domingo, 13 de marzo de 2011

Como Dios manda

 Faustino Ondo, Daniel Oyono, Severo Moto y Armengol Engonga. Juntos en el exilio

MUCHO CORAJE, SEVERO

 Cuando recibí la noticia del fallecimiento de Doña EUSEBIA NBA ESONO, distinguida Madre de Don Severo-Matias Moto Nsa, llamé inmediatamente a Severo para presentarle mis respetos de condolencias más sinceras y poder estar así cerca de él y de su familia en esos momentos especialmentes difíciles y tristes.


Son momentos grises de intenso dolor para un hijo que ama a su Madre, que tiene consciencia de que a partir de ése momento, no volverá a ver jamás, sino en el recuerdo permanente; un dolor que atraviesa los huesos y que sólo aquéllos que lo han conocido en ésta vida, pueden calibrar realmente su profundidad, pero nadie más.

La experimentación en carne propia de ésta tragedia, la tuve también cuando hace algunos años fallecó mi Madre amada, que como tú, también en Guinea sin ninguna posibilidad de verla por última vez ni de darla el último beso, presentarla mi último cariño, porque el Embajador en Madrid me comunicó que el gobierno de Guinea Ecuatorial no se hacía responsable de mi seguridad en mi propio País en el último momento de los preparativos para el viaje.

La persecución política que sufrimos, la ausencia de humanidad junto a la intolerancia de la autócrata dictadura que nos tiene alejados de nuestros seres queridos y de nuestro País, apesar de su diabólico empeño, no quebrantará nunca, nuestra fortaleza en proseguir juntos el combate diario por la libertad y la democrácia  plural en Guinea Ecuatorial.

Construir un nuevo Estado de Derecho donde la pluralidad de nuestro Pueblo sea la garantía de convivencia tolerante, pacífica, solidaria en igualdad y justicia social para las nuevas generaciones, recuperar de una véz por todas nuestros valores cristianos frente a las prácticas satánicas de la tiranía, sigue siendo nuestro Proyecto de País.

Mi querido compañero Severo, la deuda que hemos contraido de liberar a nuestro Pueblo de la opresión y la explotación, por su dignidad y por la recuperación de su soberanía nacional secuestrada por las fuerzas del mal, nos impone más que nunca muchísimo más coraje. No puedes volver atras.

Como el más veterano de ésta lucha, estamos más cerca de tí en éstos difíciles momentos que atraviesas; no estás solo. Es una etapa de la vida que también hemos conocido, que en su concepción normal, es el hijo que debe despedir a sus Padres y no al contrario. Recuerde las Sagradas Escrituras: EL SEÑOR ME LO DÍO, EL SEÑOR ME LO LLEVÓ, BENDITO SEA EL SEÑOR POR SIEMPRE.

Compañero Severo, siempre adelante sin desmayo hacia la victoria final, que está a vuelta de la esquina, en los próximos meses, Glorifiquemos juntos a DIOS.

Daniel M. Oyono
danieloyono@gmail.com
Madrid, 9 de Maezo de 2011