JOB
OBIANG MBA ME LO CONFESÓ EN LA CARCEL DE BLACK BEACH…
Por
Severo-Matías MOTO NSA, Presidente del Gobierno en el Exilio del Partido del
Progreso de Guinea Ecuatorial.
En
alguna otra ocasión lo he revelado…
Unos
meses después del llamado “El Baile de Mököm” celebrado en el patio de
la cárcel de Black Beach, a comienzos del año 1977, y en el que fueron
sacrificados por el Jefe de cárceles, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, el grupo
de políticos…entre ellos, Don Jesús Alfonso Oyono Alogo, Buenaventura
Ochaga, el Padre José Esono, etc. etc., yo llegaba a Black Beach, en
compañía del llorado Antonio NKULU OYE, exportados de la cárcel “Modelo” de
Bata, tras mis seis primeros meses de encarcelamiento (INFOR-TUR)
Ahí,
en Black Beach, me encontré con supervivientes de aquella aciaga noche del
“Baile de Mököm, en la que, bajo la dirección y acción personal de Teodoro
Obiang, se organizó ese “baile” consistente en la aniquilación mutua entre el
grupo de presos, acusados falsa, alevosa y diabólicamente de “intento de golpe
de estado” contra el Presidente Macías.
Entre
los supervivientes de esta infernal masacre, estaba el Maestro, Don JOB
OBIANG MBA. Nos llamábamos “amigo” como me sucede con todos los de
la tribu “Yemvam”
En
un momento en que, como los demás presos encerrados en celdas, acudían a las
letrinas de la gran sala de “presos políticos” para depositar sus excrementos,
tuve la oportunidad de acercarme y saludar a Don JOB OBIANG MBA:
-Amigo
-me llamó Don Job,
nervioso- dicen que Macías ha mandado que me lleven a Bata y me juzguen en
público. Es posible que me lleven; pero no creo que me dejen declarar… Seguro
que me van a matar antes de llegar a Bata.
Jadeante
y visiblemente afectado y en tono de despedida final, Don Job me dijo:
-Tú
que eres periodista, encárgate de contar esto cuando salgas de aquí: Nosotros,
los de Mongomo, nos veníamos reuniendo, para sacar a Macías del poder, para
poner a otro de Mongomo, antes de que otro, de otro Distrito lo hiciera. No se
trataba de matar a Macías. Era solo quitarlo del poder; porque había dejado muy
mal parado el Distrito de Mongomo. El chico este… (En referencia a Teodoro Obiang
Nguema, jefe de cárceles y Teniente Coronel mimado y a la vez despreciado… de
Macías) a quien encargamos de organizar y llevar a cabo el golpe de estado,
por ser militar, no hacía más que preguntar, en todas las reuniones: “¿Quién va
a ser presidente? Éramos nosotros mismos, los de Mongomo, los que queríamos
quitar a Macías; pero sin matarlo. Este chico, no hacías más que preguntar
quién va a ser presidente… No se lo dijimos nunca… Cuando vio que Macías
había descubierto nuestro plan, “este chico malvado” decidió echar las culpas a
estos pobres inocentes que ha sacrificado sin culpa. Y ha lanzado, como siempre,
la mentira de que han intentado un golpe de estado. Éramos nosotros mismos. No,
esta pobre gente que ha matado. Macías ha dicho que no me maten… Que me lleven
a Bata para escucharme; pero no creo que me juzguen. ¡¡¡Porque si me juzgan,
diré todo lo que ha pasado!!! Seguro que “este chico” no permitirá que yo
hable. No sé si voy a llegar a Bata. Amigo, esto que te cuento es
la única verdad de lo que ha pasado. Pocos días, después de esta
conversación en Black Beach, JOB OBIANG MBA, simplemente, desapareció.
12
PRESIDENTES -SIN SOLUCIÓN DE CONTINUIDAD-DE MONGOMO…
La
revelación que me hizo Don Job Obiang Mba, cuando coincidimos en el infierno de
Black Beach, era una auténtica confirmación de un bulo, cacareo, infundio… que,
con el tiempo, ya cincuenta años después se ha convertido en NOTICIA real.
Primero se filtró en la sociedad guineana la información, hecha solo un rumor o
chascarrillo que irrumpía cada vez con más furor en Guineas Ecuatorial. “TIENE
QUE HABER DOCE PRESIDENTES DE MONGOMO”, en Guinea Ecuatorial.
