Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial:
y la Democracia Cristiana
La mayoría de los partidos políticos y formas de gobernar en las principales democracias del mundo, tienen inspiración en las conquistas sociales que, diferentes pensadores católicos, grupos de asociaciones cristianas y hasta las encíclicas de los papas (Rerum Novarum ), forjaron en la Europa del s. XIX.
Así, derechos que actualmente nos parecen normales, como: descanso dominical, disminución de la jornada laboral, seguros obligatorios contra accidentes y enfermedad, pensiones para obreros y campesinos, creación del Monte de Piedad o las mutualidades laborales, fueron conseguidos gracias a la acción de los grupos cristianos, frente al liberalismo individualista y mecanicista (deshumanizado), imperante en aquella época.
Posteriormente, con la creación de los grandes partidos demócrata cristianos, se pudieron llevar a cabo grandes logros sociales en aquellos países en los que han gobernado. Podemos destacar el importante papel que han jugado: en Italia (DC), Alemania (CDU), Países Bajos (CDA), Chile (PDC), Méjico (PDCM), Venezuela (COPEI) República Dominicana (PRSC), República Democrática del Congo, (PDSC), Nigeria (PDN), Cabo Verde (MPD) y Guinea Ecuatorial (Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial).
El Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, forma parte de la Internacional Demócrata de Centro, y como la mayoría de los partidos que la integran (más de 120 partidos de los cinco continentes), tiene como señas de identidad, la lucha por la igualdad, la justicia y la libertad; teniendo a la persona como centro de la acción política, ya que la considera portadora de valores trascendentes y universales.
A diferencia de otros partidos demócrata cristianos, que han nacido de la fusión de asociaciones católicas y de la unión de otros partidos, tanto de centro izquierda, como de centro derecha, ya existentes; el Partido del Progreso nace en unas condiciones muy difíciles, en el seno de una población que está luchando contra una tiranía que oprime a todo un pueblo
indefenso, y que cuenta con unas raíces cristianas profundas. Es pues, un partido moderno (1983), que le une grandes vínculos con las principales sociedades democráticas occidentales.
El PP, está formado por personas que comparten unos principios inspirados en el humanismo cristiano, de diferente procedencia: pueden ser católicos, cristianos no católicos y no creyentes, pero que asumen y valoran estos principios, como elementos fundamentales en la vertebración de la sociedad. No se considera, por tanto, partido confesional (no representa los intereses de ningún grupo religioso), ni tampoco, responde a directrices del Vaticano. En su afán por querer ser la voz de una sociedad, en su mayoría, excluida de las riquezas de su país, así como, de las decisiones políticas, ha desarrollado un marcado carácter social, que le lleva a diseñar acciones para devolver el protagonismo económico y social, a una sociedad atenazada, largos años, por la tiranía.
En Guinea Ecuatorial, el PP, está llamado a reparar las injusticias y atropellos, que se han cometido con la población, para lograr una sociedad más justa, más solidaria y más libre. La izquierda socialista, ha demostrado en todo este tiempo, la complacencia, o en el peor de los casos, la alianza con Obiang, para que las cosas no cambiaran en Guinea Ecuatorial. También en nuestra vieja Europa, la izquierda está teniendo unos comportamientos de total deriva, que no se parecen en nada a sus denuncias, frente a las injusticias (junto con los partidos cristiano demócratas), de antaño. Su materialismo histórico, heredado del marxismo, le ha llevado a defender un modelo de sociedad frívola y materialista, que se aleja de los propios
fundamentos y bases, con los que se construyó la Europa que conocemos.
El Partido del Progreso, apuesta por una democracia participativa, en la que, hombres y mujeres (jóvenes y mayores), sean los actores de su desarrollo democrático. Su modelo económico es de libre competencia, pero con la presencia moderadora del Estado, para frenar las injusticias y cohesionar interterritorialmente el país.
