El veterano político de 84 años ha fallecido en
Bruselas, a donde viajó la semana pasada para un chequeo médico, que su hijo
calificó de “rutinario”
La policía ha lanzado gases lacrimógenos contra
decenas de fieles de Tshisekedi que se habían congregado en Kinshasha en la
sede del partido UDPS al conocer la noticia de su fallecimiento.
Tshisekedi se enfrentó al dictador Mobutu Sese
Seko, que gobernó el antiguo Zaire durante décadas, y también fue la punta de
lanza de la oposición en los gobiernos posteriores, desde Laurent Kabila hasta
su hijo, Joseph, presidente desde 2001.
La muerte de Tshisekedi coincide con las
discusiones sobre la puesta en práctica del acuerdo alcanzado en diciembre en
Kinshasa para poner fin a la crisis política, que estalló tras la negativa de
Joseph Kabila a abandonar el cargo en los plazos fijados.
¡NUESTRAS CONDOLENCIAS!.
Ha muerto, nuestro compañero de fatigas, Don
Esteban TSHISEKEDI.
Todavía se nos remueven en la mente y en los ojos
las trepidantes imágenes del recibimiento que el pueblo zaireño dispensó a su
gran líder histórico, símbolo del futuro democrático, de normalidad política y
de esperanza de libertad y de futuro de El Zaire, ETIENNE TSHISEKEDI.
Imágenes que, de pronto, se convierten en émulos y
santa envidia para tantos y tan señalados líderes políticos y significativas
personalidades africanas, atrapadas en el exilio. En busca tanto de seguridad
para sus vidas como de oportunidad para retomar el contacto, calor y aliento de
su pueblo que los espera.
Tiene poco sentido para un verdadero político de
oposición a una dictadura africana, permanecer en el exilio y disfrutar de
“seguridad”, olvidándose de su pueblo y del servicio a ofrecerle. Pero mucho menos
sentido tiene que un líder, en el máximo paroxismo de su amor por el país que
le espera y ama, salte a su encuentro y le pase -necesariamente- lo que a
algunos, les pasa: Morir él y dejar a su pueblo envuelto en llamas de odio,
enfado y desesperación- y no pocas veces, muerte de los que le lloran-
NUESTRO DOBLE Y AMIGO.-
Conocemos a muchos zaireños, de dentro y fuera de la RDC (República Democrática
del Congo) que nos llaman, directamente, “Tshidekedi”. Tengo que confesar que,
a diferencia de otras comparaciones con otras figuras africanas, líderes de
oposición, sean exiliadas como no, que se me hacen, ninguna tan cercana como la
de nuestro amigo Esteban. El recibimiento que de él hizo su pueblo zaireño, a
pesar del largo exilio y su aceptación como líder del UDPS (Unión para la
Democracia y Progreso Social); pero su decisión de seguir respondiendo al deseo
de su pueblo para liderar la oposición, nada que decir de su porte elegante,
siempre risueño y ajeno a la violencia... Nada extraño que queramos seguir su
trayectoria; y que su muerte nos deje en el alma, un profundo vacío de soledad;
pero también un testigo irrenunciable a blandir en nuestro largo camino hacia
la libertad de nuestros pueblos.
CAÑONAZOS CONTRA EL LLANTO DEL PUEBLO.- Esa
presencia de decenas de seguidores de Tshisekedi amotinados ante la sede de
UDPS, y la respuesta de la policía zaireña, a golpe de bombas
lacrimógenas, no puede ser otra que la triste respuesta de un pueblo que ve
frustradas sus ilusiones de libertad, con la muerte de su líder; y la difícil
reacción de la oficialidad del régimen de José Kabila, respondiendo, “a
cañonazos” al llanto de un pueblo.
Como si la muerte de Don Etienne TSHISEKEDI fuera
fruto de tan sospechosas “muertes en circunstancias extrañas” (veneno)
que tanto abundan en el régimen de Guinea Ecuatorial (hermano del régimen del
Zaire)
Que la ”santa y profunda intermediación del
Episcopado zaireño, no haya logrado tejer el tan esperado lazo de
reconciliación nacional popular, mediante el largo y siempre aplazado diálogo
entre le oposición y el régimen zaireños, es una más de las tristes noticias
con que nos regala esta, nuestra África, hundida en las dictaduras y la
corrupción.
Descanse en paz, y ruegue por África, nuestro hermano ETIENNE
TSHISEKEDI. Severo-Matías MOTO NSA