J.M.A (El Confidencial de
Guinea Ecuatorial)
Es oriundo del famoso
poblado de Bisún, regado por las procelosas y ruidosas aguas del río Aséng. Un
rio que moja y fecunda con la cantilena de sus rápidas aguas y la
sinfonía de sus numerosas cascadas, una larga retahíla de
poblados, hasta regalar, generoso, sus aguas al gigante río Wole.
Del Distrito
de Sevilla de Niefang, Pablo Ndong EnsemaNchama, esa madera de curtido
ébano fang, nacido de las entrañas Esaguong de los viejos tiempos
coloniales, cribado culturalmente al golpe de la “letra con sangre” del eterno
y universal Maestro de Enseñanza Primaria, Don Bonifacio Obiang Efong; modelado
cristiana y religiosamente al cincel de la Misión de Nkué Efulán, primero; y
luego en los seminarios claretianos de Beire y….
Con esta unción cultura
humanística adornando su juventud, Don Pablo Ndong Ensema interrumpió su
carrera sacerdotal claretiana; y mientras cultivaba su breve vocación
periodística, bajo la firma de MONESAGUONG, con llamativos artículos en el
periódico “POTO-POTO” de Bata; para luego complementar su trayectoria
profesional con la delicada misión de vigilar, cuidar y proteger “politeia” a
la ciudadanía. Inmerso de lleno en esa tarea, le llegó la noticia de la
creación, en España, del Partido del Progreso.
Asegura, Don Pablo Ndong
Ensema, que fue para él el más delicado ejercicio de toma de decisión en su
vida, aquel jugar a, siendo Policía, recibir y poner en marcha la
“peligrosa” misión de arropar entre pañales al recién nacido Partido del
Progreso de Guinea Ecuatorial.
Pero vamos a adentrarnos,
llevados de su propia mano, en la vida de Don Pablo Ndong Ensema, en su
dimensión política,
J.M.A.- Buenas tardes, Don Pablo Ndong
P.N.E.- Muy buenas
tardes
J.M.A.- Nadie mejor que Usted mismo para completar los breves retazos
biográficos que hemos pergeñado para diseñar su perfil curricular…
P.N.E.- La presentación
que Usted ha hecho de mí, es tan completa, que solo voy a añadir que fui, en mis
años mozos, un afamado refitolero (“Boy” de Cocina) de los Claretianos de
la Misión de Nkue Efulán, donde me gané el cariñoso nombre de “Pablito”
¡Ah…! Si me permite, añado el gran honor de ser hermano de un célebre Embajador
guineano en la ONU, Don Primo José Esono Miká (q.e.p.d.) Luego, fue Secretario
de Relaciones Internacionales del Partido del Progreso; que murió, tras haber
sido encarcelado en la cárcel de Black Beach, haber recibido una de las más
feroces e inhumanas torturas, a manos de los marroquíes ( en
presencia de la actual embajadora de Obiang Nguema en Europa…) En fin…
Los detalles de la pequeña-GRAN Historia de Guinea Ecuatorial independiente…
J.M.E.- ¿Cómo se
enteró del nacimiento, en España, del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial?
P.N.E.- Desde mi delicada
situación de Comisario de Policía (España) de Guinea Ecuatorial, era muy normal
que me enterase de algo que, por otra parte, nació con tanto ruido público, en
los medios de comunicación españoles que fluían, por entonces, en Guinea
Ecuatorial. En virtud de mi posición, tuve información clara de los
planes del Gobierno de masacrar a la delegación que llegaba con el
fundador del recién creado Partido del Progreso si llegaban con armas. (Era una
aventura imposible de imaginar que fuera pacífica) Los planes del Gobierno se
frustraron al constatar el carácter eminentemente pacífico de aquel primer
viaje del 5 de junio de 1988. Conocí, igualmente el informe encargado por el
presidente Obiang Nguema a un grupo de periodistas, para que averiguaran la
incidencia que tendría la presencia y acción de los partidos que llegaban
del exterior, precedidos por el Partido del Progreso. El informe aconsejaba a
Obiang Nguema que tuviera especial cuidado con el Partido del Progreso que llegaba;
y sobre todo que evitara la libre circulación y conexión de su líder con el
pueblo de Guinea Ecuatorial; “lo que -advertía el informe- dejaría sin
militantes al PDGE” Entré en acción para que la población no cayera fácilmente
en la tentación de “provocar”, con su entusiasmo, al Gobierno.
