domingo, 5 de junio de 2022

EDUCACIÓN, ÉTICA Y DEMOCRACIA


María Victoria Udjilo Belika, Secretaria de Política de Mujer e Igualdad.


Durante años hemos estado gobernados por personas que hicieron de  la política su modo de vida, de sus amigos y familiares,  y no la búsqueda del bien común de todos los guineanos. Objetivo al que dede aspirar cualquier democracia, con la participación de todos los integrantes de la sociedad y que requiere la práctica generalizada de valores éticos que posibiliten una convivencia adecuada.

Cuando los representantes de un estado dejan de lado la ética, dando entrada a la corrupción, que se nutre de la avaricia, del deseo o ansia de poder y la codicia, de comienza a instaurar en ese país una dictadura. Por desgracia, esto no nos es ajeno, desgraciadamente llevamos así desde la independencia de nuestro país.  

La corrupción generalizada, ha extendido en nuestro país la desconfianza en la política y sus representantes. En nuestras manos está cambiar esta visión de la política.

Los guineanos que soñamos con un país nuevo, donde reine la democracia, no podemos caer en los mismos errores que hemos criticado y que nos han llevado a la situación actual. Para ello es necesario “insertar” la ética en nuestra sociedad, como única forma de entablar unas relaciones respetuosas de convivencia y armonía entre los diferentes integrantes de la comunidad. Y para  tener una democracia real, sana y madura, donde se cree una sociedad civil crítica y responsable, es preciso fomentar el  desarrollo y el mantenimiento de valores morales y éticos permanentes. Como hemos dicho antes, la democracia requiere la participación activa de toda la sociedad, sin este principio no se podrá dar la gobernabilidad, ni la libertad.

¿Pero de qué manera podemos hacer esto? No es una tarea fácil, es un proceso que requerirá tiempo y esfuerzo, pero vale la pena, ya que es imprescindible para cambiar nuestro país y dejar un legado a nuestros hijos y a las generaciones venideras. 

Por ellos debemos empezar incluyendo en la escuela el aprendizaje de valores éticos y morales como son: la convivencia, la participación, el respeto a los demás, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la honestidad, la libertad y la responsabilidad, para sentar las bases de una convivencia sana y de una democracia plena. 

La educación ética y en valores es un proceso en permanente  desarrollo y que es vital en la construcción de las personas y la única manera de lograr un cambio profundo en nuestra política y nuestro amado país. 

La transición a la democracia que queremos iniciar en nuestro país, requerirá compromiso, preparación y esfuerzo del conjunto de la sociedad guineana, que tendrá que estar a la altura de los cambios  que debemos protagonizar.