había un grupo de militantes, por lo que pude escuchar que residían en Canarias.



El salón de la conferencia se llenó en cuanto abrieron las puertas. Calculo que estaríamos cerca del centenar, más o menos. Una nutrida asistencia para los tiempos que corren y más si tenemos en cuenta que este grupo disidente no recibe ayudas de nadie. Severo Moto presidía el acto y le acompañaban miembros de su ejecutiva como el vicepresidente, Armengol Engonga; el Secretario de Organización, Gabriel Moto y en tareas de protocolo estaba Alberto E. Ondo que es también el presidente del Partido en España.

El acto empezó con una presentación de Alberto E. Ondo que explicó el contenido del acto  y una vez más demostró que es un magnifico director del evento.

Un periodista español fue invitado a hablar en el acto y dio una pequeña conferencia sobre Burkina Faso, el asesinado capitán Sankara y las similitudes que veía en el Partido del Progreso y su presidente Severo Moto.

Según el conferenciante, Sankara abogó por el respeto del medioambiente, el panafricanismo, los derechos de la mujer, la austeridad, la condena enérgica de la pobreza, la autosuficiencia. Apeló a la descolonización del pensamiento y la consecución de la felicidad de la población fue recurrente en su discurso. Obró como "presidente de un país pobre", según dijera, con el ejemplo, y actuó con dignidad, opuesto al culto a la personalidad. Fue un militar que rechazó la violencia, algo bastante inusual y más en estos países cercados de guerrillas dispares y señores de la guerra.

Todo esto lo veía reflejado en la personalidad de Moto. Sankara era un militar atípico por su humanismo y Moto es un periodista y maestro que no aspira a tener poder para su beneficio sino para garantizar los derechos del pueblo de Guinea Ecuatorial.

El joven capitán Sankara, que al momento de llegar al poder tenía solo 33 años, desarrolló un proyecto tan radical que no podía ser viable. Cosechó muchos enemigos, como los responsables de la política exterior francesa, mediante una nebulosa de actores (denominados "amigos de Francia") aglutinados en redes y lobbies en torno al aprovechamiento de las materias primas y la ayuda pública al desarrollo. Sankara resultó un símbolo muy peligroso. No tuvo miedo de jugar con fuego pese a que las fuerzas recelosas de esta transformación fueran más poderosas. El 15 de octubre de 1987 llegó el final trágico de Sankara, emergiendo un mito que lo posicionó como leyenda no solo en su país sino en África. 



El conferenciante comentaba las similitudes que encontraba en su emparejamiento con la figura de Moto y destacaba la terrible presión que se ejercía sobre el Partido del Progreso y su líder para que nunca gobernaran. Los denominados “amigos de Obiang” no dudaban en señalar a Moto como el más grave de los peligros a sus intereses. En la conferencia explicó que no se habían escatimado recursos contra Severo Moto y su grupo para hacerlos desaparecer, algo que nunca consiguieron. A Moto lo han encarcelado, torturado y abandonado a todos los niveles. Recordó que hasta bajo la presidencia del socialista Zapatero, fue encarcelado en Navalcarnero para que no molestara en unas elecciones farsa convocadas por Obiang y que obviamente ganó con más votos que electores.

Sankara, cuando fue asesinado, se unió al panteón de líderes populares africanos y anticolonialistas como Patrice Lumumba, Amílcar Cabral y Ruben Um Nyobè que lo dieron todo por la causa de sembrar las bases para erigir el proyecto de construcción social y económica africana, destinado a la mayoría social. En eso está Moto, dijo el periodista, que hizo referencia a conversaciones que había mantenido a lo largo de los años con el disidente guineano.



Tras esta alocución habló el vicepresidente, Armengol Engonga, que desgranó en un didáctico discurso el discurrir del Partido del Progreso con el paso de los años y los trabajos que se estaban realizando últimamente para alcanzar la normalidad democrática sin tener que recurrir a la violencia.


El secretario de organización, Gabriel Moto, comentó lo duro que era el día a día de la formación pero que eso les había fortalecido de tal manera que ya podían sobrevivir a cualquier situación y enfrentarse a todo tipo de hostilidades. No recibimos nada de nadie pero eso no va a ser un inconveniente y os aseguro, dijo, que cuando cierre el acto el presidente vamos a poder disfrutar de un vino español como es debido. Lo que fue muy celebrado por todos.



El presidente, Moto, mostró su afecto y cariño por todos y dijo estar orgulloso de su equipo y militancia, Sin vosotros, se expresó, este proyecto no tendría sentido. Moto habló del cambio que el Partido del Progreso tiene reservado para Guinea Ecuatorial. Las personas son el eje de nuestra política. Queremos que los habitantes se conviertan en ciudadanos con derechos y obligaciones y que puedan desarrollar sus vidas sin temor a ser maltratados por un Gobierno corrupto.

La marca que nos diferencia de otras formaciones políticas de Guinea Ecuatorial es la generosidad y vocación de servicio que tenemos. Queremos lo mejor para nuestro pueblo y apostamos por la colaboración leal de todos en la construcción de un país, de una república, civilizada y moderna. Dijo que Guinea Ecuatorial ya contaba con recursos propios para hacer esa transición a la democracia y que solo faltaba que se pudiera neutralizar la violencia que pesa sobre el pueblo guineano.

Tras las conferencias pasamos a otro salón donde disfrutamos, como bien había dicho Gabriel Moto, de un ágape surtido y abundante. El vicepresidente me dijo que muchos tenían que volver a sus ciudades y aunque era un esfuerzo económico importante no se podían ir sin comer.

Realmente me he sentido muy cómodo con la gente de Guinea Ecuatorial. Magnífica experiencia y puedo decir que no me extraña que este, el Partido del Progreso, sea una esperanza para este país africano.

José Alberto Frías Cano