viernes, 16 de agosto de 2024

La Encrucijada de Obiang: Crisis Económica y Presión Internacional

Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial

 


La situación actual de Guinea Ecuatorial está marcada por una intensa tensión política, exacerbada tras la reciente disolución del Gobierno, que apenas llevaba dos años operando de manera ineficaz. La incapacidad de formar un nuevo gobierno que pueda abordar los múltiples problemas del país es evidente. El presidente Teodoro Obiang Nguema, padre del vicepresidente Teodorín, ha rechazado la lista de candidatos presentada por su hijo, en su mayoría jóvenes de la Asociación Hijos de Obiang (ASHO). Estos jóvenes carecen de formación y experiencia laboral, un perfil que refleja el propio aspirante a dictador. Teodorín y sus secuaces, no se esconden. Están buscando, por todos los medios, quedarse con Guinea Ecuatorial para montar su puerto pirata. Una terrible posibilidad para el país. Una brutal pesadilla.

 


La crisis no solo es política, sino también social. El propio Obiang ha reconocido públicamente, a través de los medios de comunicación, que Guinea Ecuatorial se enfrenta a una grave crisis económica. Esta caída económica afectará directamente a los funcionarios del Estado, quienes verán sus salarios reducidos a la mitad. Sin embargo, la crisis tendrá un impacto mucho más amplio, afectando a todas las capas de la sociedad: las familias, las amas de casa, los padres de familia y los jóvenes estudiantes. Los servicios públicos como la sanidad, la educación, el transporte, la energía y la alimentación también se verán gravemente mermados.

 


El régimen de Malabo se enfrenta a una situación inédita en sus 45 años de dictadura. Los bancos están vacíos y la actividad económica se ha paralizado en casi todos los sectores. Los ingresos petroleros, que constituyen más del 80% del presupuesto anual del Estado, han disminuido, reduciendo los ingresos estatales en más de la mitad. A pesar de esta situación y por paradójica que parezca, la corrupción sistémica no solo ha persistido, sino que parece haber aumentado. El dictador, su familia, su círculo cercano y el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) han saqueado, y lo siguen haciendo impunemente, los recursos del país durante estos 45 años. No tienen límite ni vergüenza.

 


La combinación de la crisis económica y la creciente presión internacional, incluyendo recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y de países con intereses en Guinea Ecuatorial, ha puesto al régimen de Obiang en un callejón sin salida. Se le insta a tomar medidas urgentes para enfrentar la crisis económica o, en su defecto, a abandonar el poder para facilitar una transición política definitiva. Solo un cambio radical en la dirección política, con nuevas reformas que garanticen la seguridad jurídica y fomenten la inversión extranjera, podrá revertir este sombrío panorama. Un impulso hacia la libertad y la democracia es esencial para llevar a Guinea Ecuatorial hacia un futuro de progreso y desarrollo.

 


He insistido repetidamente en que la democracia es infinitamente superior a la dictadura que estamos soportando. Con un nuevo régimen, incluso aquellos que hoy abrazan al dictador como a un padre, descubrirán que sus vidas mejoran significativamente. Podrán mirar a sus hijos a los ojos con orgullo, sabiendo que les están ofreciendo un futuro lleno de esperanza, en lugar del panorama sombrío que han conocido hasta ahora. Avanzar en la construcción de la democracia es construir una Guinea Ecuatorial fuerte y dueña de su propio destino.

 


La democracia a la que aspiramos en el Partido del Progreso pasa por puntos irrenunciables como:

 

La Libertad de Expresión: En una democracia, las personas pueden expresar sus opiniones libremente sin temor a represalias. Esto incluye criticar al gobierno, protestar pacíficamente y compartir ideas para mejorar Guinea Ecuatorial.

 


Elecciones Justas: La democracia permitirá que los guineanos elijan a sus líderes a través de elecciones libres y transparentes. Esto significa que el poder está en manos del pueblo, y los líderes pueden ser reemplazados si no cumplen con su trabajo.

 


Derechos Humanos Protegidos: En democracia, los derechos humanos están mejor protegidos. Esto incluye el derecho a un juicio justo, la igualdad ante la ley y la protección contra el abuso de poder. Algo que, como todos sabéis, no existe en Guinea Ecuatorial.

 


Transparencia y Rendición de Cuentas: Los gobiernos democráticos deben ser transparentes en sus acciones y decisiones. Todos los guineanos tenemos derecho a saber cómo se gestionan los recursos del país y exigir responsabilidades a los gobernantes.

 


Desarrollo Económico Sostenible: Las democracias suelen tener economías más estables y justas porque fomentan la inversión, el respeto a la propiedad privada y la creación de empleo. Esto lleva a una mejor calidad de vida para todos.

 


Participación Ciudadana: En democracia, todos pueden participar en la toma de decisiones que afectan desde su bloque de viviendas, barrio, pueblo o ciudad hasta el gobierno de la nación. Esto fortalece la unión y el sentido de pertenencia en la sociedad.

 


Paz y Estabilidad: Todas las democracias tienden a ser más pacíficas y estables porque los conflictos se resuelven a través del diálogo y el consenso, no por la fuerza.

 


Como vengo escribiendo en mis artículos, estas ventajas hacen que la democracia sea un sistema más justo y beneficioso para el bienestar de todos los guineanos, en comparación con la dictadura de Teodoro Obiang Nguema, donde el poder se concentra en unas pocas manos y las libertades están claramente restringidas.