jueves, 17 de octubre de 2024

Un Futuro en Juego: La Vuelta a Clase y el Impacto de la Desigualdad en la Educación


Por María Victoria Udjilo Belika, Secretaria de Política de Mujer e Igualdad.


En los meses de septiembre y octubre, al igual que millones de niños y jóvenes en todo el mundo, los estudiantes de nuestro país, G.E., se preparan para iniciar un nuevo curso escolar. Sin embargo, la realidad para muchos de estos niños es desalentadora: una cantidad considerable no podrá asistir a clase debido a problemas estructurales profundamente arraigados.


En las últimas semanas, se ha hecho evidente a través de diversos vídeos en redes sociales que muchos niños y niñas de G.E. no tendrán la oportunidad de volver a las aulas. Las razones son múltiples y devastadoras: la ausencia de escuelas cercanas a sus hogares, la necesidad de trabajar en labores agrícolas o industriales para apoyar a sus familias, la falta de dinero para adquirir el material escolar, o la imposibilidad de costear una educación en las pocas escuelas y universidades privadas disponibles en ciertas regiones.


Lejos de ser casos aislados, esta situación afecta a una parte significativa de la población infantil y juvenil del país. Y no es fruto del azar: es el resultado directo de la inacción y la mala gestión del actual gobierno. En pleno siglo XXI, sigue habiendo barreras insalvables para muchos niños y jóvenes, lo que supone una violación de sus derechos fundamentales y una limitación drástica de su futuro.


En el Partido del Progreso hemos defendido constantemente una educación pública, gratuita y obligatoria para todos los niños y adolescentes. Además, abogamos por un sistema de becas justo que permita a los estudiantes más brillantes y necesitados acceder a la educación superior, sin que su origen socioeconómico sea un obstáculo.


Queda mucho por hacer en materia educativa, y mientras el gobierno actual, corrupto y dictatorial, continúe en el poder, es improbable que se den las condiciones necesarias para implementar políticas educativas justas y universales. El futuro de nuestros niños y del país está en juego: maestros, médicos, ingenieros, químicos, peluqueros, entre otros profesionales necesarios, son el motor que puede impulsar a nuestra nación hacia un mejor porvenir.


Seguiremos luchando por una educación de calidad y accesible, porque solo así garantizaremos que ningún niño quede fuera de las aulas y que todos los jóvenes tengan la oportunidad de construir un futuro lleno de oportunidades.