jueves, 20 de octubre de 2022

GUINEA ECUATORIAL: NOSOTROS, EL PUEBLO

Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial

 






Es impresionante la fuerza que algunos compatriotas ejercen contra cualquiera que cuestione el régimen. Nos ponen como ejemplo países de nuestro entorno que son victimas de grupos terroristas o de sucesivos golpes de estado cuando no están abiertamente en guerra. Nos venden de que estamos jugando con fuego cuando atacamos este modelo de autoritarismo violento con consecuencias como el advenimiento de algún clan familiar peor que el que sufrimos. Como si quisieran hacer bueno el dicho: “más vale malo conocido que bueno por conocer”.

Hay guineanos que viven muy bien bajo el paraguas de la familia Obiang Nguema. Solo tienen que reír las gracias del patrón, criticar al disidente y quejarse lo justo. Los delatores y los que se toman la justicia por su mano, gozan de simpatía por parte de estas élites cobardes que son incapaces de medirse en igualdad de condiciones con nadie, pero carecen de escrúpulos a la hora de que sean sus sicarios los que les hagan el trabajo sucio.

El pueblo de Nicaragua contra las elecciones que pretende la dictadura

Nadie se convierte en médico porque se compre una bata blanca. No hay democracia porque se repartan urnas y se obligue a los habitantes a votar si no hay garantías de unas elecciones libres. Todo es una gran mentira.

Antes de hablar de democracia, hay que abrir el país para que los que tengan alguna propuesta de gestión la haga sin temor a terminar en la cárcel o en el peor de los casos apaleado o muerto por los secuaces de los que detentan el poder.

Mientras no se entienda que nosotros, el pueblo, somos los que decidimos lo que queremos ser o cómo queremos vivir, seremos rehenes de la violencia y el miedo.



 Somos los dueños de nuestro país, Guinea Ecuatorial. España no le vendió nuestra tierra a nadie. No somos esclavos ni braceros de ningún déspota. Muchos tuvieron que huir, otros jamás pudimos volver, los hay que penaron en los calabozos del dictador y tristemente, también, los que nunca verán el triunfo de la libertad por la que lucharon. Estas cosas me hacen apretar los puños y contener mi rabia.



Entiendo que hay mucho ignorante y hasta los que prefieren no pensar en nada con tal de que los dejen en paz. Muchos creen que el tirano es un padre y su mujer la madre. A mí, me parece, que estos sátrapas no han aprendido nada de la historia. No cabe duda de que las cosas pueden cambiar y la mayoría de las veces no es como uno se lo imagina ¿Recuerdan esto?: El juicio a Nicolae y Elena Ceaușescu. Pues ocurrió y fue llevado a cabo el 25 de diciembre de 1989 por un tribunal militar y organizado por el Consejo del Frente Nacional de Salvación que terminó con la ejecución del dictador rumano y su esposa. La mujer se encaraba con un joven soldado al que le exigía que la soltase y que si no sabía que ella era su madre y su marido, el dictador rumano, su padre ¿les suena a algo?



Tienen la cara muy dura y van a organizar otra farsa de elecciones. Ya no engañan a nadie. Nosotros, los del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, nos negamos a participar en semejante tomadura de pelo. Bueno, tampoco nos dejarían presentar a nuestros candidatos y seguramente que nos impedirían hacer campaña, explicar nuestro modelo económico o social. Ellos no quieren que nadie les fiscalice ni que compitan en igualdad de condiciones. A ellos les gusta el fútbol, pero con el otro equipo sin portero y los jugadores con los ojos vendados y las piernas atadas. Así, igual ganan.

Son una vergüenza de guineanos.



La democracia es paz social y Justicia. La voz del pueblo es desde donde emanan las órdenes que los políticos han de cumplir. Nosotros, el pueblo, somos soberanos y no pertenecemos a un ejército de esclavos que ha de hacer lo que el amo quiera.

Yo entré en política para decir ¡basta! Me uní a mis compañeros para cambiar las cosas. Hay que acabar con los privilegios de unos pocos sobre el resto de los habitantes. Vamos a luchar por la igualdad de oportunidades y por la solidaridad con los que más difícil lo tienen.

Está en nuestras manos cambiar el curso de esta siniestra historia. El 20 de noviembre vamos a decir NO a esta nueva gran estafa. No seremos cómplices de vuestros oscuros negocios. Ya no engañáis a nadie. Nosotros, el pueblo de Guinea Ecuatorial, aspira a ser libre y decidir como enfrentarse al futuro y eso pasa porque vosotros os vayáis de una vez.