jueves, 23 de febrero de 2023

LA COMUNIDAD INTERNACIONAL ABRE LA VEDA CONTRA EL REGIMEN DICTATORIAL DE OBIANG NGUEMA

          La Eurocamara condena de forma unánime al régimen de Obiang Nguema

Redacción El Confidencial 

Ha llegado el momento que estábamos esperando los opositores al régimen dictatorial de Teodoro Obiang Nguema: la comunidad internacional por fin ha dicho basta a este régimen, y por su parte, la Eurocámara ha dictado una dura resolución condenatoria contra la dictadura. Las acusaciones vertidas contra Obiang han sido claras y muy contundentes. En una recusación sin precedentes contra el régimen de Obiang Nguema, los representantes de la CE piden a Obiang la repatriación del cuerpo de Julio Obama, que murió preso en nuestro país. El Parlamento Europeo condena de manera casi unánime la “barbarie” de la dictadura de los Obiang en nuestro país. Los eurodiputados reclaman también la liberación del resto de presos políticos que desaparecieron en 2019 junto con Julio Obama. 
La condena a la dictadura de Obiang no puede ser mas clara: “el régimen de Teodoro Obiang Nguema ha diseñado una estrategia sistemática y organizada de persecución política y represión a los opositores políticos tanto en el interior del país como en el extranjero”, que incluye detenciones arbitrarias, acoso, secuestros, traslados forzosos, torturas, asesinatos y penas de muerte.,
Han tenido que mediar dos décadas para que el Parlamento Europeo se haya vuelto a pronunciarse sobre el régimen dictatorial de Teodoro Obiang. La resolución se ha aprobado con el voto favorable de 518 eurodiputados de los 546 participantes en el pleno del pasado jueves.
Nos da la impresión que estamos ante un cambio en la política de relaciones con Guinea Ecuatorial. Entendemos que a tiempos nuevos, nueva política. Eso parece desprenderse del fondo del  texto condenatorio contra los Obiang, aprobado por la Eurocámara: “la Unión Europea y los Estados miembros deben considerar de una vez por todas que en las relaciones internacionales no deben primar los intereses, sino los valores”

En un mundo globalizado como el nuestro, en el que mediante las redes sociales todo queda al descubierto, los países que respetan la legalidad, así como los derechos de las personas, deberán ser muy escrupulosos a la hora de mantener relaciones comerciales con aquellos países, que como el nuestro, pisotean los derechos humanos. En este contexto se puede entender la condena de la Eurocámara al régimen salvaje de Obiang Nguema: “La UE y sus Estados miembros deben, por su parte, suspender todo tipo de cooperación militar, policial y en materia de seguridad con Guinea Ecuatorial, y sancionar a los miembros del régimen que hayan perpetrado violaciones de los derechos humanos”
En una nueva vuelta de tuerca contra la dictadura de nuestro país, hubo una proposición de un diputado que pedía “embargar los bienes de la familia [del dictador] en Europa, empezando por España”.
Creemos que aquí cobra especial relevancia lo que hemos manifestado siempre en el Partido del Progreso, especialmente su Presidente, sobre la prioridad de que los Obiang abandonen el poder, erradicando todo rastro de dictadura en nuestro país. Con estas premisas podremos construir el nuevo edificio de la soberanía popular, de la democracia y del estado de derecho, sin condicionamientos y sin tener que pagar ningún tipo de peaje.
Tiene que quedar claro que coquetear con el régimen, o esperar de este que pueda evolucionar hacia un estado democrático en apariencia, supone un acto de la mayor cobardía y de traición a nuestro pueblo. La firmeza con la que repúdianos y queramos desembarazarnos de la dictadura, debe ser compatible con el respeto a las personas y de  abstenemos  de extender una condena general a determinadas etnias o regiones de nuestro país. En este contexto, tenemos que entender que toda acción de cambio requerirá de un espíritu de consenso, de diálogo y de observancia con las leyes, que por otra parte, son las que deben sancionar las conductas "individuales" de algunos guineanos que han cometido crímenes contra nuestro pueblo.