viernes, 26 de agosto de 2022

GUINEA ECUATORIAL: EL GRAN PASO

Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial

 


Hace unos días se puso en contacto conmigo una persona cercana al régimen. Consentí darle el teléfono a un miembro de mi equipo para que me llamara y así, saber lo que quería de mí. Me llamó y estuvimos hablando un rato. El hombre estuvo agradable y educado, aunque yo no me fio nada de estas maniobras no obstante le invité a que siguiera nuestra página si quería saber cuál era nuestro parecer en el momento presente sobre el proceso de transición a la democracia.



El Partido del Progreso no actúa en solitario y vamos con un grupo de formaciones políticas en este sentido. Este señor quería saber cuál era mi opinión sobre el proceso y que esperaba que hicieran los funcionarios del régimen y los ciudadanos en general.

Nosotros, el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, queremos que se den las condiciones necesarias para encarar una seria trasformación que nos permita participar abiertamente de un proceso electoral.

Este ha de ser con garantías, sin trampas y con el fin último de que sea el conjunto de la sociedad la que impulse el cambio democrático que necesita nuestra nación.

En mi humilde opinión, lo que han de hacer los funcionarios del régimen es muy sencillo. Solo han de cumplir con sus responsabilidades.

El militar ha de estar al servicio de la Patria y no permitir injerencias extranjeras en un proceso que ha de implicar, en exclusiva, a los guineanos. Cuidar las fronteras, cumplir con sus mandatos constitucionales y no permitir que bandas violentas, organizaciones armadas y gente fuera de la ley secuestren la voluntad del pueblo de Guinea Ecuatorial.

La Policía ha de velar por que se cumpla le ley en todo momento. No puede la dictadura perseguir a unos y consentir a otros. Por eso es muy importante que se dicten normas de obligado cumplimiento que permitan la actividad de las formaciones políticas que quieran concurrir a las elecciones.

No se debe parar la Administración del Estado. Por lo tanto, nosotros insistimos en que ha de abrirse una línea clara de negociación que permita el que se presenten las formaciones políticas que lo deseen y no solo aquellas que le guste a la dictadura. No se pueden bloquear alternativas de manera caprichosa y sectaria como hasta ahora.



Lo que propone el Partido del Progreso nunca lo podrá realizar la actual clase gobernante. Nosotros creemos en la transparencia. Los guineanos han de saber lo que vamos a hacer con sus vidas. No podemos obligar a nuestros compatriotas a que sean como un rebaño de la dictadura. Nosotros queremos traer, junto a otras fuerzas políticas, un modelo social donde la soberanía de la nación sea cosa de todos los habitantes de Guinea Ecuatorial.

Ahora, más que nunca, toca cumplir con la ley. Los maestros y profesores, han de dar sus clases. Los trabajadores de la limpieza han de cumplir con sus responsabilidades; los médicos y enfermeras, han de cuidar a los enfermos. Nada se tiene que parar. Los políticos tenemos que establecer unas normas, de obligado cumplimiento, para desbloquear esta situación anormal y darle la palabra al pueblo de Guinea Ecuatorial.

Nadie ha de dejar de cumplir con sus obligaciones. Las madres no pueden abandonar a sus hijos ni los trabajadores dejar desatendidos sus puestos de trabajo. Tenemos la responsabilidad de alcanzar la democracia desde la normalidad y el sentido común.



Guinea Ecuatorial no es la finca particular de nadie. Los hombres y mujeres de nuestro país tienen derecho a prosperar y a un gobierno decente. Para conseguir que la voz del pueblo se oiga se tiene que permitir que los ciudadanos puedan elegir a quienes quieren que gobierne el país. Es sencillo. Basta de falsos paternalismos y de amenazas a los que quieren cambiar las cosas.

Los guineanos estamos más que preparados para elegir a nuestros representantes. Hoy más que nunca se hace necesario que la dictadura se eche a un lado y permita que la democracia sea una realidad.



No nos va a faltar ayuda de todo tipo. Las sociedades más avanzadas y civilizadas aplaudirán la decisión de querer unirnos al conjunto de países democráticos.

Está en nuestras manos. Si conseguimos superar las actitudes básicas, violentas, descerebradas, corruptas, propias de analfabetos, habremos dado un gran paso.

Cumplamos con nuestra responsabilidad y respetemos la voluntad del pueblo de Guinea Ecuatorial. Podemos hacerlo bien. Hay que intentarlo.