lunes, 17 de julio de 2023

LAS CAUSAS DEL INHUMANO MAL QUE PADECE GUINEA ECUATORIAL


Por Juan Nze Eson Avoro, Presidente del Consejo Geográfico del PPGE de Bioko


La solución para el enorme problema dictatorial, falta de libertades e infernal violación de los derechos humanos que sufrimos en nuestro país tiene que pasar por la correcta contestación de las siguientes preguntas: ¿Por qué llevamos ya casi cincuenta y cinco años atrapados en férreas dictaduras? ¿Cuáles son las causas de este, a mi juicio, insoportable mal?
Todos los pueblos del mundo han sido sometidos fácilmente, bien por extraños, bien por su propia gente (dictadores, emperadores, zares) cuando los que conforman el pueblo no se entienden entre ellos o cuando el pueblo es militar y económicamente menos potente que el que llega o está para someterlo.
Volviendo a las preguntas, las contesto, a mi juicio, con una única respuesta: llevamos sufriendo las dictaduras durante casi cincuenta y cinco años porque pensar en medios económicos para echar al tirano cuando uno empieza por no tener qué llevarse a la boca al día, acaba siendo un sueño de maligno gusto para el soñador. Y, si sobre esta enorme pobreza  que ya indica nuestra presencia con arrapos por la calle para tapar nuestro degradado físico, añadimos el, en nuestro caso, desordenado instinto de supervivencia, llegamos hasta y nos estancamos donde estamos.
Antes de llegar hasta y estancarnos donde nos encontramos ahora, cabe, sin miedo a equivocarme, decir a propios y a extraños de dónde venimos y porqué dábamos los pasos en positivo antes de las dos dictaduras.
Antes, durante la colonización y durante todo el gobierno autónomo el pueblo de GUINEA ECUATORIAL era tan solidario como acogedor. Este espíritu solidario y acogedor se encarnaba, sobre todo, entre los Fang, gente que se sentía bien acogiendo y colaborando por y para el bien de todos.
Cuando entramos en conversación con un anciano Fang para hablar sobre las perversas actitudes y comportamientos que se han adueñado de nuestros corazones y calles hoy, “NUESTRAS ENCICLOPEDIAS” (Ancianos) nos aseguran que el pueblo de Guinea Ecuatorial no era así de perdidamente perverso; nuestro pueblo era solidario, los hijo e hijas no eran sino hijos del pueblo y, por consiguiente, eran protegidos por todos los habitantes del pueblo.
Antes de las dos inhumanas dictaduras, sobre todo, antes de la dictadura de los OBIANG nadie podía morir de hambre si un vecino suyo tenía algo que llevarse a la boca; antes del sanguinario gobierno de estas “Abejas Negras” nadie temía ir solo por el bosque, salir de una calle a otra o salir de un poblado a otro porque nadie pensaba en las agresiones, sino para bien de todos y de forma generalizado todos anhelaban recibir visitas para tener en alguien un mensajero de su espíritu de excelente acogedor.
El Fang era experto en acoger a los forasteros porque,  entre otras, esto formaba parte de sus métodos para entablar relaciones de amistad, de matrimonio y de presentarse ante su desconocido mundo.
VALE LA PENA SABER QUIÉNES ERAMOS Y QUIÉNES SOMOS HOY.
Antes de empezar el desarrollo de este punto, les pido perdón a los que no son fang, pues, voy a centrar este punto en los Fang que nos quieren revertir a todos intentando hacernos creer que el Fang siempre ha sido agresivo y mal encarado: que me perdonen los hermanos BUBIS, COMBES, BISIOS BENGAS, ANNOBONESES Y DEMÁS PLAYEROS.
En el primer apartado de este ya extenso artículo, hemos dicho que el Fang clásico era acogedor. Y, ¿Por qué el Fang era acogedor? ¿Qué quería conseguir acogiendo mejor a los forasteros, a sus compatriotas de otras zonas del país?
El Fang era acogedor porque, como hijo de un pueblo, su cometido era defender o procurar la buena fama, el sano honor, las buenas relaciones de amisdad, los enlaces matrimoniales con otras tribus, poblados y regiones.
El Fang quería estar bien con todos para engrandecer a su pueblo ganando el respeto y los votos de los demás.
El Fang del pasado, el clásico no era separatista ni regionalista  ni desordenadamente tribalista.
