OBJETIVO:
A
punto de cumplirse los 50 años de la independencia de la República de Guinea
Ecuatorial, nos hallamos ante un país marcado por tres dimensiones:
1.- Un poder dictatorial señalado internacionalmente por ser de los más crueles del
mundo, en cuanto a su longevidad y aferramiento al poder; el asesinato
sistemático de rivales políticos, conocidos como “DESCONTENTOS”, inmerso
profundamente en el consumo y tráfico de estupefacientes, como fuente de
enriquecimiento personal, enfrascado en el acaparamiento de las fuentes de
riqueza del país (Pesca, Petróleo, gas, madera preciosa, minerales
estratégicos); y especializado en asegurar su poder y su protección
internacional a través de la compra de voluntades de dentro y fuera, mediante
la práctica compulsiva, agresiva y violenta, de la corrupción; actividad,
esta, aprendida e imitada del exterior en sus múltiples formas de
práctica y “éxito” para mantenerse en el poder.
2.-
La persecución
implacable al disidente y al no sumiso, apodado peligrosamente “DESCONTENTO”,
convirtiendo a los guineanos en auténticos esclavos, sumisos y súbditos
sometidos a la voluntad de un dictador, a la espera de lo que decida sobre sus
vidas, el régimen dictador que, por todo gran éxito, ha logrado transformar a
la sociedad guineana de colonizados, en simples servidores de la voluntad
omnímoda de un dictador. Con una sola alternativa: O aceptas y te sometes y
entras en la llamada “COCINA”; o quedas, simplemente, fuera de juego,
controlado y recluido; en el mejor de los casos. O eres conducido a la
relegación y aislamiento social, a la persecución, a la detención, al
encarcelamiento y al asesinato (en sus múltiples prácticas: Condena sin juicio
justo; ejecución, en los múltiples puntos oscuros y de ejecución extrajudicial,
escondidos en la selva; últimamente la manera de ejecución ha dejado de ser,
siquiera ejemplar, para convertirse en algo menos ruidoso y más callado: el
VENENO. Eso que oficialmente se ha denominado, en nuestro país:
“MUERTE EN EXTRAÑAS CIRCUNSTANCIAS)
3.-
Una tercera
dimensión que marca a la sociedad guineana, y parece conducida a perderse en la
eternidad, 50 años después del abandono de nuestro país en la INDEPENDENCIA,
es la dimensión del EXILIO.
Por
encima del obligado silencio en el que está sumida nuestra sociedad; y
lamentando, en un silenciado llanto sonoro el vacío de valores culturales, de
preparación, intelectuales, de prestigio social acallados o reducidos dentro
del país; o, desgraciadamente, perdidos, ya, en el sumidero de la muerte por
asesinatos, no nos cabe duda alguna de que la sangría del EXILIO es, con mucho,
lo peor que sigue sufriendo nuestro país.
Sobre
el EXILIO, y con una ponencia marco sobre “EL RETORNO, EN LIBERTAD, AL PAIS.
FIN DEL EXILIO” hemos convocado esta “ASAMBLEA, donde los afiliados
y militantes del Partido del Progreso tendrán la oportunidad de hacer todas sus
aportaciones sobre los temas que se van a tratar y elaborar finalmente unas
conclusiones en común.
A
la clausura de dicha Asamblea quedan invitador otros líderes políticos de la
oposición democrática.
Un
programa de actos que será repartido al comienzo de la ASAMBLEA, para mejor seguimiento
y participación.