Existen tantas desgracias en el Mundo que si no fuera por
las personas que se hacen fuertes ante la adversidad esto sería, sencillamente,
el peor de los infiernos.
Eran las 10 de la mañana del pasado sábado cuando
empezaron a acudir a un hotel de la capital de España, Madrid, guineanos que
venían de ciudades como Valencia, Barcelona, Bilbao, La Coruña … venían de los
cuatro puntos cardinales de la geografía española. Eran dirigentes y mandos
intermedios del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial que habían sido
convocados para participar en una conferencia política sobre como forzar y
participar activamente en el proceso de transición a la democracia en la
república africana.
Desde finales de los años sesenta, cuando los españoles
entregaron la independencia al país, este ha sido gobernado, por decirlo de
alguna manera, por dos sátrapas analfabetos y crueles que han practicado el
poder desde el desprecio más absoluto hacia los habitantes de la república.
Los participantes de la conferencia se iban congregando
en la cafetería del hotel y nos íbamos saludando los que nos conocíamos de
otras veces. Yo, aunque soy español y blanco, no me he perdido ninguno de estos
encuentros. He sido invitado a sus congresos, asambleas y reuniones de todo
tipo. Los conozco desde hace más de quince años y he de decir, como periodista,
que son un grupo compacto, bien estructurado y con un presidente, Severo Moto,
que es una referencia absoluta entre los disidentes exiliados.
La República de Guinea Ecuatorial tiene una extensión similar
a la de una comunidad autónoma como Extremadura, más o menos y una población
que no llegará al millón y medio de habitantes. Cuenta con grandes recursos
naturales como reservas de petróleo, madera, pesca y minerales preciosos, pero
eso sí el pueblo vive en la miseria.
Los grandes intereses económicos que se llenan los
bolsillos de las riquezas de Guinea Ecuatorial han impedido que el país
evolucione y siempre ha estado sometido a uno de estos dos tiranos. Los
intelectuales y personas con formación o han muerto asesinadas o han tenido que huir para salvar la
vida.
La Conferencia política a la que he asistido es un grito
más en este infierno de ruidos donde la voz de los oprimidos no sobresale por
muy duro que sea el padecimiento.
El Secretario de Formación, Juan Cuevas, abrió la jornada
con una ponencia que fue seguida con mucha atención por todos los asistentes y en
el que se destacaba que cuando caiga la dictadura habrá que hacer un trabajo
increíble con el fin de dotar a la comunidad de servicios básicos que hoy no
tienen. Lo primero que hay que hacer es acabar con la tiranía sin derramamiento
de sangre. Hay que formarse para ofrecer servicios públicos de calidad y tiene que
existir un compromiso serio y reverencial de no aprovecharse de las estructuras
del poder para el enriquecimiento ilícito, la corrupción o el crimen. Cuevas ha pedido sacrificio a los dirigentes y
vocación de servicio. La población guineana se lo merece.
El Vicepresidente del Partido del Progreso, Armengol Engonga, ha animado a los responsables políticos reunidos en la necesidad de
seguir trabajando por una transición pacífica y en los beneficios, a todos los
niveles, que va a suponer integrarse en el mundo avanzado y civilizado. El
Vicepresidente pasó revista a las distintas iniciativas en las que están
participando para obligar al régimen a que no provoqué una situación irremediable y a que facilite una transición con garantías. En su intervención habló de la Ley
que han presentado en distintos organismos internacionales para facilitar el
paso de la tiranía a la democracia sin recurrir a la violencia o sin tener que
pasar por el caos y el vacío de poder.
La Conferencia política la cerró el presidente, Severo
Moto, que agradeció la presencia de todos los dirigentes pues no es nada fácil
dejar sus casas y desplazarse para una jornada tan dura e intensa. Moto está
convencido del éxito del proyecto que lidera el Partido del Progreso entre
otros aspectos por la calidad de su gente. El presidente habló con emoción del
equipo que tiene y que será el motor del cambio en Guinea Ecuatorial. Los
hombres y mujeres del Partido del Progreso son la más sólida garantía de que
este proyecto va a salir bien.
Alberto Eson Ondo, fue el encargado de dinamizar las intervenciones, los turnos de palabra y de moderar los debates que suscitaron las principales intervenciones. Una organización impecable, seria pero flexible y unas intervenciones muy trabajadas y enriquecedoras. Se nota de que hay mucho oficio en esta formación política.
Si supieran el cambio que va a suponer el fin de la
tiranía para Guinea Ecuatorial, hasta el tirano entregaría el poder. Su
ineptitud le impide asumir la responsabilidad de dirigir el país hacia un
futuro venturoso. Una democracia cambiará todo y eso tiene que ser posible
desde la responsabilidad y no desde la violencia. Esta conferencia ha servido
para testar los equipos que están preparados para transformar Guinea
Ecuatorial. El salto de la miseria a la civilización y la modernidad está a punto de convertirse en realidad.