Afortunadamente el carácter pacífico del pueblo guineano y la profundidad con
la que caló el mensaje y la persona del Presidente del PP, hicieron que aquello
no tuviera consecuencias funestas. Permítame, finalmente, poner en gran valor
el importantísimo y decisivo papel que, antes de su segundo viaje a Guinea
Ecuatorial, el 2 de mayo de 1992, realizó el Partido del Progreso y su líder,
Severo Moto Nsa, en importantes países de Europa y en el Parlamento Europeo
(dese luego en España) lo que abrió paso al proceso de democratización que se
inició en 1992.
J.M.S.- Desde luego, pocos como Usted y desde el importante y
delicado puesto que ocupaba, conocen los entresijos de su país. Toda esta
trayectoria y labor de concienciación en Europa, llevado a cabo por el Partido
del Progreso no ha surtido su defecto. ¿Por qué?
-P.N.E.- El régimen de
Macías Nguema y de Obiang Nguema, nunca ha estado, ni está, ni estará por la
normalidad política o democrática. Toda propuesta de solución pacífica es para
ellos signo de debilidad. El propio Obiang Nguema, al tomar el poder por las
armas, se burla de cambios pacíficos. Este es su lema militar y
“revolucionario: “El que quiera el poder, que haga lo que yo hice…” Toda una
“valiente” apología de la violencia y el terror golpista.
J.M.A.- El 5 de Junio de 1988, el Presidente del Partido del Progreso,
llegó, por primera vez a Guinea Ecuatorial, desde el exilio en España, para
solicitar el reconocimiento o legalización del PP. Cuéntanos cómo fue este hecho:
El clima social y político; ¿Le recibieron, y cómo le recibieron las
autoridades? ¿Se vio Usted con él? ¿Qué mensaje le dio a su regreso a España?
Nos consta que Usted sufrió alguna consecuencia en su profesión de policía… por
ese contacto. Háblenos sobre todo esto…
P.N.E.- El primer viaje
de nuestro Presidente a Guinea Ecuatorial, fue muy serio. Tan serio que viajaba
acompañado, ni más n menos que por el Secretario General Adjunto de la IDC
(Internacional Demócrata de centro) lo que, evidentemente ató las manos y las
ganas a la dictadura que se limitó a no recibirlo ni a él ni los
Documentos (Leyes para la Transición”) que traía bajo el brazo. El clima social
era muy tenso, con una increíble expectación y muchas ganas de la gente por saludarlo y contactar con él. Unos días
antes de que él regresara a España, me despedí de él, para comunicarle que yo
había sido destinado -mejor- desterrado a Annobón. Recuerdo que le hice una
promesa que luego cumplí en su segundo viaje al país.
J.M.A.- Puede considerarse como un fracaso, aquel primer viaje… Pero,
cinco años después, en 1992, el Presidente Severo Moto Nsa volvió a correr el
riesgo de regresar a Guinea Ecuatorial, para solicitar, otra vez, la
legalización del Partido del Progreso. Nos consta, de fuentes muy fidedignas
que Usted recibió una carta en la que el líder del Partido del Progreso le
consultaba sobre la actitud y disposición del mundo militar guineano ante la
propuesta de una salida institucional pacífica, al régimen dictatorial. Nos
consta también que la contestación de esta carta la recibió el Presidente,
prácticamente de camino a Guinea Ecuatorial. ¿Puede definirnos, en la medida
que Usted pueda, las relaciones entre Don Severo Moto Nsa, Presidente del
Partido del Progreso y el mundo militar guineano?
P.N.E.- Recibí,
efectivamente, la carta. Había sido oficialmente abierta y leída en la
presidencia del régimen y luego me la entregaron, fotocopiada. La carta era tan
limpia e inocua que ni siquiera me llamaron la atención; era, como dice Usted
el deseo de saber si el mundo militar guineano recibiría de buen grado una
transición democrática, sin violencia ni enfados. Contesté la carta; y
nuevamente mi contestación cayó en las manos de la Seguridad de Manuel Nguema
Mba. Nada más sucedió. Las relaciones del mundo militar guineano con el
Presidente del Partido del Progreso, serían absolutamente normales; en cuanto
al respeto y consideración mutuas. Todo normal, si no fuera por la intoxicación
perversa y permanente que hace Obiang Nguema a los militares diciéndoles que
“cuando llegue Severo Moto a Guinea Ecuatorial, matará a todos los
militares. Lo miso hace con el pueblo del Distrito de Mongomo, cuyo voto sabe
muy bien Obiang Nguema que espera a Severo Moto en unas elecciones limpias y
libres.
J.M.A.- Sinceramente, Don Pablo: ¿Moto Nsa, líder del Partido del
Progreso de Guinea Ecuatorial, tiene espíritu de golpista? ¿Es, realmente, un
golpista, como lo tiene “bautizado” Obiang Nguema y también el mundo socialista
español?