Nadie
sabe o revela, si se trataba de un decreto interno entre Macías y los que con
él -oriundos de Mongomo- protagonizaron el poder del país, desde la entrada en
la independencia (12 de octubre de 1968) No se sabe si fue una decisión de un
conciliábulo celebrado en el Distrito de Mongomo o en los palacios de Macías. O
se trata de una pueril aventura que podía convertirse automáticamente en una
incuestionable realidad, común y cobardemente respetada por todos. Pero la toma
del poder por Macías Nguema, al iniciarse la independencia de Guinea
Ecuatorial, en medio del odio, desprecio, enfado y rechazo tanto de una gran
parte de Mongomo, como del resto del país; odio mutuo entre Macías y la
potencia colonizadora que, triste, incomprensible y extrañamente le entregó la
independencia… “Para escarmiento -aseguraron- del pueblo guineano…”
NI
PERÍODOS ESTABLECIDOS, NI MÉRITOS ADQUIRIDOS, NI PREPARACIÓN…
No
parece, a la vista de los acontecimientos, que el decreto interno de Macías o
el supuesto conciliábulo de los de Mongomo, estuviera suficientemente
articulado y asentado, en lo referente, por ejemplo, al tiempo que tendría que
durar cada presidente de los doce de Mongomo. Menos parece que estuvieran bien
señalados y pactados los méritos, cualidades, y preparación que necesitara cada
uno de los doce presidentes de Mongomo que iban a gobernar Guinea Ecuatorial. Y
porque ninguno de estos dos puntos fue decidido ni pactado entre ellos, tenemos
que Macías duró 11 años en el poder; lo perdió y dejó, quemado en el fuego de
un violento y sangriento golpe de estado, de manos de su “sobrino”. ¡Todo quedó
en Mongomo!
Con
el juicio, condena y asesinato de Macías, por otro de Mongomo, solo se cumplía
el segundo eslabón de los 12 presidentes decididos y proyectados (por decreto o
por conciliábulo) en Mongomo. (Don JOB OBIANG MBA, nos contó, cómo se gestó esa
sucesión, en el capítulo anterior)
EL
PODER NO PUEDE SALIR DE MONGOMO…
Tras
el golpe de estado del 3 de agosto, el propósito de que Mongomo liderase el
poder con 12 presidentes sucesivos, sin ninguna solución de continuidad, se
reafirmó con la toma del poder por Obiang Nguema, sobrino de Macías Nguema. A
más de uno le parece que ese inseguro pacto, decreto o conciliábulo, en
principio se ha quebrado. Pues un oriundo de Gabón, no tenía ningún derecho
automático, ni deber alguno de entrar en la cadena de 12 presidentes de
Mongomo. Sin embargo, esa ley, decreto o conciliábulo de los de Mongomo se ha
ampliado. Y lo importante no es que los 12 presidentes sean de origen de
Mongomo (Obiang Nguema es de origen gabonés… ¡¡¡De ahí nace el profundo odio
que profesa al pueblo guineano…!!!) El nuevo propósito, sin haber mejorado el
anterior, es la decisión de que “EL PODER NO SE MUEVA DE MONGOMO”. Ese
es, hoy, el gran propósito asumido por los poderosos de Mongomo (casi cincuenta
años dominando el poder en Guinea Ecuatorial) Es, este, el gran desafío y el
reto que los poderosos de Mongomo tienen planteado al resto de distritos del
país. Reto que, en cincuenta años se ha ido centrando y reduciéndose a una
tribu (Esángui) a una familia y a un nombre (Obiang Nguema). Con
consecuencias, entre otras, como el veto que el apellido o nombre de NGUEMA
(tan común en Guinea Ecuatorial) esté conjurado por parte de la comunidad
internacional como algo deleznable y repugnante…
Prueba
contundente de que ese decreto, ley o conciliábulo celebrado en Mongomo desde
los tiempos de Macías Nguema no es ni LEGAL, ni se asienta en pacto interno
alguno serio, es que solo se cimienta en tres únicas bases:
1.-
La conciencia profunda de que se está actuando fuera y en el vacío de LEY
2.-
El tremendo MIEDO a lo que significa salir, mañana, del poder; después de
gobernar basados en el desprecio, tanto a la LEY como a la voluntad del “gran”
pueblo.
