Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
En un giro histórico, Guinea Ecuatorial se embarca, más pronto que tarde, hacia la democracia, dejando atrás décadas de régimen dictatorial, violencia, corrupción y aislamiento autárquico. Este cambio representa una oportunidad sin precedentes para nuestro país, que aspira a abrazar la libertad, la participación ciudadana y el respeto por los derechos humanos como pilares fundamentales de su gobierno.
Los objetivos democráticos de
Guinea Ecuatorial no solo son un anhelo interno, sino también un llamado a la
comunidad internacional para brindar su apoyo en este delicado proceso de
transición. La consolidación de la democracia en el país no solo beneficiará a los
guineanos, sino que también contribuirá a la estabilidad regional y al
fortalecimiento de los valores democráticos a nivel global.
En este sentido, es crucial
destacar el papel fundamental que van a desempeñar las naciones importantes en
el respaldo a Guinea Ecuatorial durante este crucial periodo de transformación.
La comunidad internacional tiene la responsabilidad de ofrecer su ayuda y
asistencia técnica para garantizar la realización de unas elecciones libres y
justas, el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la promoción de
una sociedad civil activa y comprometida.
Además, es esencial establecer
mecanismos de monitoreo y rendición de cuentas para prevenir la violencia y la
corrupción que van a surgir en el contexto de la transición política. La
transparencia y la buena gobernanza deben ser pilares fundamentales en este
proceso, con el fin de garantizar que los recursos de Guinea Ecuatorial se
utilicen en beneficio del pueblo y no en beneficio de unos pocos, como pasa hoy
en día.
Asimismo, la comunidad internacional ha de desempeñar un papel crucial en la promoción del diálogo político inclusivo y la reconciliación nacional en Guinea Ecuatorial. Es necesario fomentar un ambiente de confianza y cooperación entre todas las partes involucradas en la construcción de la nueva sociedad, con el objetivo de superar las divisiones del pasado y construir un futuro común basado en el respeto mutuo y la tolerancia.
Termino como siempre con una
reflexión, el proceso de transición hacia la democracia en Guinea Ecuatorial
representa un momento histórico lleno de esperanza y oportunidades. No nos va a
salir gratis. Hay que pelearlo. Con el
apoyo adecuado de la comunidad internacional, el país tiene el potencial de
construir una sociedad más justa, próspera y democrática para las generaciones
futuras. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para asegurar que este
sueño se haga realidad y que Guinea Ecuatorial pueda finalmente alcanzar su
pleno potencial como una nación democrática y libre.