sábado, 1 de febrero de 2020

GUINEA ECUATORIAL FINANCIA LA CONSTRUCCIÓN DE LA SEDE DEL COMITE DE SERVICIOS DE INTELIGENCIA Y SEGURIDAD DE AFRICA (CISSA)EN ADDIS ABEBA

Obiang Nguema, Ahmed Rufai Abubakar (CISSA) y  Juan Antonio Bibang Nchuchuma, 
ministro Encargado de la Seguridad Exterior. 
Exilio del Partido del Progreso en España, 1 de Febrero de 2020.- Obiang Nguema lleva mucho tiempo dilapidando los recursos del estado (que son de todos), en unos casos para llevar una vida de lujo él, su familia y sus allegados, en otros, para neutralizar a la oposición a su régimen, pagando a lobbys y adquiriendo armas de Rusia para reprimir a nuestro pueblo. Otra de las formas de gastar nuestro dinero es pagando directamente a dictadores africanos o financiando a diferentes organismos del Continente, que le ayudaran posteriormente a su supervivencia. Esta vez le ha tocado "el gordo" de la  "generosidad" del dictador al Comité de los Servicios de Inteligencia y Seguridad de África (CISSA). https://www.guineaecuatorialpress.com/noticia.php?id=14788
Aquí está la explicación de como ha sobrevivido tanto tiempo una dictadura tan inútil, tan nefasta, tan corrompida y tan incompetente e irrelevante como la de los Obiang.

El propio Presidente del Partido del Progreso Severo Moto, ya en un viaje a USA, todavía como Secretario de Estado de Obiang, se atrevió a denunciar públicamente allí en America, unos hechos parecidos, después a su regreso a Guinea presentó a Obiang su dimisión y salió clandestinamente de Guinea hacia Gabón y después a España.
Así ha montado Obiang su duradera dictadura, a base de repartir nuestro dinero como sobornos y subvencionando a los organismos claves en toda Africa.  
¿Quién le ha dado el derecho de disponer de los bienes de todos los guineanos en su propio beneficio?. ¿No tiene un atisbo de vergüenza este dictador, sabiendo la penosa situación económica que está atravesando su pueblo y se atreve a malversar el dinero de esa forma?. Hemos visto a nuestro Tonto Nacional, en su vergonzante entrevista, arrogarse el derecho de gobernar nuestro país, como si de un mandato divino se tratase. ¿Quien le ha otorgado ese derecho al hijo mal criado de Obiang?. Son interrogantes sobre los cuales tenemos mucho que meditar los guineanos, si queremos que empiecen a cambiar las cosas en Guinea Ecuatorial. Lo cierto es que la situación de nuestro país no deja de ser una extraña paradoja: Nosotros mismos, permitiendo a Obiang usar nuestras riquezas para mantenerse en el poder. Los guineanos estamos comprando la soga con la que Obiang nos está ahorcando.
Después de conocer como Obiang subvenciona los Servicios de Inteligencia africanos, podemos  entender mejor  por qué el dictador puede detener en algunos países de Africa a sus opositores.