jueves, 22 de junio de 2023

GUINEA ECUATORIAL: PRONTO CAMBIARAN LAS COSAS

Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial


El pasado día 7 de junio viajamos a Bruselas. Me acompañaron Alberto y Luciano, pero tras nosotros quedaba expectante toda la organización. Esperaban nuestras impresiones y vivencias. No cabe duda de que se trató de una jornada muy importante y así lo sentíamos todos en el Partido del Progreso. El que dejáramos ser un espacio olvidado por todos, que nos tomaran en consideración y que, los eurodiputados, manifestaran abiertamente que hay una oportunidad para salir de este bucle terrorífico, ha sido una gran noticia para todos nosotros.

Hay que decir que no fuimos recibidos como victimas a las que hay que ayudar, ni como pobre gente a la que hay que tutelar. Nos recibieron como a iguales y eso hay que valorarlo. De un tiempo a esta parte, ya lo he expresado otras veces, nos empiezan a ver como personas responsables capaces de llevar a cabo un delicado trabajo que logre la democratización de Guinea Ecuatorial.

Nos hemos sentado con diputados europeos y hemos hablado de tú a tú. No es fácil conseguir la aprobación de instituciones internacionales, como la Eurocámara, que tiene un listón muy alto para ofrecer su apoyo.

En este encuentro, hablamos de cómo están las cosas en nuestro país, pero sobre todo esbozamos un proyecto de futuro y de esperanza para nuestro pueblo.

Comentaba con mis compañeros, en el viaje de regreso, que había un antes y un después de Bruselas. Nos escrutaron de arriba a abajo. Fue como cuando haces un difícil examen en el que te juegas mucho. Íbamos preparados y los políticos europeos se dieron cuenta de que podíamos cambiar las cosas en Guinea Ecuatorial. Los guineanos que fuimos llamados demostramos que juntos podemos conseguir la tan ansiada transición política. Guinea Ecuatorial se puede convertir en ese ejemplo que tanto necesitan muchos países africanos para salir de sus aberrantes laberintos.

Hoy, estoy seguro de ello, podemos arrancar con un proyecto que cambie las cosas en nuestra tierra. Podemos acabar con la violencia del poder, con la corrupción y con la falta de oportunidades. Sabemos que podemos organizar una sociedad que tenga voz y combatir la injusticia. Sabemos que el pueblo guineano está preparado para asumir el reto de construir su futuro lejos de actitudes tiránicas, brutales e insolidarias. Podemos hacernos cargo del país sin que venga nadie a decidir por nosotros. Sé que podemos hacerlo.



Recuerdo que cuando estaba hablando de cómo se podía organizar la transición política, los eurodiputados allí presentes no dejaban de mirarme. Es cómo si se preguntarán ¿serán capaces de llegar a entenderse sin que esto salte por los aíres? Definitivamente he de decir que sí. Tras la exposición que hice hablé con ellos y me dijeron que también creían que ahora era posible el cambio en Guinea Ecuatorial.

Ha tenido que pasar el tiempo para darnos cuenta de que nadie vendrá a regalarnos nada. Todo lo que no sepamos hacer nosotros nos lo van a cobrar a precios desorbitados. Tenemos que mantener la unidad de criterios, ser honestos y fiables para que nuestro pueblo, nuestros compatriotas, compartan la misma certeza. La jornada de Bruselas nos ha enseñado el que juntos podemos hacerlo. No es el momento para el enfrentamiento o los deseos de nadie. No estamos hablando del poder para unos pocos. De lo que se trata, y lo digo con la mano en el corazón, es la de conseguir que Guinea Ecuatorial se convierta en un verdadero hogar para todos.

Está en nuestras manos. No sobra nadie. Tenemos que estar unidos en este paso decisivo que romperá con más de medio siglo de pésimo gobierno, de ineficiencia y brutalidad. Tenemos que construir nuestro país. No somos los braceros de una familia, un clan o un pueblo. Tenemos que conquistar nuestra soberanía y eso solo lo conseguiremos con unidad y el trabajo de todos.

Cada día estoy más seguro de que lo vamos a conseguir. Tenemos buenos políticos para que esto funcione y hay mucho talento, dentro y fuera de Guinea Ecuatorial, para que la democracia sea una realidad. Tenemos que pensar en el futuro, en el país que vamos a dejar a nuestros hijos. Por ellos lo vamos a conseguir.