Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
La actualidad de nuestra querida Guinea Ecuatorial nos sigue golpeando con noticias tan insólitas como indignantes. Hoy, una vez más, el dictador Teodoro Obiang Nguema, acompañado de su interminable séquito de ministros, viceministros, directores generales, familiares, y su esposa Constancia, ha emprendido un nuevo viaje, esta vez a Serbia. Sin un propósito político definido ni una justificación que beneficie al pueblo guineano, este despliegue de opulencia y despilfarro subraya la constante burla hacia una sociedad que sufre bajo el yugo de la miseria, la represión y la corrupción sistémica.
Estos viajes, que se han
convertido en una rutina insultante, no son más que operaciones descaradas de
saqueo. Maletas repletas de dinero—el fruto del sudor, las riquezas naturales y
el sacrificio de todos los guineanos—se transportan impunemente a países como
Dubái, Turquía, Bielorrusia y Tailandia. Mientras tanto, el dictador busca
blindar el futuro de su familia, con más de 50 hijos y nietos, asegurándoles un
exilio dorado, al mismo tiempo que deja a Guinea Ecuatorial devastada,
arruinada y sin esperanzas de progreso.
Una Guinea en Cenizas
Las palabras de Obiang son un
reflejo de su desprecio absoluto por nuestro país: "El que venga
después de mí gobernará sobre cenizas." Este es el legado que intenta
imponer: una Guinea arrasada, donde el pueblo no solo haya perdido su presente,
sino también su futuro. Pero nosotros, los hijos de Guinea Ecuatorial, no
aceptaremos ese destino. No permitiremos que las cenizas sean el símbolo de
nuestra tierra ni que el saqueo defina la memoria de nuestro pueblo.
El dictador y su familia saben
que su tiempo ha terminado. La comunidad internacional y, más importante aún,
el pueblo guineano, les han dado la espalda. Su búsqueda frenética por un
exilio seguro es la evidencia de un régimen que se desmorona, de una familia
que, consciente de su irrelevancia política, intenta aferrarse al botín
acumulado tras décadas de opresión.
Homenaje a los Mártires y la
Lucha por la Libertad
Hoy quiero rendir homenaje a
los hombres y mujeres que dieron su vida luchando contra esta dictadura. A
quienes soñaron con una Guinea Ecuatorial libre, donde la democracia, la
justicia y el bienestar sean los pilares de nuestra convivencia. Su sacrificio
no ha sido en vano. Sus nombres estarán grabados para siempre en nuestra
memoria colectiva como símbolos de resistencia, dignidad y esperanza.
Nuestra lucha no se detiene
aquí. Seguimos trabajando, construyendo alianzas, fortaleciendo la oposición y
preparando el terreno para el cambio político que Guinea Ecuatorial necesita.
El régimen de los Obiang caerá, y con él, las cadenas que han mantenido al
pueblo guineano en la opresión durante décadas.
Un Futuro Basado en la
Democracia y el Progreso
El futuro que visualizamos para
Guinea Ecuatorial es completamente opuesto al presente que nos han impuesto.
Soñamos con una nación donde cada ciudadano tenga derecho a decidir sobre su
vida, donde las riquezas de nuestro suelo beneficien a todos y no solo a unos
pocos, y donde las instituciones trabajen para garantizar la justicia, la
libertad y el desarrollo sostenible.
Desde el exilio, anhelamos
volver a casa. No buscamos venganza, sino justicia. No queremos perpetuar el
odio, sino construir una sociedad basada en el respeto, la igualdad y la
convivencia pacífica. Pero para que esto sea posible, es necesario el fin de la
tiranía.
Hacemos un llamado a todos los
guineanos, dentro y fuera del país, para que mantengan la esperanza viva. El
cambio está cerca. La dictadura caerá, y cuando lo haga, construiremos juntos
una Guinea Ecuatorial libre, democrática y próspera. Este es nuestro compromiso
con los mártires de nuestra historia, con nuestras familias y con las
generaciones futuras.
¡Por una Guinea Ecuatorial
libre, unida y democrática!