Un año más me
sumo a la ya tradicional felicitación a Severo Moto por su cumpleaños. Hoy
celebramos que cumple 76 años y lo que más me llama la atención es que mantiene
intacto el entusiasmo por reencontrase con su gente, con los sabores y aromas
de su tierra tropical.
Conozco al
presidente del Partido del Progreso desde hace ya muchos años. Los dos
compartimos el oficio de periodistas y muchas veces nos hemos quedado
analizando el mundo que nos rodea desde la perspectiva de nuestra profesión.
Siempre he pensado que contar con Moto en la disidencia es un valor añadido que
garantiza honestidad y transparencia al proceso que más pronto que tarde se originará
en Guinea Ecuatorial.
El pueblo
guineano no ha tenido la oportunidad de modernizarse y civilizarse. Como en
muchos países de su entorno, ha vivido sometido a las arbitrariedades de un
dictador y su caterva de acólitos. La falta de formación de sus dirigentes
políticos, la indigencia moral del tirano y la más abyecta de las corrupciones
han hecho de Guinea Ecuatorial un pésimo lugar donde vivir.
Severo Moto y yo
compartimos nuestro amor por África. Creemos que el continente puede llegar a
convertirse en el espacio más diverso y bonito del mundo. Yo, que he sido
reportero por esas tierras creo que Guinea Ecuatorial tiene al alcance de la
mano la posibilidad de salir de la miseria y la de alcanzar unas cotas de
bienestar que hoy por hoy son inimaginables.
Moto ha sido
capaz de articular una alternativa política muy seria. Si los que detentan el poder en la República
son mínimamente inteligentes apostarían por facilitar una transición pacífica y
ordenada. Si esto no es así, el pueblo volverá a sufrir con los grupos más
violentos y crueles. Estamos ante una posibilidad que se puede resolver con
lealtad y transparencia o que, por el contrario, explote con consecuencias
imprevisibles.
Lo bueno de
cumplir 76 años es que ya no estás para eternizarte en el poder. La edad de
Severo Moto, su preparación profesional y la solidez de su proyecto hacen que
sea una garantía de éxito para el futuro de Guinea Ecuatorial.
Los exiliados
tienen, a mi parecer, un mérito añadido. Llegaron a países de acogida con lo
justo y han tenido que sobrevivir a una sociedad que no se lo ha puesto nada
fácil. Cuando eres negro en un mundo de blancos tienes muy pocas posibilidades
de pasar desapercibido. Estos exiliados no solo han salido adelante. Muchos han
formado familias, han despuntado en sus profesiones o trabajos y nunca han
dejado de soñar con su tierra y con lo que pueden aportar a su desarrollo.
Moto y el Partido
del Progreso están más que preparados para dar el salto a Guinea Ecuatorial. El
año pasado nos encontramos, por estas fechas, en un jardín cerca de la casa que
ocupa con su mujer, en la provincia de Madrid y hablábamos del cambio que se
iba a producir en su país si desapareciera la tiranía. Moto sabe lo que
significaría para la población contar con un Plan Nacional de Educación o de
Sanidad o de viviendas. Los exiliados sabrán construir una sociedad en la que
quepan todos y que los recursos con los que cuentan no se destinen a inflar los
bolsillos de una pandilla de salteadores de caminos sino a invertir en bienes y
servicios que ponga a la sociedad guineana en la órbita de los países
democráticos y avanzados del mundo.
Presidente, todos
los que le conocemos estamos seguros de que, si le dejan, el cambio será
espectacular. En nombre de sus colaboradores más directos y amigos, tengo el
honor de transmitirle ese sentimiento de afecto, gratitud y reconocimiento que
tenemos para con usted. Disfrute del día y no deje de desear la recuperación de
Guinea Ecuatorial y la felicidad de su pueblo.