Nació en Fernando Poo. Y Cuando lo decía, dejaba escapar una orgullosa sonrisa, y perdiéndose en una alegre conversación, cada vez que se encontraba entre guineanos. De una profunda religiosidad que le llevaba a ser alegre, entregada a los demás y a una buena esposa y madre. Las Monjas Concepcionistas guineanas eran su mundo y la promoción de la mujer guineana era su eterna preocupación. Conoció en feliz coincidencia al Presidente del Partido del Progreso y a otros directivos y militantes con los que mantenía frecuentes conversaciones, convirtiéndose en auténtica "consejera" social y política para su querida Guinea Ecuatorial.
La hemos seguido de cerca a través de sus conversaciones; así pudimos conocer y acompañarla en la lenta y larga enfermedad que ella tan amante de la Virgen de TORRECIUDAD, aguantó con religiosa paciencia.
Que el Señor le regale merecido descanso en paz. Y ella, muy seguro, lleva colgada en su alma a Guinea Ecuatorial (R.I.P.)