¿Por qué el Fang clásico no era tribalista ni regionalista? El Fang no era tribalista porque entendía que allá donde quiera que se presentara, acababa encontrándose con gente que, aunque no fuera de su tribu, como fang acabarían guardando con él algún lazo familiar. Ejemplo: El hijo de un Eséng puede ser hijo también de una Anvom, nieto de los Olee o Ngam y de los Esënvus. 
El visado y carné de residencia de un Fang para cualquier rincón del país, sobre todo, para viajar en la región continental era LA TRIBU Y, NO ERA NECESARIO QUE UNO SE ENCONTRARA CON EL DE SU PUEBLO. BASTABA ENCONTRARSE CON UN FANG COMO PARA SENTIRSE EN BUENAS MANOS Y MEJOR ALOJADO. 
Y si por ejemplo, se encontrara entre los hermanos Bubis, Annoboneses, Combes, Bisios Bengas; el Fang entendía y asimilaba lo de que son hermanos nuestros con los que luchamos juntos para hacer de nuestro país un país independiente (Bonifacio ONDÓ EDÚ, Enrique Gori Molubela, Buendi, Pastor Toraó, Salomé Jones, Enrique Nvó). 
Hoy el “fang adiestrado” por los dictadores, el fang, bubi, annobones, combe, bisios, etc amigos de los OBIANG ya son malhechores, matones, Corruptos y descarados. Luego el mal no está en el hecho de pertenecer a una etnia o tribu, el mal es producto de las dos crueles dictaduras que hemos padecido.
Como lo hemos escrito más arriba, la otra característica que nos ha dejado tanto tiempo bajo la opresión dictatorial es el hambre. Tanto el hambre ha vencido a algunos guineos que les ha dejado caerse en manos de los verdugos traicionando a sus propios hermanos a cambio de pocos billetes e incluso de un vaso de vino o de un pitillo de cigarro. Los ejemplos los escuchamos casi todos los días por nuestras ciudades y medios de comunicación: Mbini, Bata, Evinayong, Mikogomiseng, MALABO,… etc.
Tras haber leído todo esto, la pregunta nuestra debería ser: 
¿Cuánto hemos perdido? Y, sobre todo, ¿Cuánto tiempo podemos seguir aguantando está perversidad impuesta por el tirano sólo por querer comer o por un inhumano regionalismo?
La contestación que llevamos años dando en el seno del PPGE sobre estas preguntas es que, hemos perdido todo: hemos perdido nuestra esencia como pueblo, hemos perdido a nuestros hermanos y hermanas; hemos perdido a los grandes hombres de estado que podían haber colaborado mucho para una GUINEA ECUATORIAL libre y próspera, hemos perdido el sentido y la voluntad  de lucha por el interés general por culpa de unos que han cogido el ejemplo de la jungla para gobernar un país; hemos perdido todos los buenos valores que teníamos, éstos que hacían de nuestro pueblo un pueblo admirado por los de los países limítrofes.
Reconociendo, lamentablemente que lo hemos perdido todo, en el PPGE llamamos a nuestros compañeros de la oposición y les pedimos que todos hagamos el esfuerzo de retomar los valores de nuestros antecesores, que abandonemos el regionalismo, el tribalismo y todo lo que pueda ser obstáculo para liberarnos del sin vivir en el que los OBIANG han convertido GUINEA ECUATORIAL. Y, sobre todo, para la alegría y felicidad de aquellos antepasados que lucharon para el mantenimiento de los buenos modales que antes caracterizaban a nuestro pueblo, Toca abrir bien los ojos, los oídos y pensar en el interés general para que la triste y negra realidad hecha historia en 1968 no siga viva ni vuelva a repetirse en nuestro país.
OBIANG NQUEMA dio un Golpe de Estado a su tío Macías, se hizo con el poder sin antes haber pedido perdón al pueblo ni respondido ante la justicia. Y las consecuencias de aquel incomprensible y demagógico acto son las que sufrimos hoy. Ni el pueblo debe permitir que un verdugo vuelva a gobernar ni la comunidad internacional debe consentirlo porque, todos entendemos que los verdugos deben pedir perdón, cumplir con lo que dicta o recoge la ley según los casos y facilitar la construcción de un Nuevo Estado de Derecho en manos de las víctimas con espíritu de bien. El verdugo que no reconoce el mal causado pidiendo perdón a sus víctimas, no puede ser buen dirigente.
Si queremos un pueblo libre en nuestro país, debemos optar por gente limpia de atropellos al pueblo porque los que ayer nos torturaron, condenaron, abusaron y mataron por pensar diferente no deben proclamarse nuestros salvadores hoy, sobre todo, nosotros no debemos hacerles caso hoy ni acercarnos a ellos si no se arrepienten por el mal causado y piden perdón al PUEBLO.