P.N.E.- Los que no le
conocen o les molesta su talante y forma de ser, son los que pueden recurrir a
estas calificaciones absurdas. Yo soy testigo directo de cómo ha rechazado,
casi con enfado, propuestas de violencia, como alternativa al juego político.
Al llegar a Guinea, por segunda vez, las multitudes que se sumaban y se
afiliaban al Partido del Progreso peguntaban si había venido con “fuerza…);
refiriéndose a fuerza militar y de violencia. Recuerdo que le decían: “Si no
has venido con fuerza, llévale a este a las elecciones. Ya verás cómo le ganas”
Recuerdo aquel día en que el Ministro del Interior de entonces, me confesó,
entre satisfecho y defraudado: “Ya teníamos preparado una respuesta
contundente, por si venía con violencia; pero no.” El dictador, no ha tenido
más remedio, ante la incapacidad de competir con Don Severo Moto Nsa en unas
elecciones y ganarle, que colgarle el incómodo y falso collar de golpista. Lo
que más nos ha dolido al Partido del Progreso es que en España, un determinado
sector poderoso, haya utilizado el mismo collar para intentar empeñar y
ensuciar la limpia trayectoria política de nuestro líder; o interrumpir esta
trayectoria con la muerte, como sucedió en Croacia…
J.M.A.- Volvamos al mundo político… En qué momento decide Usted
implicarse y mojarse en la política, a pesar de ser Comisario de
policía? ¿Tuvo que abandonar el ejercicio de la profesión o era compaginable?
P.N.E.- Sentí, desde el
primer momento que tuve noticia de la aparición del Partido del Progreso,
fundado por Don Severo Moto Nsa, la imperiosa necesidad de estar a su lado. No
tanto como protección, en virtud de mi profesión; sino como orientación para su
acierto en la sociedad guineana en la que se venía a insertar. La gran acogida
y aceptación popular a su figura y proyecto político, tenía que tener y tuvo la
reacción de disgusto y enfado del régimen. Estar a su lado, era una obligación
para mí. Y digo con emoción: sufrir por ello en Black Beach, fue un gran honor.
J.M.A.- ¿Ya existían partidos políticos en Guinea Ecuatorial, cuando
nace en España el Partido del Progreso? ¿Militaba, Usted, o sentía
especial atractivo por alguno de ellos? ¿Cuándo nace, por ejemplo, la CPDS y
qué relaciones tuvo Usted con esa formación política?
P.N.E.-Es absolutamente
necesario y digno de reconocer el ingente trabajo realizado por Severo
Moto Nsa, nuestro Presidente, en España, Francia, Alemania y el Parlamento
Europeo, antes de retornar de nuevo a Guinea Ecuatorial. Ese trabajo,
reconozcámoslo, hizo posible el inicio del proceso de democratización que
impulsó el multipartidismo. Y nacieron muchos grupos políticos. Casi todos
tenían nombres de grupos o movimientos que reflejaban el afán de unidad que
todo el mundo quería y exigía el pueblo Guineano: “Unión” “Convención”
“Convergencia” “Acción”… Y una especial particularidad: la letra “S” en las
siglas. Si todas las “S” de socialista se hubieran unido en una sola formación
política, hubiera habido un gran partido. Mi condición de policía no me
permitía más dedicación que cuidar a la ciudadanía. CPDS, nació como un embrión
de sindicato formado por un grupo de estudiantes de la UNED, marcados con el
signo comunista o socialista de sus profesores… Debo confesar mi especial
simpatía por ese grupo de jóvenes, que llegué incluso a pensar que podrían ser
un gran basamento directivo del Partido del Progreso que estaba por llegar…
Pero…
J.M.A.- ¿Puede relatarnos la llegada del Presidente Moto Nsa a Malabo,
el 2 de mayo de 1992?
P.N.E.- Indescriptible.
Las fotos lo describen mejor que mis palabras. Después de la llegada de
Atanasio Ndong Miyone, en los aledaños de la independencia, nunca se había
visto tal afluencia tan masiva de gente tanto en el aeropuerto de Malabo como
luego en el entorno y patio de la sede del Partido del Progreso. Como policía
que era, noté con gran admiración lo pacífica, educada y sobre todo respetuosa
de la ley que es el pueblo guineano. El Partido del Progreso mostró ser una
formación política muy identificada con el pueblo de Guinea Ecuatorial.