3.-
Sabedores de que este modelo de ejercicio del poder, solo se mantiene por la
acción de la VIOLENCIA; por eso se adelantan a producir golpes de estado entre
ellos, para conservar el poder y evitar el cambio. Es la historia a la vez
profundamente PUERIL, pero igualmente PELIGROSA, en la que se debaten
tanto los protagonistas y como lo sufre -indefenso e inocente- el pueblo
de Guinea Ecuatorial.
La
verdad es que, esa falta de legislación y normativa sobre la permanencia en el
poder de cada uno de los 12 presidentes que ha de tener Mongomo, hace que
primero Macías estuviera 11 años. Que, tras su derrocamiento por su propio
sobrino, este haya consumido los primeros 11 años de poder, al lado de su tío,
y 39 años, en solitario.
Todo
este juego, a la vez que peligrosamente pueril, deshilachado y falto de
sostenibilidad, si no es por la VIOLENCIA bruta y despiadada, se está revelando
poco menos que suicida, al final.
MEDIO
SIGLO DE PODER, Y UN PUEBLO QUE LO AGUANTA…
Cincuenta
años, en total, en los que Guinea Ecuatorial, controlada por el poder
centralizado en Mongomo, sin LEY, sin plazos, sin preparación, han convertido
el país en lo que la lengua fang llama “EBURA-NDÚM”; un auténtico BATIBURRILLO
donde solo impera la VIOLENCIA del poder.
Este
último acontecimiento en el que está sumergida la República de Guinea
Ecuatorial, donde el régimen dirigido por un octogenario dictador violento,
anuncia, con la solemnidad de siempre, un “intento de golpe de estado”, con la
consiguiente desazón, descontrol y desorientación informativa oficial que
caracteriza y ha caracterizado siempre al gran estratega de golpes de estado,
el actual presidente de Guinea Ecuatorial.
UNA
BURDA HISTORIA QUE SE REPITE
“Obiang
Nguema y su familia están destrozando Mongomo” Esta frase es la misma razón por la
que en 1977, el grupo de Job Obiang Mba tramó la destitución de Macías Nguema.
Vemos hoy cómo el nuevo anuncio de intento de golpe de estado, va precedido por
la feroz y asesina persecución a un grupo político, ajeno a Mogomo; este nuevo
intento de golpe de estado se ha rodeado de nombres de personajes y grupos
políticos fuera del cerco político en el poder; y, al final son los mismos
oriundos de Mongomo, quienes aseguran, como en otro momento, que hay que
desplazar a Obiang Nguema del poder. Ahora, todo el mundo espera que, de nuevo
los de Mongomo salgan sanos y salvos de esta y el marrón del golpe de estado
frustrado se lo coman otros… La intención final, parece ser la necesidad de
evitar la continuidad de Obiang Nguema en sus hijos, mujeres o parientes. Lo
que, evidentemente, cubre de sentido, responsabilidad popular y obligación
moral, todo esfuerzo por liberarnos de la lacra de una “familia perfectamente
organizada para el crimen, como lo definiera un ilustre Embajador americano.
Ninguna
diferencia importante con el golpe de estado que desplazó a Macías del poder.
El objetivo de mantener el poder en manos de Mongomo, para que no se lo lleve
otro guineano “extranjero”, como llaman a los guineanos no oriundos de Mongomo.
El
poder en manos de Mongomo, cincuenta años después, solo se justifica en la
peligrosamente pueril e irresponsable acumulación de armas y dinero en manos de
hombres sin LEY, sin PREPARACION; ofuscados por el miedo a perder el poder, las
armas y el dinero; en un frustrado e imposible intento de formar una piña, que
no sea más que para el crimen. Piña que se muestra cada vez más imposible de
cuajar y ser eficaz.
ALGUIEN, (en Guinea Ecuatorial aseguran que ESPAÑA) a quien el pueblo
guineano está señalando con el dedo tembloroso y suplicante, debería sentir la
responsabilidad de INTERVENIR (¡a tiempo!) para que ni los de Mongomo, ni
nadie, sino el cabeza de la tragedia que asola nuestro país, responda de las
matanzas que se anuncian en Guinea Ecuatorial.