Redacción El Confidencial
El canto del cisne, frase metafórica con la que titulamos esta entrada, se refiere al último gesto u obra de alguien antes de la muerte. La metáfora viene de la antigua creencia de que los cisnes cantan una bella canción en el momento justo antes de morir. Está claro que con la convocatoria de las elecciones previstas para el 20 de Noviembre del próximo mes, Obiang Nguema está dispuesto a fiar su dictadura a lo que le queda de vida. No le importa al dictador que sus elecciones sean fraudulentas ni anticonstitucionales, al ir en contra de la Reforma Constitucional del 12 de febrero de 2016, que él mismo promulgó de espaldas a su propio pueblo.
Estamos ante la última huida hacia adelante de un dictador decrépito que se ha quedado sin los apoyos de su propio pueblo y también el de los grandes países con intereses en Guinea Ecuatorial. Estos comicios suponen además un auténtico órdago para las potencias, que le están exigiendo al dictador el abandono del poder.
A estas alturas de los acontecimientos, Obiang pretende estar por encima de todos y no le importa quedar fuera de la ley equipararse con las dictaduras mas abyectas del mundo, quizá su objetivo sea morir en el poder para no recibir la humillación de verse ante un tribunal internacional dando cuenta de los crímenes de lesa humanidad que ha cometido.
Obiang se presenta a estas elecciones, para ganarlas, usando toda la fuerza de la intimidación que le permite el hecho de tener el aparato del estado en sus manos. Cuenta con el control de todas las entidades locales, con el de la función publica, con el ejército, la policía y todos los matones que actúan bajo el paraguas de impunidad del PDGE, el Partido Unico. Está claro que con esta potente fuerza intimidatoria no existe posibilidad de que ningún partido que le acompañe pueda ganar, su presencia en estas elecciones solo sirve para legitimar al régimen, para hacer de comparsa, de tonto útil, o lo que es peor, convertirse en cooperador necesario del mal.
El PPGE, partido que aboga por el sufragio universal como fórmula para elegir a los gobernantes, siempre ha mantenido que la única salida para superar la dictadura, será mediante un proceso electoral con todas las garantías, para que los electores elijan a sus gobernantes en libertad y sin ningún tipo de coacción.
Para que se den las condiciones necesarias que permitan unas elecciones libres en nuestro país, se deberían cumplir los siguientes puntos: 1- Excarcelación de todos los presos políticos y de conciencia. 2- La promulgación de una amnistía general para todos los condenados, in absentia, por motivos políticos e ideológicos, cuyo grueso se encuentra en el exilio. 3- La retirada del poder de Obiang y su familia. 4- Legalización y rehabilitación de los partidos políticos. 5- La puesta en marcha de un censo electoral real y completamente actualizado. 6- El retorno en libertad de todos los exiliados. 7- Promulgar una Ley Electoral, reguladora de todos los procesos electorales. 8- Constitución de la Junta Electoral Central que garantice la transparencia de las elecciones, para que éstas se desarrollen en condiciones de igualdad y trasparencia. Esta debe ser un órgano independiente, estando compuesta (como en la mayoría de países democráticos) por magistrados del Tribunal Supremo, catedráticos de derecho o ciencias políticas y de sociología, designados a propuesta de los partidos políticos, federaciones, coaliciones electorales o agrupaciones de electores con representación en la Camara de Representantes o Congreso de los Diputados. Formarán parte también el Secretario General de la Asamblea de Representantes y el director de la Oficina del Censo Electoral. El Presidente será elegido por todos los vocales.
La existencia de una Ley Electoral y de unas Juntas Electorales independientes, permitirán que los procesos electorales sean transparentes, y por tanto válidos. Como podemos ver, los mecanismos electorales de los países democráticos, no tienen ni punto de comparación con los de Guinea Ecuatorial, totalmente copados y manipulados por el gobierno y por el PDGE.
Con unas Juntas Electorales tomadas por la dictadura, sumándole a todo ello el control total que ejerce la dictadura (manu militare) sobre el conjunto de la población, todas las elecciones que pueda convocar Obiang las tendrá ganadas de antemano.
A la vista de todo lo expuesto, podemos concluir que ningún partido que se llame demócrata debe acompañar al dictador en esta farsa, y que ningún guineano debe ir a votar, si no quiere con ello legitimar la dictadura, permitiéndole que pueda prolongarse por mas tiempo.
Desde el Partido del Progreso pedimos la no comparecencia en las próximas elecciones. ¡¡Que ningún guineano acuda a las urnas¡¡..¡Dejemos a Obiang solo con sus falsas elecciones¡¡