Juan Cuevas
y la Democracia Cristiana
La mayoría de los partidos políticos y formas de gobernar en las principales democracias del mundo, tienen inspiración en las conquistas sociales que, diferentes pensadores católicos, grupos de asociaciones cristianas y hasta las encíclicas de los papas (Rerum Novarum ), forjaron en la Europa del s. XIX.
Así, derechos que actualmente nos parecen normales, como: descanso dominical, disminución de la jornada laboral, seguros obligatorios contra accidentes y enfermedad, pensiones para obreros y campesinos, creación del Monte de Piedad o las mutualidades laborales, fueron conseguidos gracias a la acción de los grupos cristianos, frente al liberalismo individualista y mecanicista (deshumanizado), imperante en aquella época.
Posteriormente, con la creación de los grandes partidos demócrata cristianos, se pudieron llevar a cabo grandes logros sociales en aquellos países en los que han gobernado. Podemos destacar el importante papel que han jugado: en Italia (DC), Alemania (CDU), Países Bajos (CDA), Chile (PDC), Méjico (PDCM), Venezuela (COPEI) República Dominicana (PRSC), República Democrática del Congo, (PDSC), Nigeria (PDN), Cabo Verde (MPD) y Guinea Ecuatorial (Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial).
El Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, forma parte de la Internacional Demócrata de Centro, y como la mayoría de los partidos que la integran (más de 120 partidos de los cinco continentes), tiene como señas de identidad, la lucha por la igualdad, la justicia y la libertad; teniendo a la persona como centro de la acción política, ya que la considera portadora de valores trascendentes y universales.
A diferencia de otros partidos demócrata cristianos, que han nacido de la fusión de asociaciones católicas y de la unión de otros partidos, tanto de centro izquierda, como de centro derecha, ya existentes; el Partido del Progreso nace en unas condiciones muy difíciles, en el seno de una población que está luchando contra una tiranía que oprime a todo un pueblo
indefenso, y que cuenta con unas raíces cristianas profundas. Es pues, un partido moderno (1983), que le une grandes vínculos con las principales sociedades democráticas occidentales.
El PP, está formado por personas que comparten unos principios inspirados en el humanismo cristiano, de diferente procedencia: pueden ser católicos, cristianos no católicos y no creyentes, pero que asumen y valoran estos principios, como elementos fundamentales en la vertebración de la sociedad. No se considera, por tanto, partido confesional (no representa los intereses de ningún grupo religioso), ni tampoco, responde a directrices del Vaticano. En su afán por querer ser la voz de una sociedad, en su mayoría, excluida de las riquezas de su país, así como, de las decisiones políticas, ha desarrollado un marcado carácter social, que le lleva a diseñar acciones para devolver el protagonismo económico y social, a una sociedad atenazada, largos años, por la tiranía.
En Guinea Ecuatorial, el PP, está llamado a reparar las injusticias y atropellos, que se han cometido con la población, para lograr una sociedad más justa, más solidaria y más libre. La izquierda socialista, ha demostrado en todo este tiempo, la complacencia, o en el peor de los casos, la alianza con Obiang, para que las cosas no cambiaran en Guinea Ecuatorial. También en nuestra vieja Europa, la izquierda está teniendo unos comportamientos de total deriva, que no se parecen en nada a sus denuncias, frente a las injusticias (junto con los partidos cristiano demócratas), de antaño. Su materialismo histórico, heredado del marxismo, le ha llevado a defender un modelo de sociedad frívola y materialista, que se aleja de los propios
fundamentos y bases, con los que se construyó la Europa que conocemos.
El Partido del Progreso, apuesta por una democracia participativa, en la que, hombres y mujeres (jóvenes y mayores), sean los actores de su desarrollo democrático. Su modelo económico es de libre competencia, pero con la presencia moderadora del Estado, para frenar las injusticias y cohesionar interterritorialmente el país.
Juan Cuevas