-ANALISIS-
Y uno se pregunta por qué sigue Guinea Ecuatorial, manteniendo una identidad propia como país, nacida, ni más ni menos que de su ascendencia hispana o española. Si Guinea Ecuatorial no fuera eso; hispana, no hablara español y no estuviera enganchada en los garfios de españoles que sirven de puerta de entrada (previo pago de óbolos...) a otros países extranjeros, para la explotación voraz y despiadada de los recursos que anidan en el seno africano de ese rincón terrestre; si Guinea Ecuatorial no siguiera siendo una fácil pieza de intercambio, una débil materia de venta (entre Francia y España); en fin, si Guinea Ecuatorial no fuera hispana, si no estuviera en manos de españoles, no sería un país con identidad diferente de Gabón, Cameroun o Nigeria (incluso). Lo dicen y repiten los conspicuos y profundos conocedores de la historia de Guinea Ecuatorial. Sería otra cosa; pero no Guinea Ecuatorial.
Sentadas estas bases, está claro que Guinea Ecuatorial es lo que es, en todo el amplio sentido de la expresión, porque es hispana y está en manos de españoles. Y más de uno se preguntará, en son de reto y casi provocación: ¿Y qué pasa?
Y mientras las cosas estén y sigan como están, la respuesta siempre será: ¡Nada!
UN TEATRO MAQUIVÉLICO.-En Guinea Ecuatorial, los actores directos y responsables finales de la tragedia que viene sufriendo este pueblo, en 45 años de la llamada "independencia" (no ganada ni conquistada; sino otorgada) se mueven aplicando, de manera infernal la definición que el diccionario da al término "maquiavelismo": "Doctrina de Maquiavelo, escritor italiano del siglo XVI, que aconseja el empleo de la mala fe, cuando sea necesaria para sostener la política de un Estado// 2.- Modo de proceder con astucia, doblez y perfidia"
Es muy difícil encontrar mayor coincidencia entre esta definición académica y la profunda y lacerante realidad en la que vive el pueblo de Guinea Ecuatorial. Con Obiang Nguema Mbasogo a la cabeza del país, impuesto por un Presidente Gabonés, en contra de la alternativa (Bonifacio Biyang) acariciada por España; con un reducto pertinaz de españoles cuidando el terruño africano legado por la colonia; y un inmenso y poderoso LOBBY español (llamado M.A.O.) moviéndose como un peligroso pulpo en el entorno de Obiang Nguema para conjurar y evitar todo cambio o nada que se parezca a eso de "independencia", "libertad", "Derechos humanos", "democracia", desarrollo humano; Guinea Ecuatorial lleva 45 años manejada con mala fe para sostener la política de nuestro Estado. Tratada con astucia, doblez y perfidia...
"¿QUÉ DICE ESPAÑA?".- Ningún guineoecuatorial puede ni debe permitirse el imprudente lujo de luchar y dar coces contra el aguijón. Nunca queremos echar mano del (casi) legítimo enfado o protesta contra España, por más terrible que sea el silencio que recibimos a nuestras quejas, llantos y desesperación. España está en Guinea Ecuatorial. Y el pueblo guineo, vive colgado de la esperanza de volver a ver a España cercana en sus negocios; en sus tiendas, en su amistad abierta y plural; presente y activa en cada Distrito, en cada Provincia, en cada ciudad... Que España haya quedado presente en Guinea Ecuatorial, pero reducida solo a la esfera íntima del Presidente-dictador ("Si estoy bien con "dios" Obiang Nguema- repiten los españoles ahí afincados y el gran LOBBY- ¿qué me importan los ángeles?" -El pueblo guineano-)
Así es como han asistido, impávidos, insensibles, lejanos, a la masacre que durante 46 años sufre el mundo intelectual, cultural, profesional, social, de valores, que la colonización legó a la llamada "independencia". Y lejos de acercarse al grito de dolor que lanza el pueblo guineano (¡”abandonado a su suerte”!) reclamando, como otros países africanos, a su compañero de viaje, prefieren refugiarse en el grito de rechazo y espanto de Obiang Nguema: ¡¡¡¡¡"Es que quieren volver a colonizar Guinea Ecuatorial!!!!!!
Y qué otra cosa hacen los grandes lobbies españoles, y tantos otros depredadores extranjeros que, aprovechando el río revuelto en que se ha convertido Guinea Ecuatorial, vacían, al amparo de Obiang Nguema, la vida entera (económica, cultural, social, política) del país? ¿No es una nueva colonización más despiadada que la anterior?
Antes, la amistad y cercanía de España, en Guinea Ecuatorial, era para todos los guineanos. Ahora esa amistad y cercanía solo está consagrada al "dios" Obiang Nguema. Eso ni hace bien ni ayuda a Obiang Nguema y su imagen, ni menos al pueblo guineano.
Quizás la tragedia y abandono que sufrimos los guineanos no esté tanto en que España se ha alejado de los "ángeles" y se ha centrado en el "dios" Obiang Nguema; sino en la respuesta despectiva que recibimos cuando pedimos apoyo, ayuda y protección a otros países, potencias y mundo democrático, que nos preguntan, indefectiblemente, con todo acierto y razón: ¿Qué dice España?
¿UN ANTES Y UN DESPUÉS?- Que España, en palabras de su Presidente del Gobierno, Don Mariano Rajoy, nos haya ofrecido, en sesión parlamentaria, a los guineanos y al mundo internacional interrogante, una respuesta de esperanza cuando dijo: "BUSQUEMOS, ENTRE TODOS, UNA SOLUCION INTELIGENTE AL PROBLEMA DE GUINEA ECUATORIAL", ya abre, de por sí, un posible antes y un después en las relaciones entre España y Obiang Nguema. Un después que significaría el necesario acercamiento al pueblo guineano y no solo a Obiang Nguema, como ha sido siempre.
Se nos ocurre imaginarnos una historia en la que España, de pronto decide dar una respuesta inteligente a la eterna pregunta de: ¿Qué dice España" Estoy seguro de que nos iría muy bien tanto al propio Obiang Nguema que al pueblo guineano, expectante. Nunca , como ahora, fueron tan propicios y adecuados los tiempos; en los que se habla de diálogo, mesas de negociaciones y el reto del retorno del exilio a Guinea Ecuatorial, y Obiang Nguema Mbasogo huye de la intermediación u observación de dicho dialogo por parte de nadie, fuera de los propios guineanos..
Que el Gobierno de Don Mariano Rajoy haya saludado la mesa de diálogo propuesta por Obiang Nguema, ya nos parece inteligente. Y... la pregunta sigue, ampliada...: Estará España en la mesa de diálogo, para "bendecir" el pacto de retirada pacífica de Obiang Nguema? ¿O habrá que esperar a que un baño de sangre bautice la entronización de Teodorín, en Ebebiyin...?
Imaginaros una historia...