Exilio del Partido del Progreso en España, 15 de Agosto de 2020.-Guinea Ecuatorial está viviendo una crisis económica, institucional y social, de enormes dimensiones. La ineficacia del gobierno saliente, que solo se ha reunido este año en cuatro ocasiones, la grave crisis económica que está llevando a nuestro país a la banca rota y una gran crisis social, debida al escandaloso aumento del paro, junto a las exigencias de reformas planteadas por el FMI y otras instituciones financieras, han obligado al Presidente Obiang a cesar a todo su gobierno en pleno.
Hay que reconocer al dictador su habilidad para echar la culpa a los demás de los errores que comete, este es un ejemplo claro. Su prolongado alejamiento de las funciones en la jefatura del Estado (Obiang ha permanecido escondido en su palacio), la "regencia" de su hijo Teodorín que durante un largo periodo ha estado ejerciendo las labores de presidente, con una incompetencia digna de bochorno, ha conducido a la administración a una situación de asfixia total.
En este largo periodo de tiempo, que ha coincidido con la extensión de la pandemia por la COVID-19, todas las instituciones de Guinea Ecuatorial han sido asaltadas por la acción irresponsable de Teodorín. Una acción dictatorial, arbitraria e ineficaz, que no ha permitido que los ministros y altos cargos de la administración pudieran desarrollar sus cometidos con un poco de rigor y libertad.
Visto el desastre al que se ve abocado el país, el Presidente decide salir de su escondite y toma de nuevo las riendas del poder, dando un golpe de efecto con la destitución de todo su gobierno, menos el causante de tal desaguisado: su hijo, el Vicepresidente tonto, vacuo e irresponsable.
Obiang se ha visto muy presionado por el FMI, que le había congelado el crédito concedido, si no se acometen en el país urgentes reformas. De otra parte los grandes naciones con intereses en Guinea y con fuerte presencia en la zona, le han dado un ultimátum para que haga las reformas necesarias, también políticas, que vengan a paliar el gran sufrimiento de la población y la consecuente inestabilidad institucional y social dentro del país.
El ministro portavoz del Gobierno, Eugenio Nze Obiang, en su comparecencia de ayer vino a decir que "se había disuelto el gobierno para atender las necesidades del pueblo y evitar el enfado de la población".
Eugenio Nze Obiang durante su comparecencia
Por su parte el propio Presidente en su discurso durante el Consejo de Ministros, manifestó: "El gobierno se ve obligado a tomar medidas de rigor para mitigar los efectos y posible insolvencia del gobierno frente a sus obligaciones puntales y para prevenir situaciones políticas graves que pueden crear sensibilidades de una inestabilidad aparente que puede provocar el descontento general de la población... el Presidente de la República lamentó que el gobierno que hoy depone sus funciones no ha cumplido en su integridad los objetivos programáticos, lo que sin duda alguna ha provocado esta situación de crisis que hoy nos exige tomar medidas muy urgentes..."
Parece que el propio Obiang nos está dando las claves de la grave situación que se avecina. Habla de una situación de "insolvencia del gobierno", lo que popularmente se conoce como BANCA ROTA de la administración. Se refiere también a que esta situación puede provocar un "descontento general de la población", lo que popularmente se entiende como REVUELTA.
Da la impresión que Obiang no se entera de lo que le está exigiendo la comunidad internacional, o que por el contrario se quiere hacer el despistado. Parece que no quiere saber que Guinea Ecuatorial se está empobreciendo a pasos agigantados y que la situación de gran hambruna entre la población está a la vuelta de la esquina. También la situación política y social está que explota: no se puede sostener a estas alturas de la civilización, una situación de opresión y esclavitud como a la que se tiene sometida a la población.
Tenemos información muy contrastada de que tanto los grandes países como las instituciones internacionales comprometidas con los derechos humanos, vienen advirtiendo sobre la situación de saqueo que Obiang, sus hijos, el resto de su familia y allegados, han llevado a cabo en el país. Saben, todos los sabemos, que la Administración del Estado y el conjunto de los recursos del país han sido robados, arrasados, por el clan depredador y asesino que ha establecido la dictadura en nuestro país.
Mas le valía al dictador atender las exigencias de libertad y democracia que toda la oposición está pidiendo a gritos.
El proyecto de transición pacífica para democratizar Guinea Ecuatorial, que hemos elaborado un grupo de partidos opositores, también está sobre la mesa del dictador.
Esperemos que el nuevo gobierno responda de verdad al cumplimiento de todas estas exigencias.