sábado, 10 de septiembre de 2022

GUINEA ECUATORIAL: NO NOS GUSTAN LOS ESTAFADORES

Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial

 


“No se empieza la casa por el tejado” dice un conocido refrán. Para construir la democracia hay que abordar principalmente sus cimientos. Una base sólida es el arranque del éxito si se quiere erigir un modelo de convivencia que aglutine y no separe a los guineanos.



Ya me ha ocurrido en varias ocasiones en las que me he visto inmerso en conversaciones bizantinas sobre qué democracia es la más idónea para nuestra nación. Casi siempre evito esas discusiones farragosas e inútiles. En el Partido del Progreso tenemos muy claro que es lo que queremos. En nuestra escala de prioridades, la sociedad que deseamos pasa por que los ciudadanos, los hombres y mujeres de Guinea Ecuatorial, estén lo mejor representados posible. Nuestro objetivo es ser la voz de la mayoría de habitantes de nuestro país, algo que es imposible mientras los guineanos no puedan elegir libremente a sus gobernantes y los exiliados no podamos participar en estos comicios o ni tan siquiera soñar con regresar a nuestra tierra natal.



No es una consulta electoral legítima aquella que excluye, de manera despótica y despreciable, a buena parte de los habitantes y originarios, a los disidentes, expulsados y exiliados. No puede haber reconciliación con estas políticas caprichosas y exentas de todo sentido común. Antes de unos comicios es imprescindible sentar unas bases justas que incluyan a la mayor parte de los oriundos de Guinea Ecuatorial. Habrá que establecer unas normas básicas para que todas las ideologías y maneras de organizar la nación estén presentes. Necesitamos, así mismo, una serie de medidas que garanticen la limpieza y transparencia de las elecciones. 



¿Quiénes sois vosotros para decidir quien o quienes no pueden presentarse?

Desde el Partido del Progreso creemos que hay que unir a todos para participar en la construcción de nuestra república. Los guineanos quieren saber quién les va a representar y qué medidas ofrecen al pueblo para evolucionar hacia un modelo nacional determinado.

Los hay que piensan en la república, los que creen en un modelo federal y hasta los que abogan por que sean las etnias las que han de organizarse de manera autónoma. Para eso están estas consultas electorales. Nadie está en posesión de la verdad y por eso, porque el pueblo es soberano, se ha de consultar a la gente que tipo de gobierno quiere.



Nosotros, el Partido del Progreso, tenemos nuestra idea de organizar los recursos públicos y los servicios de una manera determinada que nada tiene que ver con el proceder de los actuales detentadores del poder.

Según el artículo 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, todas las personas tienen los mismos derechos y libertades, sin hacer distinción por raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Esto, para nosotros, no son simples palabras y queremos que nuestros paisanos lo sepan.

Antes de convocar este fraude de elecciones, en mi humilde opinión, hay que normalizar la vida pública y política de Guinea Ecuatorial.

Por lo tanto, no puede haber un solo preso político o de conciencia en las mazmorras del régimen.

Se tiene que permitir el retorno de los exiliados sin que sientan temor por su seguridad.

Han de permitirse los partidos políticos que aspiren a mejorar la vida de las personas, que no elijan la violencia como herramienta para alcanzar el poder o se demuestren que son tan corruptos e inmorales como los que ocupan puestos de máxima responsabilidad en Guinea Ecuatorial.

Habrá que someterse a las normas básicas de obligado cumplimiento que aceptemos todos antes de ir a unas elecciones.



En definitiva, hay que normalizar la vida guineana y que nadie esté por encima de los demás. No creemos en las trampas, en las estafas al pueblo, en la violencia, ni en la coacción. 

Los guineanos somos personas de orden y amamos nuestra tierra. Tenemos la responsabilidad de dejar un mundo mejor a nuestros hijos y no los podemos condenar a más años de corrupción y arbitrariedades. 

Está en nuestras manos y somos generosos si es para el bien de Guinea Ecuatorial. Dejen las trampas y las mentiras. Guinea Ecuatorial se merece un futuro mejor.