lunes, 24 de agosto de 2020

GUINEA ECUATORIAL NO ESTA CONDENADA A SER POBRE (IV)

UN PROYECTO PARA DESARROLLAR GUINEA ECUATORIAL
                    

Guinea Ecuatorial a un paso de su armagedon económico

Obiang Nguema reconoce abiertamente "los efectos de la crisis y la posible insolvencia del gobierno frente a sus obligaciones puntales". También en TVGE, la televisión del régimen, están denominando al nuevo ejecutivo como el gobierno   de la crisis y hablan de que "vivimos tiempos de emergencia". Muy mal tienen que pintar las cosas en nuestro país para que el dictador y su televisión reconozcan que la administración de Guinea Ecuatorial puede entrar en bancarrota y que estamos en periodo de plena crisis.
Desde hace mas de diez años en este Confidencial hemos estado recomendando al gobierno de Guinea Ecuatorial que debía diversificar la economía, aprovechando los ingentes ingresos procedentes del petróleo y así crear un incipiente tejido productivo, teniendo en cuenta las buenas condiciones de la agricultura, los abundantes recursos pesqueros, las pequeñas industrias y la artesanía local, los servicios y en el fomento del  del turismos de naturaleza y playa. 
La dictadura ha continuado con su habitual despilfarro, malgastando el dinero en grandes obras que no repercuten en el bienestar de los guineanos, regalando y robando el dinero del petróleo. Se han donado grandes cantidades de dinero a colegios, universidades y centros especiales en países africanos y de otros continentes, como la donación de 500.000 dólares por parte Constancia Mangue a un colegio de educación especial en Arabia Saudí. Este año el dictador regaló a la adinerada China, 1,8 millones de dólares para la lucha contra la pandemia del Covid-19. Todo menos atender las necesidades de nuestro pueblo.
O también el monumental atraco a las arcas del estado de los hijos, familiares y allegados al dictador, que han copado los puestos mas importantes del gobierno y de la administración, con el único objetivo de enriquecerse. Era el propio Obiang el que animaba a su clan a que aprovecharan la bonanza económica que proporcionaban los hidrocarburos para llenarse bien los bolsillos. (vídeo)
                            
En un país normal estas declaraciones serian motivo de escándalo
                        
Es también público y notorio que la dictadura no solo no ha favorecido el desarrollo del conjunto de la población, sino que lo ha impedido. De ello dan cuenta las expropiaciones masivas de tierras, la imposibilidad para un guineano, no vinculado al régimen, de trabajar en la administración pública o de montar un pequeño negocio. Han sido frecuentes las acusaciones de robo de ganado y hortalizas por parte de los militares que nos han llegado al Partido del Progreso. Ya conocemos el grotesco asunto del robo de plátanos por parte de la Primera Dama a los vendedores del mercado. También muchos pescadores de bajura denunciaron que habían tenido que abandonar la actividad, debido a las incautaciones de pescado por parte de los jefes locales, de los policías y de los militares. 
Parece ser que fue el consejo que le dio a Obiang el rey Hasan II de Marruecos y su intimo Mobutu: "si quieres tener unos ciudadanos dóciles, hazlos pobres y dependientes". A juzgar por los resultados, Obiang ha seguido "arrajatablamente" la consigna.
La semana pasada hemos ido conociendo diferentes circulares en las que se anunciaba la expulsión del 50% de los trabajadores en todas las empresas públicas, que son muchas, y en el personal de las embajadas y también en muchos puestos de la administración pública. Esta expulsión masiva de trabajadores aumentará aún mas los escandalosos niveles de paro en nuestro país.
Guinea Ecuatorial se encuentra en una situación económica extraordinariamente difícil. El largo (18 años) periodo de bonanza que experimentó nuestro país desde 1996 hasta 2014 no indujo a nuestros gobernantes a desarrollar un colchón de recursos financieros; en lugar incrementaron el nivel de gasto. La recesión que comenzó en 2014 con el descenso de los precios del crudo se prolongará hasta 2024 (FMI), a ello hay que añadir los efectos de la pandemia de la Covid-19 y la reducción en la extracción de petróleo. Las cuentas públicas adelgazan y Obiang ha optado por pedir prestamos a China (2015, 2.500 millones de dólares). La situación presupuestaria ha aconsejado el abandono de nuestro país a muchas empresas extranjeras.
La renta per cápita de la población ha caído vertiginosamente desde los 27.000 $ de 2014, hasta los 11.000 en 2018. Coincidentemente, la caída del PIB en nuestro país ha alcanzado la peor serie de los últimos lustros: -9,1 % en 2015, -9,7 en 2016, -4,4 % en 2017 y  de -5,1 en 2018. La desigualdad de rentas es sideral y el enorme enriquecimiento de las élites gobernantes, la mayoría de Mongomo, ha creado una casta de enormes fortunas, que pueden dar al traste con el equilibrio de fuerzas y establecer otra dictadura que les permita conservar lo robado y mantener la impunidad.
Estas son las consecuencias del monocultivo (petróleo), de la corrupción, de la carencia de instituciones sólidas, estables y equilibradas y de una élite interesada solo en su propia fortuna: Guinea Ecuatorial entra en un proceso de deterioro económico que nos va a abocar a situaciones que parecían superadas. 
La única posibilidad para enderezar nuestro rumbo, es que la dictadura desaparezca. Tal como se están poniendo las cosas en África, Obiang puede elegir la opción menos traumática: pactar su salida del poder con la oposición y favorecer el correspondiente proceso de democratización de Guinea Ecuatorial. 
Las otras opciones no son buenas ni para el, ni para su familia, ni tampoco para la población. 

Continuará....