Oposición guineana atrapada en el
exilio, España, 14 de febrero de 2017.- INTERNET, para fortuna y suerte del pueblo guineano, se ha
convertido en el más certero y eficaz instrumento de lucha y debilitamiento del
dictador más longevo de África, Obiang Nguema Mbasogo. Se trata de
un instrumento de comunicación que en los últimos años del imperio de
Obiang Nguema ha reventado, de alguna manera, la sucia y vergonzosa caparazón y
costra de MATERIA RESERVADA bajo la que se mueve el dictador con su cohorte
familiar, su entorno de paniaguados y la caterva de avispados extranjeros que
de ese río revuelto hacen su agosto.
No es fácil adentrarse en los
secretos, mentiras, falsedades y arenas movedizas en las que se asienta el
imperio dictatorial de Obiang Nguema y sus oscuros asesores. Es más; no
va ser nada fácil encontrar en el llamado “Post Obiang”, documentos
comprometedores y probatorios de los cerca de 50 años que lleva incrustado,
como una voraz sanguijuela en el poder de Guinea Ecuatorial.
Pero INTERNET y la amplia cadena de
medios que el mundo cibernético aporta hoy a los usuarios, si no descubre
viejos secretos que podrían conducir hasta la muerte del informador, sí,
tiene la capacidad de sacar a la luz el carácter de “sistemático” que la
tortura y el desprecio a la vida humana tiene el régimen de Obiang
Nguema. Sus discursos preñados de autodefiniciones que expresan su orgullosa
“presunción de ser dictador” y otras múltiples reafirmaciones es su carácter de
hombre “cruel”, aparecen y se pierden por los entresijos de Internet,
imposibles de ser controlados y atrapados por Obiang Nguema y su patulea.
Quizás lo que más crispa y exaspera
al dictador Obiang Nguema es que INTERNET es tan atrevido y rápido que, antes
de que la propia población guineana llegue al conocimiento de la reunión más
íntima de Obiang y los suyos, la información ya circula por España, Francia, Estados
Unidos, Suráfrica…
A los pocos años de la aparición de
INTERNET, Obiang notó en seguida cómo esta técnica de comunicación crecía y se
filtraba en sus palacios y viviendas, en un intento inevitable de conocer y
revelar secretos de Obiang Nguema, a la vez que INTERNET hacía llegar, fresco y
traidor, el mensaje nítido de lo que el pueblo guineano y la comunidad
internacional piensan de él. “¡¡¡Esto de Internet, va a acabar conmigo!!!”-farfulló,
desesperado, el dictador-.
Ahora, según informan fuentes del interior
del país, el dictador, enfurecido, ha anunciado la posibilidad de prohibir
INTERNET en Guinea Ecuatorial.
Algo así como poner puertas al amplio
e inconmensurable campo… Cuanto más prohiba internet, más ganas tendrá de
leerlo, y más tropezará con la crítica, cada vez más abierta y pública, de los
ciudadanos.