J.M.A.- ¿Cómo, y por qué nació la P.O.C.? ¿Cuál fue la razón de su
repentina e inmediata desaparición? ¿Cumplió en algo su misión?
P.N.E.- Como lo he señalado antes, el ansia de UNIDAD de la
oposición nacía del propio pueblo guineano. Ese propósito se vio, como he
dicho, en la nomenclatura y siglas de los partidos que nacían; y que más que
partidos reflejaban y reflejan el afán de cada líder de aglutinar en su entorno
al mayor número de gente, con abstracción y poco cuidado de ideologías y
marcas. El Partido del Progreso llegaba al escenario con una identidad muy
clara y definida: “Democracia cristiana” que, a la fuerza sonó como bella
canción política en la mente y corazón del pueblo guineano. La P.O.C.
(Plataforma de Oposición Conjunta) nació a impulsos del pueblo guineano. El
Partido del Progreso fue una fuerza decisiva a la hora de articular la
Plataforma de Oposición Conjunta. No la llegó a liderar. Y sin embargo
catapultó a otras formaciones a liderarlo, como fue la CPDS, a pesar de la
diferencia ideológica entre la democracia cristiana y el socialismo. Todo iba
funcionando a la perfección. La P.O.C. impulsada por la fuerza multitudinaria
del Partido del progreso batió al régimen y a su presidente en las elecciones
municipales del 17 de septiembre de 1995. En la preparación de las elecciones
presidenciales de 1996, y mientras la P.O.C. celebraba reuniones en Malabo para
decidir al candidato de la P.O.C. para las presidenciales, recibieron la
noticia de que en Madrid, el PSOE estaba vistiendo (en el Corte Inglés) al
candidato de la C.P.D.S. para las elecciones presidenciales de Guinea
Ecuatorial. En ese mismo instante, la P.O.C. saltó por los aires. Dejó de tener
sentido tan decisiva, imprescindible y popularmente obligada institución
política. No sé qué hubiera pasado con la P.O.C. y con las elecciones
presidenciales de 1996 si en vez de elegirlo y decidirlo en España, el
candidato hubiera sido elegido y decidido en las reuniones de Malabo… La
P.O.C., finalmente inició una brillante cadena de éxitos con las elecciones
municipales; porque todo se decidió en Malabo y en Guinea Ecuatorial. En cuanto
la candidatura para las presidenciales se decidió en España, la P.O.C. dejó de
tener sentido.
J.M.A.- ¿Cómo fue su decisión de exiliarse y dejar Guinea Ecuatorial?
P.N.E.- Como para todos; muy triste y deplorable. Fue en 1995. El
Presidente estaba en arresto domiciliario. De pronto, desapareció de entre
nosotros el Secretario General del Partido, Don Agapito Ona. Había sido
secuestrado y trasladado a Bata, encarcelado interrogado y torturado para
que declarase contra el Presidente del Partido... Aún Estábamos lamentando y
analizando la situación, cuando me llegó la citación, por la misma policía que
había traído la del Secretario General. Me despedí del Presidente y me fui del
país. El plan de detención masiva de directivos del Partido del Progreso había
comenzado. Y el éxodo, triste éxodo se abrió paso.
J.M.A.- Con el Presidente del Partido y gran parte de directivos
exiliados; creo que el partido está prohibido o legalizado en Guinea
Ecuatorial. ¿Cómo se sostiene esta situación?
P.N.E.- El régimen dictatorial que impera en Guinea Ecuatorial,
se ha encargado de poner al Partido del Progreso, desde el primer momento en
las alturas de máxima valoración popular, con la persecución que nos hace
sufrir. Muy listo y comprometido con la verdad, el pueblo guineano guarda el
Partido del Progreso en el corazón, en un vivo adviento político a punto de
estallar en un nuevo país…
P.N.E.- ¿Cabe entonces, imaginarse o esperar un cambio en el
país? ¿Una transición? ¿Una rebelión, quizás?
J.M.A.- El régimen dictatorial está desahuciado, y los signos de
descomposición son muy claros. El Partido del Progreso es partidario, y si lo
venimos diciendo, de una salida institucional que abra paso a un pacto de
transición pacífica.
J.M.A.- ¿Qué podría añadir a esta entrevista?
P.N.E.- Simplemente repetir, y con mayor fuerza, al Partido del
Progreso y al pueblo guineano expectante, el gran lema que nos legó Don Primo
José Esono Miká (q.e.p.d.) nuestro gran Secretario de Relaciones
Internacionales: “¡¡¡Retroceder, nunca; abandonar, jamás!!!”.
J.M.A.- Gracias, Don Pablo
Ndong Ensema. ¡Mucha suerte!