miércoles, 7 de septiembre de 2022

EL DIFÍCIL ACCESO DE LOS POBRES A LAS VIVIENDAS SOCIALES EN GUINEA ECUATORIAL, HA CREADO UNA INESTABILIDAD PERMANENTE PARA MILES DE FAMILIAS



Por Metodio José Obama, Presidente del Consejo Provincial de Barcelona del PPGE
                       
El boom del petróleo vino a agravar el problema de la vivienda, en la que ya se encontraban la gran mayoría de las familias en las dos ciudades más importantes de país, a la hora de encontrar una vivienda mínimamente digna: Malabo y Bata, evidentemente con mayor dificultad en Malabo, la capital del país.
Cuando se comienzan a explotar los recursos naturales, petróleo y gas, en Malabo, allá por el año 1995, en pocos años siguientes aumenta de forma brutal su población. Extranjeros y nacionales se acumulan en la isla. Esta acumulación excesiva de gente crearía una situación caótica que no había previsto la dictadura. La gente no tenía dónde alojarse con sus familias. Con la llegada de esta nueva población, se ensancharon de forma desordenada los insalubres barrios marginales y asentamientos informales, obligados a vivir en desastrosas condiciones higiénicas. Al vivir tanta gente en espacios tan pequeños, hacinados, sin servicios básicos adecuados y en viviendas igualmente marginales, dicha situación favorecería la propagación de enfermedades como es el paludismo, filariasis, tripanosomiasis africana, oncocercosis, etc., situación que sigue hasta hoy sin solucionarse.
La situación caótica descrita, exige una solución, la cual obliga a construir viviendas sociales de renta limitada para los recién llegados a la isla en busca del trabajo y los que ya se encontraban antes en ella. 

¿Qué es una vivienda social y a quién va destinada?

En pocas palabras, las viviendas sociales se construyen para las familias de rentas muy bajas, van destinadas a personas de renta inferior a la media, con lo que obliga a la administración del estado, con su política social, a construir un gran número de viviendas subvencionadas.
Esta debería ser la forma de actuar de un gobierno serio, pero en Guinea Ecuatorial no ocurre así, sino todo lo contrario. Aquellas viviendas que fueron construidas para las familias pobres, éstas se limitan a verlas de lejos, no tienen acceso a ellas.

Barrio marginal Campo Yaounde, Malabo. Cortesía de Diario Rombe

Estas viviendas sociales las gestiona una empresa pública que se controla desde la presidencia del gobierno, es decir, el mismo dictador se encarga de dar instrucciones de cómo se las han de repartir y a quiénes se las han de adjudicar. A partir de ahí es cuando todo el objetivo de estas viviendas se desmorona.
Como todos sabemos, la familia del dictador, sus amigos, la gente de su partido, los familiares, amigos, amantes y concubinas de éstos son los que se han llevado todas estas viviendas; y muchos sin pagar. Los hay que acumulan dos otres y hasta más viviendas, que en teoría fueron construidas para ser destinadas a las familias con poca renta. Pero no, todo es corrupción, todo es pillaje y ansías de acapararlo todo. Las pocas familias que han tenido suerte de tener acceso a una de estas viviendas, lo han conseguido sobornando a los gestores de la empresa. Otros que ni con el soborno lo han logrado, se han quedado sin su dinero y sin la vivienda, y no pueden reclamar este dinero estafado en ningún sitio, tienen que estar calladitos y sufriendo, que para esto son lo que son: ciudadanos de tercera, sin derechos pero con obligaciones.
Es extraño ver aparcados coches de alta gama debajo o frente a estas viviendas 

Tampoco falten viviendas, ya que prefieren tener urbanizaciones enteras, sin nadie viviendo en ellas, hasta que por el agresivo clima de nuestra zona ecuatorial, sumando el mal diseño del proyecto, la mala ejecución de la misma y la falta de control de calidad de los materiales con los que ejecutan estas construcciones, empiezan a aparecer problemas en ellas hasta su completa inhabitabilidad y colapso estructural.

¿Qué política social y de vivienda tiene en programa el Partido del Progreso?

Nuestro presidente Armengol Engonga Ondo lo ha repetido muchas veces en sus intervenciones, sobre todo el plan denominado EL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS, dotándolos de una infraestructura necesaria para su progreso y de los servicios necesarios para sus habitantes. También la construcción de viviendas sociales en ciudades y poblados para madres solteras y personas con alto riesgo de exclusión social. Entendemos que promoviendo el desarrollo de este sector, será clave para crear una estabilidad permanente para las familias y, por ende, la tranquilidad para desarrollar sus vidas y las del conjunto de nuestra sociedad.